LAS ELECCIONES A NUEVO MAYORDOMO TENDRÁN LUGAR DURANTE LA ÚLTIMA SEMANA DEL MES DE JUNIO

Belén García, primera mujer en optar a dirigir la cofradía de la Montaña de Cáceres

«Somos un equipo y venimos a trabajar», dice Belén García, única candidata desde 1638. Joaquín Floriano no lo descarta, pero no se pronunciará hasta la convocatoria oficial

Belén García Trujillo, primer mujera que optará a la mayordomía de la Cofradía de la Montaña desde 1638.

Belén García Trujillo, primer mujera que optará a la mayordomía de la Cofradía de la Montaña desde 1638. / CARLA GRAW

A finales de junio (la fecha concreta se anunciará en los próximos días) se celebrarán las elecciones a la Real Cofradía de la Santísima Virgen de la Montaña de Cáceres para determinar quién ejercerá como mayordomo número 89, desde que allá por 1638 Luis de Alcobaza desarrollara esta responsabilidad por primera vez. Será un mandato de cinco años muy especial al conmemorarse el 12 de octubre de 2024 el centenario de la coronación de la patrona, un aniversario para el que se espera un amplio calendario de actos, incluso el inicio de un año jubilar en otoño de este mismo año.

La cofradía prevé celebrar este miércoles un pleno durante el que se apuntarán varias fechas de la última semana de junio para llevar a cabo los comicios en la jornada que finalmente resulte más adecuada. Se inician ahora los trámites para la convocatoria definitiva. Hay dos posibles candidaturas de las que ya se habla en los círculos cofrades. Una de ellas estaría encabezada por María Belén García Trujillo (Cáceres, 1971), que sería la primera mujer en la historia de la cofradía en optar a la mayordomía. Ayer charló unos minutos con este diario y confirmó su intención de dar el paso cuando los comicios estén convocados.

La otra posible lista la lideraría Joaquín Manuel Floriano Gómez (Cáceres, 1961), quien ya ostentó esta responsabilidad entre 2008 y 2018. Prefiere no pronunciarse hasta que oficialmente se haya lanzado el proceso, pero admite a este diario que existe un «numeroso grupo de hermanos» que le anima a presentarse.

"Se lo debo a la patrona"

Aunque reconoce que llega el momento de que las mujeres den «un paso adelante» también en este ámbito, Belén García se presentará sobre todo «por una cuestión de devoción». Es la palabra que repite una y otra vez, y con esa devoción está dispuesta a asumir las responsabilidades que sabe que conlleva el cargo. «Creo que se lo debo a la patrona, porque en mi casa la Virgen de la Montaña siempre ha estado muy presente, es nuestra Virgen de cabecera, la que nos ha acompañado en todos los momentos familiares», afirma.

Fe y gestión. Sabe que lo segundo también será fundamental a la hora de dirigir los destinos de una cofradía de casi 400 años de historia, y asume el importante reto del centenario de la coronación. También considera necesario introducir algunos cambios, pero quiere dejar constancia de su «absoluto respeto» a lo que han hecho las directivas anteriores. «En ningún momento venimos a criticar nada». Y tiene muy claro su principal objetivo: «por encima de todo me gustaría que los cacereños sintieran la cofradía como algo propio, independientemente de que sean o no hermanos. No queremos que exista una desconexión entre la cofradía como institución y la sociedad».

Un «equipo»

Además, Belén García huye de los individualismos: «voy con un grupo de personas con un carácter bastante cercano, estamos todos a una. Aunque tenga que haber una candidata, somos en realidad un equipo». Desvelará los nombres si llega el momento de formar la directiva. «Esto no es una cuestión de cargos, nadie viene como vicemayordomo o vocal de cultos, aquí venimos a trabajar, a que la gente nos dé su confianza», indica.

Funcionaria del Instituto Municipal de Asuntos Sociales, Belén García forma parte de una familia apegada a la patrona y a las tradiciones de la ciudad. Su padre, Agustín García, era muy conocido por su histórica tienda de muebles y electrodomésticos en la Concepción, que tantos hogares vistió, y por ser jefe de gabinete con el alcalde José María Saponi. Belén vivió ese espíritu desde niña, y ya en 2011 no perdió la oportunidad de estar entre las primeras mujeres que pudieron cargar con la Virgen en las procesiones de subida y bajada. Desde entonces no ha faltado.

