Reivindica que se instale un elevador para ensayar como el resto de sus compañeros

Una alumna de arte dramático denuncia que la sala Capitol no es accesible: «No puedo subir al escenario»

Estela Fagúndez estudia en la escuela de arte dramático (Esad) y lamenta las dificultades que sufre para preparar un montaje porque para subir a escena solo hay escaleras

Estela Fagúndez (en el centro) junto a sus compañeros a la entrada accesible de la Esad.

Estela Fagúndez (en el centro) junto a sus compañeros a la entrada accesible de la Esad. / Carla Graw

Estela Fagúndez Prieto (Badajoz, 2001) es una estudiante más de la escuela de arte dramático de Cáceres (Esad). Cada día, desde hace ya tres años, acude a clase para cumplir el sueño al que aspira toda su promoción: ser actriz. Hasta ahí podría ser la historia de cualquiera salvo que para la estudiante extremeña llegar a la sede de la escuela en el corazón monumental es todo un periplo. Tiene movilidad reducida que no le permite subir escaleras, por lo que ya de forma habitual no accede por la puerta principal, atestada de obstáculos arquitectónicos. 

Para llegar a la parte antigua debe coger un taxi que costea con la beca hasta la calle Rincón de la Monja, la trasera que da a la filmoteca. Ahí, accede por la puerta que conecta los dos edificios y que sí está adaptada con un elevador. A lo largo de estos tres años ha empleado ese método. La dificultad añadida se ha presentado este año, cuando las exigencias académicas le han puesto sobre la mesa estrenar un montaje. Desde hace varios cursos, la escuela cuenta con el anexo de la sala Capitol como escenario y sala de ensayo.

Una alumna de arte dramático denuncia que la sala Capitol no es accesible: «No puedo subir al escenario»

La Consejería de Educación llegó a un acuerdo con los propietarios del edificio para darle un uso tras el cierre de la etapa con la sala Maltravieso. El conflicto llega cuando arrancan los ensayos. La sala sí cuenta con zonas para que personas con movilidad reducida puedan asistir como público pero no contempla que puedan estar en escena. Las escaleras flanquean los accesos exteriores y desde las bambalinas. La propia alumna expone la situación a este diario. «Estrenamos en junio y no puedo subir al escenario», añade. 

Relata que para poder subir al escenario se sirve de la ayuda de compañeros que la aúpan a pulso. De hecho, a lo largo de esta última semana ha hecho pública la situación que sufre y ha compartido vídeos en redes. Sus compañeros, de hecho, apoyan su causa y no descartan movilizaciones.

Las instalaciones dependen de la Consejería de Educación. Al respecto, Fagúndez asegura que desde la dirección le han trasladado que hay en marcha un proyecto para instalar un elevador que garantice la accesibilidad de las instalaciones, no obstante, pide que se agilice para que pueda incorporarse al edificio antes de que llegue el plazo en el que está fijado el estreno. Este rotativo preguntó sobre el asunto a la consejería este miércoles aunque no obtuvo respuesta. 

Estela sostiene que ha hecho pública su situación también para que las nuevas generaciones que estudien en las instalaciones puedan cursar sus estudios sin dificultades. Asegura que esta realidad se repite en más teatros del país, donde se busca alternativas para las personas con movilidad reducida como público pero no sobre las tablas. 

Coincide esta situación con el anuncio de la Junta de Extremadura de trasladar en un futuro la Esad al completo al antiguo hospital Virgen de la Montaña. Hasta que esto se materialice, seguirán llegando promociones de futuros actores y actrices a la sede de San Jorge, que como la de Estela solo quieren estudiar sin barreras.

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