PETICIONES PARA LAS ELECCIONES DEL 28-M: HABLAN LAS BARRIADAS (III)

El Distrito Norte de Cáceres urge un chequeo a dotaciones, parques y seguridad vial

La zona de mayor expansión de Cáceres, que comenzó a gestarse en los años 80 y ya supera los 19.000 habitantes, detalla sus necesidades al alcalde que salga de las urnas este domingo

Concierto en un parque de la zona norte de Cáceres. Los vecinos recuerdan al ayuntamiento su compromiso de hacer accesibles todos estos espacios de recreo infantil.

Concierto en un parque de la zona norte de Cáceres. Los vecinos recuerdan al ayuntamiento su compromiso de hacer accesibles todos estos espacios de recreo infantil. / EL PERIÓDICO

Cáceres ha crecido por los cuatro costados durante las dos últimas décadas, pero muy especialmente por el norte. La ciudad acababa un poco más allá de Pinilla, en la cárcel vieja y sus casas aledañas, hasta que en 1988, a poco más de 600 metros de distancia, frente a Induyco, se edificó aquella primera urbanización de unifamiliares con un diseño moderno en una finca denominada Mejostilla de Espadero, en torno a la calle Simón Benito Boxoyo.

La barriada se amplió con varias manzanas de pisos y nuevas unifamiliares que acabaron conformando Mejostilla tal y como se conoce hoy. Pero a su lado también surgieron en muy pocos años grandes urbanizaciones como Gredos, Residencial Universidad, Cáceres el Viejo, Montesol, Vegas del Mocho, San Jorge, Ronda, Nueva Ciudad (en desarrollo), incluso un parque empresarial. Hoy, la zona norte tiene 19.340 habitantes, casi la cuarta parte del censo de Cáceres, y presenta una doble casuística: hay mejoras todavía pendientes porque los barrios crecieron a pasos agigantados, mientras que otras infraestructuras ya precisan un relevo.

Por ello, el Distrito Norte expone sus principales necesidades al equipo de Gobierno que lidere el ayuntamiento a partir del 28 de mayo. Lo hace dentro de la serie iniciada en enero por El Periódico EXTREMADURA para recabar las prioridades de distintos colectivos civiles, sectoriales y vecinales de cara a las elecciones. El norte ha seleccionado sus demandas más importantes, las que necesita para dar seguridad y bienestar a sus vecinos, y para aportar soluciones a espacios que llevan años con las mismas carencias.

Puntos negros para el peatón

Muchas urbanizaciones del distrito apenas tienen dos décadas. Están bien trazadas, con calles amplias en las que a veces se registra una velocidad excesiva por la distancia al centro. Hay dos puntos especialmente críticos para el peatón. El primero se encuentra en la calle Emilio Cardenal, que sale de la Ronda Norte para acceder al residencial Ronda, Gredos o Cáceres el Viejo. Nada más dejar a la derecha la entrada al parque comercial (Aldi, Sprinter…), existe un paso de peatones realmente comprometido, porque cruza los cuatro carriles de Emilio Cardenal en un tramo recto por el que muchos vehículos mantienen la velocidad que traen de Ronda Norte.

Ya se ha producido más de un susto, y por ello la mejora necesaria (elevar el paso) se incluyó en los Presupuestos Participativos, pero sigue pendiente. Los vecinos urgen al ayuntamiento a acometerla cuanto antes porque el tramo presenta un problema añadido: la parada del transporte urbano, situada justo antes, complica la visibilidad y aumenta el riesgo. «Cuando el autobús se para, los conductores llegan a sacar el brazo para pedir a las coches que bajen la velocidad, porque no ven al que cruza», describe el representante del Distrito Norte, Juan Merino. «Al menos en nuestra zona, muchas paradas se sitúan pegadas a los pasos de peatones. Debe haber alguna razón pero está claro que restan visibilidad», señala.

Paso de peatones de Emilio Cardenal.

Paso de peatones de Emilio Cardenal. / LOLA LUCEÑO

Existe otro tramo con un riesgo evidente, con sustos continuos. Una mujer llegó a salvarse por muy poco pero su mascota murió arrollada por un coche. Se trata del paso de peatones de la calle Valeriano Gutiérrez Macías, que separa Gredos y Ronda, situado en la parte superior del parque, en un tramo curvo y a la salida de un acceso peatonal.