«Aportaciones útiles»

Por su parte, Joaquín Manuel Floriano opta por mantenerse «en silencio» mientras no se convoquen las elecciones, «por respeto al mayordomo y a la junta directiva actual», si bien no niega que «un nutrido grupo de hermanos» le están «incitando» a que vuelva a presentar su candidatura, «porque consideran que todavía puedo realizar aportaciones útiles a la cofradía».

Funcionario del Servicio Provincial de Recaudación de la Diputación de Cáceres, se alzó como mayordomo de la Real Cofradía de Nuestra Señora de la Montaña en 2008 (fue la primera vez que se presentaron cuatro candidaturas) y resultó reelegido en 2013. Ya en 2018 asumió la mayordomía Juan Carlos Fernández Rincón como único candidato, que ahora, al cumplir cinco años de mandato, decide dejar el cargo a nuevos aspirantes.

«Si volviera a dar el paso lo haría por esa sangre ‘montañera’ que me corre por las venas», confiesa Manuel Floriano al insistirle este diario por su motivación. «Siento una ilusión especial hacia la imagen y la cofradía, es algo innato por el hecho de ser cacereño. Desde pequeño formas parte de la cofradía y vas ampliando tus creencias por el afán de seguir fomentando la devoción mariana hacia la Virgen de la Montaña», se sincera. 

La sala museo se inaugura en junio

Las elecciones para renovar la directiva de la Real Cofradía de la Santísima Virgen de la Montaña pondrán fin al primer y único mandato de Juan Carlos Fernández Rincón, quien podría haber optado a la reelección pero ha decidido no hacerlo. «Tengo 69 años y serían otros cinco más. Yo creo que debe entrar savia nueva, sobre todo porque he estado diez años como vicemayordomo y cinco más de mayordomo. Seguro que vienen personas con más ideas», subraya.

Ello no quiere decir que a Juan Carlos Fernández Rincón no le cueste despedirse del cargo de mayor compromiso hacia la patrona. «Estos años han sido de los más importantes de mi vida, de los cometidos con mayor responsabilidad. Ante todo quiero agradecer el trabajo de la junta directiva, hemos sido amigos, hemos afrontado muchas tareas, y siempre ha habido consenso en todas las decisiones», afirma. 

De la etapa que ahora finaliza, destacan sobre todo tres proyectos. Primero, la creación del columbario bajo el camarín, que alberga 612 hornacinas con capacidad para 1.224 restos. Se han construido en madera de roble natural y las ánforas, con el escudo de la Virgen de la Montaña, están hechas en metacrilato.

Segundo, trasladar la tienda del santuario desde su ubicación tradicional, muy angosta, a la galería, donde tiene mucha mayor visibilidad y aceptación.

Tercero, la creación del centro de interpretación en una sala diáfana de unos 100 m2, tras acometer una obra en la antigua tienda y almacén, donde se expondrán mantos, fotos, ofrendas, cálices y distinciones que forman parte del llamado Tesoro de la Virgen de la Montaña. Son objetos de incuestionable valor simbólico, regalados desde 1626. La inauguración tendrá lugar a mediados de junio. Incorporará un audiovisual realizado por la Politécnica sobre el nacimiento del santuario y el significado de la Virgen de la Montaña en Cáceres. Además, se emplazará un altar en la primitiva cueva del eremita Francisco de Paniagua, donde se celebró la primera misa en el siglo XVII. 

Existe un cuarto proyecto: la reapertura del restaurante de la Montaña, propiedad de la cofradía, una vez convertido en asador con terrazas y espacio de avistamiento de aves. Será cedido por la cofradía durante 25 años a tres empresarios para que puedan explotarlo. «Me voy con la tristeza de no ver iniciadas las obras, pero los trámites avanzan y está a punto de finalizar el proceso administrativo», revela Fernández Rincón.