HOMENAJE A LA PIONERA

El legado cacereño de la primera mujer que voló en España

Eladia Montesino-Espartero Averly fue piloto, profesora y poeta y vivió sesenta años en el número 2 de Gómez Becerra. Sus familiares han organizado un reencuentro en la ciudad para celebrar que su nombre haya sido incluido en el callejero de Cáceres

Eladia Montesino Espartero junto al piloto francés Boulard el 18 de junio de 1919.

Eladia Montesino Espartero junto al piloto francés Boulard el 18 de junio de 1919. / ARCHIVO

La herencia que dejan algunos nombres en la historia es generosa. En ocasiones, pueden pasar décadas, centurias incluso, para que sea reconocida. Afortunadamente, la memoria y el tiempo equilibran tarde o temprano la balanza. Lo que durante años se guarda en los cajones, sale a relucir y completa un relato que antes estaba incompleto. Cierto es que esta historia ha ejercido de forma desigual para las mujeres, a menudo sin hueco en los sillones de los ilustres y los referentes. Por suerte, ese tiempo y esa memoria han ejercido como tal y esos vacíos comienzan a igualarse.

Uno de esos nombres de herencia inspiradora es Eladia Montesino-Espartero Averly (Madrid, 1897 - 1999). Su testamento debería formar parte de la memoria colectiva del país y aparecer en los libros de texto. Fue pionera en un momento en el que las mujeres no aspiraban a serlo. Fue la primera mujer que voló en España, también fue profesora, escritora y poeta. Su vida se mantuvo durante más de sesenta años vinculada a Cáceres. En el número 2 de Gómez Becerra, el imponente chalet de los Correa-Pomet, vivió con el que fuera su marido Pedro Romero Mendoza, periodista y escritor, fundador de Sociedad Literaria Cacereña.

Chalet de los Correa-Pomet, donde vivió Eladia Montesino-Espartero.

Chalet de los Correa-Pomet, donde vivió Eladia Montesino-Espartero. / ARCHIVO

Ahí, escribió, compuso sus poemas --varios publicados-- y crió a sus ocho hijos. El edificio de estilo neovasco, fue concebido por el arquitecto Ángel Pérez y llegó a ser apodado Villa María de los Dolores. Era propiedad de Pepe, familiar de Eladia que regentaba la tienda de Tejidos Correa en la calle Pintores, uno de los negocios que marcó la moda en Cáceres. En la actualidad, ese edificio alberga un Burger King.

Placa de calle.

Placa de calle. / Carla Graw

Ahora, a unos metros del que fuera su hogar durante toda una vida, la ciudad le corresponde con un homenaje solo al alcance de los grandes. Desde hace meses, da nombre a una calle –la antigua calle Hermandad--, un acontecimiento que ha querido aprovechar su familia para reencontrarse. Fue este domingo cuando otro de sus grandes legados, sus descendientes visitaron la placa que hace justicia al callejero cacereño. Sus hijos, Anita, Juan José y María Emilia, admiraban emocionados. Entre los asistentes, más de una treintena de vástagos, ya hasta cuatro generaciones con el más pequeño Alejandro (3 años), que sería su tataranieto, al frente. Durante el breve acto se leyeron poemas de Eladia y de Pedro. Entre las razones para organizar la reunión, Juan José apela a la más importante, la voluntad. "Queríamos reunirnos", sostiene.

La familia de Eladia Montesino-Espartero Averly, este domingo, en la calle a la que da nombre.

La familia de Eladia Montesino-Espartero Averly, este domingo, en la calle a la que da nombre. / Carla Graw

Eladia estuvo unida al mundo de la aviación desde su nacimiento. Fue la hija del fundador de la primera escuela civil de pilotos de España, Luis Montesino-Espartero, y Ana Averly. Sus progenitores pertenecían a la aristocracia, contaban con títulos de marquesado, ducado y eran Grandes de España. Su abuelo, Cipriano Segundo Montesino, presidió la academia de ciencias.

Durante su infancia, recibió una educación con la que aprendió inglés y francés. Su padre adquirió tres aviones para el servicio postal áereo. En uno de ellos fue el que manejó Eladia con el piloto francés Boulard el 18 de junio de 1919 desde el aeródromo de Cuatro Vientos en un vuelo histórico puesto que ninguna mujer lo había hecho hasta el momento en España.

Un poema de Eladia Montesino publicado en la revista Alcántara.

Un poema de Eladia Montesino publicado en la revista Alcántara. / DIPUTACIÓN DE CÁCERES

En 1926 se casó con Pedro Romero. En ese periodo dio clases en las Escuelas Normales de Cáceres y colaboró con varias publicaciones y revistas como Alcántara. Llegó a publicar un libro de poemas. Tras su etapa en Cáceres, sus hijos se repartieron en otros puntos del país, entre ellos Madrid y Barcelona. Para añadir a su lista de ya innumerables logros, llegó a cumplir los cien años y falleció a los 101 en Madrid. Su hijo Juan José ha mantenido vivo su legado literario y también es poeta y aunque reside en Barcelona, forma parte de la Asociación de Escritores Extremeños (AEEX).

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