LA MIRADA

El camino cuaresmal

Se trata de un proceso clave en la vivencia de la realidad religiosa cristiana, que históricamente era muy exgente

El camino cuaresmal es un proceso clave en la vivencia de la realidad religiosa del hombre y de la mujer, en los que la fe cristiana tiene un asiento más o menos decisivo. No es un tiempo más, sino que es el tiempo que te conduce a lo que es la centralidad de lo que crees: la resurrección de Jesús.

En los primeros años de la historia del cristianismo, era el tiempo en el que los que libremente querían ser seguidores del nazareno, acudían a los responsables de las pequeñas comunidades que podía haber en su pueblo o en su ciudad, y éstos los invitaban a empezar un camino que comenzaba el miércoles de ceniza y terminaba la noche del Sábado Santo. No había otra posibilidad: era la senda a recorrer.

No penséis que el recorrido de esos días resultaba sencillo, ¡ni mucho menos! Las exigencias eran muy duras, incluso nosotros hoy las podemos considerar como exageradas, pero es lo que había. Si lograbas pasar las pruebas, y, sobre todo, si les convencía lo que allí se decía y se hacía, en la Vigilia Pascual recibían como premio estos tres sacramentos: el bautismo, la confirmación y la comunión, por este orden, y ya podían considerarse como integrantes de la Iglesia de Jesucristo.

¿Hay alguna semejanza con el camino cuaresmal de ahora? Dejo que cada uno saquéis vuestras conclusiones, pueden ser muy interesantes.

La Conferencia Episcopal Española acaba de publicar el documento ‘El Dios fiel mantiene su alianza’, que nos anima a conocer la realidad en la que vivimos, realidad en la que Dios está claramente en fuera de juego, es tan claro que no hace falta ir al VAR. Bueno, pues a ese mundo, los obispos nos invitan a continuar presentándole a un Dios que quiere seguir siendo fiel a su promesa y a que lo sintamos cerca de nosotros.

Este conocimiento de la realidad lleva consigo, dicen los obispos, aceptar los cambios que se están produciendo, lo llaman «cambio de época» y afectan al ser, al amar, al hacer y a la forma de situarnos en el tiempo en el que estamos.

Nos invitan también al dialogo y a buscar conclusiones que deben estar dirigidas siempre al bien común. Nos invitan a reforzar nuestra fe personal, a reforzar nuestra fe en las personas de buena voluntad, y a reforzar las comunidades parroquiales redescubriendo el sentido cristiano de la vida.

¡Feliz Cuaresma!