«Es muy triste despedirme de la gente, que venía todos los días por aquí», indica el propietario

Adiós a otro comercio de toda la vida: Bardón cierra en Cáceres

El frutero traspasa su local ubicado en la plaza de los Maestros después de jubilarse

La jubilación de Jesús Bardón pone punto y final a su trayectoria profesional.

La jubilación de Jesús Bardón pone punto y final a su trayectoria profesional. / ALBERTO MANZANO

La emblemática frutería Bardón (ubicada en la plaza de los Maestros, aunque antes estuvo en Gómez Becerra) ha bajado la persiana para siempre, después de más de dos décadas de atención a los cacereños. El motivo no es otro que la jubilación, más que ganada, de su propietario, Jesús Bardón, tras 53 años de actividad laboral en diferentes establecimientos de la ciudad. Los vecinos de la zona, sus amigos y conocidos se lo repiten una y otra vez. «Me cuentan que les da mucha pena y que sin mí la plaza ya no será igual», señala. Y es cierto. Estos días atrás numerosos ciudadanos se han detenido, extrañados, a observar el cartel en el escaparate de su negocio donde indica que se vende o se alquila, otros miran dentro de la tienda.

Ya no habrá cajas con excelentes productos de la tierra expuestas en el interior del local, con sus maravillosas naranjas y manzanas, con sus rojas cerezas y con lo mejor de la huerta. Dejando huérfana de su compañía, amabilidad y simpatía a su fiel clientela. «Es muy triste despedirme de la gente, que venía todos los días por aquí. La relación cercana y directa, de hablar de cualquier cosa, de comentar, de charlar… Mi frutería siempre ha sido muy humana con el público. Los clientes se emocionan y te comentan ¿dónde voy a ir ahora?... pero bueno la vida es así, se cierra una ciclo y empieza uno nuevo», manifiesta con nostalgia este frutero de vocación.

Panorama actual de la céntrica plaza de los Maestros.

Panorama actual de la céntrica plaza de los Maestros. / Sergio Vela

No obstante, escuchándole no parece que es un tendero el que habla, o al menos no solo eso. Es como si fuera también el cliente de una frutería quejándose de cómo se ha encarecido la vida. «Se está poniendo por las nubes. Además las grandes superficies han hecho bastante daño al comercio de barrio. Las cosas han cambiado una barbaridad, y sobre todo, la forma de comprar. Antes la gente venía a por kilos de fruta y ahora los pedidos se reducen a pocas unidades», dice.

En este sentido, Jesús Bardón lamenta que «la plaza de los Maestros fue un sitio lleno de vida, pero que desde hace un tiempo son varios los locales que permanecen vacíos. Es el triste panorama que ofrece». Adiós a otro comercio de toda la vida en Cáceres.

Suscríbete para seguir leyendo