El 3 diciembre de 2021, la gerencia de las fundaciones Fundecyt y Pctex, organismos que dependen de la Consejería de Economía y Ciencia, sacó la primera licitación para la implantación en Cáceres de un centro de investigación para el almacenamiento de energía. La última licitación se anunció el pasado 22 de enero. Son 24 contratos, en su mayoría de suministro de equipos de investigación, por un importe de 42 millones de euros. Esto lo convierte en la principal inversión pública en la ciudad. No hay muchas, pero el Centro Ibérico de Investigación para el Almacenamiento de Energía, en su siglas CIIAE, es, con diferencia, la más importante de todas.
El pasado martes se publicó en el Diario Oficial de Extremadura (DOE) la convocatoria pública para cubrir 66 de las 132 plazas, en su mayoría son para personal investigador y técnico. Son plazas que se cubrirán por un procedimiento de concurso oposición, en el que se valorarán méritos y formación de los aspirante y se pasará una entrevista. Es la tercera gran convocatoria que se saca desde la primera, en octubre de 2022, entonces fueron 21 plazas. En la segunda salieron 32 puestos. Según informó la consejería el pasado martes, de total de empleos que dependerán del centro ya se ha formalizado «alrededor de veinte contratos», entre éstos los de los cuatro directores científicos.
En junio tiene que estar entregado el proyecto del centro científico y de investigación y a partir de ese momento se tendrá que iniciar la obra de urbanización de la parcela de la finca del Cuartillo, que la diputación cedió para que se edificase el centro de investigación. Se adjudicó un contrato de proyecto y ejecución del complejo, lo que facilita que no se demore el tránsito entre la finalización del proyecto y el comienzo de los trabajos. Este fue el contrato de mayor importe que se adjudicó por Fundecyt. Ascendió a 19 millones y fue para una Ute participada por Sacyr y Gevora. Hay unos plazos marcados para le entrega de cada uno de los tres edificios del centro de investigación: la planta piloto tendrá que estar en abril de 2024, el edificio principal tiene fecha para su apertura de febrero de 2025 y el inmueble de la bioincubadora debe estar abril del año 2025.
Además del contrato para la redacción del proyecto y la construcción de los edificios, las otras licitaciones que destacan son las de los equipos de la planta piloto en la que se realizará la investigación. Dos de estos contratos, el de baterías de flujo y el de Banco de Ensayo o Microrred, han quedado desiertos y se tendrán que volver a sacar a licitación. En su presentación, el complejo de investigación se define como un centro que tiene que dar respuesta al almacenamiento de energía basado en diferentes tecnologías (litio, baterías de flujo, supercondensadores, metal-aire,,,) y a la economía circular (reciclaje, reutilización, ecodiseño…). También entre sus objetivos de investigación está la generación de hidrógeno, producción de combustibles sintéticos, captura de CO2 o las aplicaciones industriales del hidrógeno. De forma resumida, su función es la de resolver retos científicos y tecnológicos que permitan gestionar la producción de energías y garantizar el suministro de la energía almacenada en función de la demanda.
Las dos fechas claves de este centro de investigación son diciembre de 2021, cuando se publicó la resolución de la secretaría general de Investigación del Ministerio de Ciencia en la que se garantizaba su financiación, en su mayoría son fondos de la Unión Europea lo que obliga a su gasto y justificación en un plazos, y noviembre de 2022, en la cumbre hispano lusa donde el centro pasó de ser un complejo nacional a contar también con la participación portuguesa, desde entonces tiene la denominación de ibérico.
Para definir las funciones y objetivos del centro se contó con la consulta de más de doscientas empresas. Iberdrola anunció el pasado abril su participación en el centro de investigación cacereño.