LA MIRADA

Efemérides de marzo

El pasado 14 de marzo, mi mente me trasladó sin ningún esfuerzo, a ese mismo día de hace tres años, ¿ya han pasado tres años de aquello?

Aplauso en el Hospital Universitario Reina Sofía de Córdoba.

Aplauso en el Hospital Universitario Reina Sofía de Córdoba. / Salas

Se han producido en el mes que estamos a punto de finalizar una serie de efemérides que han ocupado mis ratos de reflexión por las distintas sensaciones ante las mismas.

Imagino que en esta hemos coincidido bastantes, el pasado 14 de marzo, mi mente me trasladó sin ningún esfuerzo, a ese mismo día de hace tres años. ¿Ya han pasado tres años de aquello?, pues sí.

Los recuerdos de aquel día y de los sucesivos se amontonaban en mi conciencia: las calles de la parte antigua se cubrieron de hierba por la ausencia de caminantes, las terrazas se convirtieron en escenarios improvisados donde las actuaciones y las palmas se sucedían a diario, en las puertas de los cementerios tres personas despedían ataúdes que los encargados de los tanatorios depositaban en los nichos, los hospitales se convirtieron en campos de batalla donde las bajas fueron desgraciadamente más de las deseadas, cada uno puso en marcha su imaginación para inventarse cosas increíbles para pasar el tiempo entre las paredes de su casa, hasta mediados de mayo todo nos parecía un mundo al revés, y lo que era más grave no sabíamos que es lo que iba a pasar. 

Unos pocos días antes, algún estímulo audiovisual hizo que me trasladara diecinueve años atrás, cuando la mañana del 11 de marzo de aquel año oímos la noticia de lo que había pasado en la capital. Recuerdo que bajaba en coche al Diocesano y sobre las ocho menos diez, la radio comenzaba contar lo sucedido.

Casi doscientas personas, perdieron la vida en el peor atentado terrorista ocurrido en España. Lo que sucedió después fue lamentable por parte de algunos, el dolor de los familiares de las víctimas parecía que pasaba a un segundo plano, mientras que los intereses políticos ocuparon a demasiados. Todavía siguen las secuelas psíquicas, por ejemplo, en alguna que no cogió aquellos trenes por un despiste, pero sí lo hicieron sus compañeras. 

Y, por último, el 19 de marzo fue el día de los papás, a los que ya no lo tenemos nos ayudó a recordarlos y a revivir todo lo bueno que aprendimos de ellos, y a los que todavía lo tienen, les sirvió para tener algún detalle con ellos, agradeciendo ese amor desinteresado y gratuito que uno ha encontrado en el seno de su familia. 

¡Feliz Semana Santa! El olor a incienso se cuela ya por las ventanas. 

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