EL APUNTE

Los huecos que deja la mina

Son muchas las cuestiones que aún debe resolver el estudio de impacto ambiental por las objeciones presentadas

Hidróxido de litio

Hidróxido de litio

José Luis Bermejo

José Luis Bermejo

El proyecto de explotación de una mina subterránea de litio en Valdeflores presenta muchos interrogantes que se tienen que resolver, unas cuestiones que ponen sobre la mesa los organismos públicos y los colectivos a los que la Consejería para la Transición Ecológica de la Junta ha consultado para redactar el documento de alcance que la empresa de la mina debe tener en cuenta para la redacción del estudio de impacto ambiental, documento básico para determinar si la mina es viable.

Organismos y colectivos han puesto una serie de condicionantes a cumplimentar por la empresa para un tipo de industria que genera residuos y que presenta un fuerte impacto en el territorio que linda con la ciudad. El propósito del proyecto es la producción de 467.000 toneladas de hidróxido de litio en grado batería durante un periodo de 26 años en la planta industrial que se proyecta. Para esto se sacarán de la mina 47 millones de toneladas de mineral.

La empresa tiene que justificar qué sustancias se van a utilizar y qué piensa hacer con los residuos que generará la actividad minera e industrial. Es el Instituto Geológico Minero uno de los organismos públicos que más hincapié hace en esta cuestión al exigir una caracterización lo más rigurosa posible de los residuos que se generen en las distintas fases del proyecto, además reclama una explicación pormenorizada de las cantidades de residuos que se produzcan, ya que advierte de una diferencia en los datos aportados por la empresa en el proyecto inicial que presentó a la Consejería para la Transición Ecológica para que se redactase el documento de alcance.

Pero de todas las consultas que hace la consejería, la que más llama la atención es la que presenta el Consejo de Seguridad Nuclear. Son unas consideraciones generales, pero que ponen de relieve que las actividades mineras y de producción de hidróxido de litio son susceptibles de producir un impacto radiológico significativo sobre la salud humana y el medio ambiente. El Consejo de Seguridad Nuclear recuerda en su consulta la normativa que tiene que observar la empresa minera y obliga a que en el estudio de impacto ambiental se identifique el potencial impacto radiológico del proyecto centrado en casi todo el proceso: el material radioactivo asociado al mineral, a los estériles, a los residuos, al hidróxido de litio, al agua y a los lixiviados.

La consulta de la dirección general de Salud Pública es también destacable porque se trata de una explotación que se encuentra en las cercanías de la ciudad. Pide que se adopten medidas preventivas o correctoras que sean adecuadas pues la actividad de la mina podría resultar insaluble o molesta y podría producir la emisión de aguas ácidas o alcalinas. Salud Pública hace hincapié en la distancia que hay entre la mina y los núcleos de población cercanos, dada la presencia en las inmediaciones de un hospital, la universidad o una residencia de ancianos. La observación es para que se ajuste al menos a la distancia mínima que fija la legislación.

Y hace mención a una de las cuestiones que más se repiten en los informes. La incidencia en las aguas subterráneas dado que la actividad puede provocar emisiones de aguas alcalinas o ácidas por lo que se tiene que garantizar que no afecte al arroyo de Valhondo ni al acuífero del Calerizo.

No es un proyecto cualquiera, seguramente es el más importante al que se enfrenta Cáceres en toda su historia y el que más puede transformar el territorio que rodea a la ciudad, es de tal volumen que obligaría no a una modificación del plan general de urbanismo, sino a una revisión. En el documento de alcance se recogen otras incidencias que se tienen que tener en cuenta en el estudio de impacto ambiental:las garantías de que no se afecta a espacios naturales protegidos, la no adaptación al ordenamiento urbanístico de la ciudad, las medidas que se deben tomar ante la advertencia de que el patrimonio histórico de la ciudad no se puede ver afectado, que las aguas subterráneas no sufran daños..., son muchas objeciones a las que la empresa tendrá que dar respuesta en el estudio de impacto ambiental que redacte, un documento que saldrá a información pública y sobre el que informarán los organismos que han presentado su consulta al documento de alcance.

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