el proyecto para extraer litio de valdeflores

La opción de poner la planta y la boca de la mina junto a la Ex-206 cobra fuerza

El alcalde alude a esta alternativa, que es la que menos disgustaría al ayuntamiento, que tendrá que informar. La declaración ambiental es la que dirá si son viables las tres alternativas y su incidencia sobre el terreno

Reproducción de la alternativa junto a la carretera de Miajadas (Ex-206) que aparece en el proyecto inicial minero.

Reproducción de la alternativa junto a la carretera de Miajadas (Ex-206) que aparece en el proyecto inicial minero. / EL PERIÓDICO

José Luis Bermejo

José Luis Bermejo

Al ser preguntado este miércoles por la decisión de la Junta de conceder el permiso de exploración a la empresa de la mina, el alcalde, Luis Salaya, recordó que el debate ya no es si una mina a cielo abierto o no, sino que la discusión ahora es si al final hay una mina subterránea «con un acceso desde al lado de la cantera de Olleta». El alcalde, que no rehuye a las preguntas de un tema tan delicado como la mina cada vez que se da un nuevo paso, exponía con su respuesta que hay una de las tres alternativas para situar la planta de tratamiento de litio y la boca de la mina que tiene más opciones que las otras dos, al menos es la que menos disgustaría al ayuntamiento, una de las administraciones que tiene que decidir sobre si el proyecto sale o no y que es la que tiene que dar la licencia de obra. En la tramitación de los proyectos empresariales de interés comunitario, las iniciativas mineras sí necesitan de la licencia municipal, no se salta al ayuntamiento.

Esa opción es la de la carretera de Medellín o Miajadas, la Ex-206. Del nuevo proyecto minero será decisivo el emplazamiento de la planta y la boca de la mina, donde se produciría la mayor incidencia en el terreno de una iniciativa en la que será clave para que salga o se tumbe su impacto ambiental. La declaración de impacto, además de los informes que presenten todos los que están en contra de esta iniciativa, marcará el futuro del proyecto. La pelota está en el tejado de los gestores políticos y de los técnicos de Medio Ambiente de la Junta y del ayuntamiento.

La opción de la carretera de Miajadas está junto a las instalaciones de la Quesería El Castúo, al otro lado de la carretera por la que se accede a la sierra de la Mosca. En el proyecto inicial de la mina subterránea se dan detalles de esta ubicación, son muy superficiales, tendrá que ser en el estudio de impacto ambiental que tiene que redactar la empresa donde se den más detalles sobre esta localización y se precise el punto de arranque del túnel que tiene que llegar hasta el yacimiento de Valdeflores.

En el plano y  dentro del rectángulo, el espacio que ocupan las 9.305 hectáreas (315 cuadrículas mineras) del permiso de exploración. Dentro de este espacio, las más importantes son las dos cuadrículas de Valdeflores.

En el plano y dentro del rectángulo, el espacio que ocupan las 9.305 hectáreas (315 cuadrículas mineras) del permiso de exploración. Dentro de este espacio, las más importantes son las dos cuadrículas de Valdeflores. / SIGEO

 En este espacio se tienen que colocar hasta cuatro instalaciones: la planta de tratamiento del litio, el acceso al túnel, un depósito de estériles y una balsa de agua. Esta localización está en el proyecto inicial con la denominación de Guijarro y de la misma se afirma que se trata de una zona en la que el suelo permite la actividad extractiva (es suelo no urbanizable de protección Montaña 1, en el que si caben las actividades extractivas en el plan de urbanismo). «Es una alternativa con fácil acceso, que ya está alterada por el ser humano y que mantiene una distancia con el casco urbano de más de tres kilómetros», según se asegura en el plan inicial.

La planta de procesado del mineral ocuparía una superficie de diez hectáreas. El depósito de estériles de la mina y de la planta ocuparía una superficie de 36,7 hectáreas (la distancia con el perímetro urbano sería de 2,6 kilómetros, la pendiente media tendría 14 grados, mientras que la cota máxima de la acumulación estaría en la 505, mientras que la mínima estaría en la 465 -40 metros de altura máxima de estériles acumulados-),  y la balsa inundaría una superficie de 1,39 hectáreas, la misma sería «un depósito destinado a la recogida de aguas y almacenamiento del agua limpia del proceso para su posterior uso», según se especifica en el proyecto inicial.

La planta alberga las etapas para el proceso del mineral para su transformación en hidróxido de litio, que es el que se utiliza en las baterías de los vehículos, así como las oficinas principales y los servicios auxiliares (vestuarios, comedor, etc.). «Se trata de una instalación hermética que lo convierte en un elemento que se mimetiza con el medio», según se afirma en el proyecto inicial.

Las otras dos alternativas están al sur del yacimiento, en la sierra de la Mosca, y en las inmediaciones de la carretera de Trujillo. Será la declaración de impacto ambiental la que tendrá que evaluar si alguna de las tres alternativas que plantea la empresa son viables y qué incidencia tendrá sobre el terreno la construcción de una instalación industrial, un depósito de estériles y el acceso a una mina subterránea. Salaya aludió a que el permiso de exploración de la Junta «nos acerca al punto de interés» de todo el proceso que son los informes técnicos y de medio ambiente, «que son los que realmente nos darán una idea» de si el proyecto es viable o no. Con el permiso de explotación, la empresa puede pasar a solicitar la concesión de explotación, para lo que tendrá que aportar el proyecto y el estudio de impacto ambiental.

Este miércoles ningún partido se posicionó sobre el anuncio de la concesión del permiso de exploración. Solo el martes Cáceres Viva, que solicitó la dimisión del alcalde. Su presidente, Francisco Alcántara, aseguró que «el gobierno local se está saltando a la torera la decisión que se tomó en el pleno de ir en contra de esta mina y del acuerdo alcanzado para aumentar el grado de protección de La Sierra de la Mosca».

Al retraso de la Junta para la aprobación como Paisaje Protegido de la sierra de la Mosca, que daría una mayor protección a este espacio, afectado por el proyecto minero, se refirió este miércoles el presidente de la asociación Salvemos la Montaña, Francisco Márquez, «solo queda una firma y para esa firma ya han pasado dos años». La plataforma anunció este martes en facebook que se convocarán manifestaciones tras el anuncio de autorización del permiso de exploración.