Paso de peatones de Valeriano Gutiérrez Macías.

Paso de peatones de Valeriano Gutiérrez Macías. / LOLA LUCEÑO

«Es necesario elevarlo o instalar un semáforo, sobre todo porque cruzan muchos niños hacia el colegio Nazaret. Los conductores vienen rápido y por la tarde les da el sol de frente». La obra no se ha incluido en los Presupuestos Participativos porque el ayuntamiento afirmó que estaba planificada. El distrito insta a poner remedio antes que tarde.

Un barrio con un solo acceso

Precisamente, en la calle Valeriano Gutiérrez Macías también está propuesta otra actuación por parte de los vecinos. Consiste en dar una segunda salida a la urbanización Gredos por la parte baja del parque, es decir, prolongando la calle Río Jerte hasta confluir con Valeriano Gutiérrez. Desde la entrega de las primeras casas en otoño de 2002, este residencial de seiscientas unifamiliares y pisos sigue condenado a un solo acceso. «Necesitamos ya una alternativa», sostiene Juan Merino.

Deterioro en la Ronda Norte

Otra demanda de movilidad se centra en el auténtico eje del distrito: la Ronda Norte. «Hay que mejorar la señalización y el pavimento de la zona peatonal», advierte. Los carteles del Circuito de Acondicionamiento Cardiovascular, con tres rutas saludables creadas en 2006 por el Instituto Municipal de Deportes (10 km. con todas las indicaciones, incluidas las pulsaciones), ya no son visibles por el desgaste de los paneles. El pavimento también está deteriorado. Incluso las señales de tráfico tienen tal suciedad que resultan poco útiles para el conductor.

Dos de los paneles del Circuito de Acondicionamiento Cardiovascular de la Ronda Norte, ya impracticables.

Dos de los paneles del Circuito de Acondicionamiento Cardiovascular de la Ronda Norte, ya impracticables. / LOLA LUCEÑO

Sin dejar la pavimentación, hay dos calles que necesitan una remodelación en condiciones. Se trata de Peñalara y Río Alberche, incluidas en los Presupuestos Participativos para cambiar por completo el acerado, muy afectado por las raíces. Finalmente solo se han parcheado algunos tramos. El Distrito Norte, como el Oeste y el Sureste, piden que se dé más eficacia a estos Presupuestos Participativos, dotados con 1 millón de € que los ciudadanos eligen cómo invertir. Las obras tardan demasiado tiempo en materializarse.

Árboles tóxicos

Por cierto que en la calle Peñalara y en algunas vías de Mejostilla se precisa la sustitución de los ejemplares de cinamomo, no solo por el daño que provocan sus raíces, también porque su corteza y semillas son tóxicas, con el riesgo que conllevan para los niños. Incluso algunas mascotas han tenido que recibir atención veterinaria. «Ya se lo hemos comunicado al ayuntamiento, y hemos remitido vídeos de los problemas que genera esta especie en otras comunidades. Nos dijeron que los iban a cambiar, sería conveniente que lo hicieran en la próxima legislatura sin demorarlo más», insiste Juan Merino.

Un lago y un parque de olmos

Existe una gran extensión de terreno entre Cáceres el Viejo, Mejostilla, Gredos, Parque Empresarial Mejostilla y Polígono Ganadero, que siempre se ha considerado ‘parque rústico’ y que sucesivas campañas de Docu dotaron de arbolado. No prosperaron por los fuegos, pero tampoco hay mobiliario urbano, riego o mantenimiento de viales, más bien abandono y maleza. Ahora el distrito apoya la idea de Cáceres el Viejo de formar un auténtico ‘Parque de los Olmos’. Ya se han plantado árboles de esta especie resistentes a la grafiosis, una patología que ha acabado con buena parte de los ejemplares del Marco. La propuesta vecinal pasa por crear un verdadero parque rústico con viales, bancos...

