Opinión | EL APUNTE

La mina y el plan de urbanismo

El proyecto ha dado esta semana un paso destacado con el permiso de exploración, pero el plan no ha cambiado

Trabajos de sondeo en Valdeflores en una foto de archivo.

Trabajos de sondeo en Valdeflores en una foto de archivo. / Fotos / Cáceres

Esta semana se ha conocido que la Junta ha dado a la empresa de la mina, la concesión ha sido a una de las sociedades vinculadas con el proyecto, el permiso de exploración. Es, junto con el permiso de investigación en los terrenos colindantes al yacimiento, el principal avance experimentado por el proyecto en los últimos años, una decisión que se conoció el martes y que tuvo su reflejo en el incremento de la cotización en bolsa de las acciones de la empresa matriz, Infinity Lithium. Esa autorización abre la puerta al trámite siguiente, que es el importante, la decisión sobre el permiso de explotación del litio en Valdeflores. 

El ámbito del permiso de exploración es de 9.305 hectáreas y coge terreno de tres términos municipales:Cáceres, Sierra de Fuentes y Torreorgaz. Pero de todo ese espacio, el importante es solo el valle de Valdeflores, que quedaba fuera del único permiso de investigación en vigor obtenido hasta el momento por la empresa.

Esta semana también se han conocido las consideraciones que el ayuntamiento hace para que la Junta elabore un documento de alcance que sirva a la empresa para completar su estudio de impacto ambiental. Y en esas consideraciones, que el ayuntamiento ha hecho públicas, se vuelve a exponer lo que siempre ha sido uno de los principales escollos de la mina: el yacimiento está en un suelo donde, con la normativa urbanística de la ciudad, no se puede excavar por motivos ambientales. Y, por ahora, nadie está promoviendo un cambio de esa norma (ya se intentó en 2018, entonces para un proyecto de mina a cielo abierto, y no prosperó).

Puede debatirse sobre si las limitaciones del plan afectan o no al subsuelo. Pero lo cierto es que hasta que eso no se resuelva hay dos realidades contrapuestas: Un proyecto para excavar y un suelo donde no se puede excavar según una norma que afecta a todos los que quieren promover cualquier proyecto en la ciudad y que fue refrendada por la propia Junta.

Esa norma (plan de urbanismo) es un documento vivo, se puede cambiar en cualquier momento si hay una razones para ello y se cuenta con informes que lo justifiquen y aprobaciones, pero en este caso sería una modificación estructural, sustancial, y en la que hay que quitar protección a un suelo, no solo en el espacio del yacimiento, sino también en el sitio donde se quiera instalar la planta industrial (los dos antecedentes en Cáceres en los últimos años han terminado con resoluciones judiciales que han tumbado esas modificaciones del plan de urbanismo).

Por ahora, el ayuntamiento y el propio plan de urbanismo siguen siendo vinculantes para el proyecto. Hace menos de un año se aprobó un decreto ley autonómico del litio para favorecer estas explotaciones y su tramitación como proyectos empresariales de interés autonómico. Pero se hizo una salvedad en la ley autonómica de medidas de mejora de los procesos de respuesta administrativa que, para los casos concretos de los proyectos de litio, establece que la licencia municipal no podrá ser sustituida por el trámite de consulta que recoge la ley del suelo regional. Este trámite de consulta sí podría conllevar la suspensión parcial del plan de urbanismo para su cambio. Pero el ayuntamiento mantiene su competencia de decidir sobre la concesión de licencia para que se inicie cualquier obra en su territorio. Y esa licencia no puede darse en contra de la propia normativa local y de los usos y limitaciones del plan de urbanismo.

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