Justo donde acaba este extenso espacio comienza un parque también amplio, pero dotado de pavimento, pérgolas, fuentes, bancos, columpios, jardines... Se extiende desde la calle Gonzalo Mingo hasta el Parque Comercial de Mejostilla, flanqueado precisamente por las viviendas de Ronda y Mejostilla. Pues bien, los vecinos de este último barrio plantean crear un lago artificial aprovechando la extensión del parque. Tendría fines deportivos, por ejemplo para organizar concursos infantiles de pesca.

Sin dejar los espacios de ocio, se hace necesario cambiar por completo los juegos del parque de la calle Castelar, en Gredos. Los niños que estrenaron este espacio tienen ahora más de veinte años y desde entonces no se ha realizado ninguna actualización, de modo que el mobiliario resulta ya obsoleto.

En este mismo apartado, el representante del Distrito Norte recuerda el compromiso que adoptó el ayuntamiento de dotar de accesibilidad a todos los parques de la zona, para que bordillos y otras trabas no impidiesen su uso y disfrute por todas las familias. En general, estas barriadas necesitan un chequeo de las barreras que siguen complicando el tránsito en silla de ruedas y a personas con movilidad reducida. Así lo afirman quienes deben ingeniárselas a diario para ir de un punto a otro salvando obstáculos, con recorridos a veces impracticables.

Barrios sin juegos infantiles

Siguiendo con los parques, Las Candelas y Montesol (pese a su amplia población) continúan sin disponer de recintos infantiles con juegos para los más pequeños, otra demanda urgente de la que debe tomar nota el próximo Gobierno local.

Muchas barriadas de la zona tampoco cuentan con parques biosaludables orientados a facilitar el ejercicio de toda la población, en especial de los mayores, que comienzan a representar un buen porcentaje del censo de esta zona norte.

Por cierto que los vecinos también proponen instalar mesas fijas de ping-pong en los distintos parques, puesto que se trata de una práctica deportiva en auge que facilita el ocio sano entre los jóvenes.

Reformas en las casas de todos

El apartado de las dotaciones pasa obligatoriamente por las dos casas de cultura del distrito. Está pendiente la pavimentación de la parcela adjunta al Centro Cívico de Mejostilla (aprobada en los Presupuestos Participativos), ya que presenta mal estado. En el recinto se desarrollan numerosas iniciativas.

Respecto a la Casa de Cultura de Mejostilla-Gredos, los vecinos llevan años pidiendo la adecuación de un aparcamiento en el terreno que rodea el edificio, muy necesario para la cantidad de personas de otros puntos de la ciudad que acuden al sinfín de actividades organizadas a diario. «Nos han llegado de decir que se trata de una zona ZEPA, cuando ese terreno ha estado años vallado dentro del límite de la casa de cultura. Solo hay que ver el catastro», puntualiza Juan Merino.

Estado de la alambrada de las pistas deportivas de Gredos.

Estado de la alambrada de las pistas deportivas de Gredos. / LOLA LUCEÑO

Muy cerca se sitúan las pistas deportivas de Gredos, otra asignatura pendiente, y cuanto antes, por el peligro que supone: «Las alambradas están rotas y los chavales pueden cortarse, falta una puerta en la cancha de fútbol, hay tapas de registro de electricidad partidas, los cristales de los vestuarios se han resquebrajado, los tableros de baloncesto se han deteriorado y abunda el pasto», describe el representante del distrito.

Línea 8: horario imposible

La Línea 8 del autobús urbano, que vertebra los barrios del Norte, también necesita mejoras. La primera es cuadrar la frecuencia del fin de semana, porque pasa cada 40 minutos y así es imposible calcular su llegada a cada parada con ese vaivén de horas, ni siquiera aprenderse la salida desde cada cabecera. «Hay que recurrir a la aplicación y mucha gente no sabe utilizarla», advierte Juan Merino. Los vecinos creen que debería pasar los festivos cada 30 minutos máximo, para facilitar además el cálculo a los usuarios.

Sin bajarse del autobús, la zona de Gredos también reclama que se prolongue la última parada solo unos metros para llegar a la parte alta de la barriada, ya que el vehículo no va más allá de la entrada y obliga a vecinos y trabajadores a cruzar toda la urbanización. La misma estructura de las calles lo pone fácil, puesto que existe una vía de subida y otra de bajada a continuación del trayecto actual, que por cierto realiza un giro prohibido.

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