SALE A CONTRATACIÓN UNA MODIFICACIÓN DEL PLAN DE URBANISMO PARA CONSEGUIR INTEGRAR EL POLÍGONO EN LA CIUDAD

Cáceres afronta un nuevo intento para ordenar Charca Musia

Las previsiones del plan de 2010 no se cumplen y ha quedado emparedado entre dos urbanizaciones. Tendrá que presentarse una memoria de viabilidad económica que ha sido el principal inconveniente

Naves en el polígono industrial de Charca Musia, en primer plano, en una foto de archivo.

Naves en el polígono industrial de Charca Musia, en primer plano, en una foto de archivo. / EL PERIÓDICO

José Luis Bermejo

José Luis Bermejo

Charca Musia es una asignatura pendiente en el desarrollo urbano de la ciudad. Nació sin ningún orden y han sido varios los intentos, sin éxito, para su ordenación. Ni con el plan de urbanismo de 1999, que es cuando más cerca se ha estado, ni con el de 2010 se ha logrado una solución. Ahora se intenta con una adjudicación externa de los trabajos para una modificación puntual del Plan General Municipal (PGM) de urbanismo con cargo a una partida prorrogada del presupuesto de 2022. Las condiciones del concurso se publicaron este miércoles y se ha abierto el plazo para la recepción de ofertas. El objetivo de la modificación, según se recoge en los pliegos, es la reordenación de un entorno que está degradado, facilitar su gestión urbanística y la implantación de los usos municipales requeridos, que son un pabellón de ferias y aparcamientos, además se planteó hace un año que a este sitio también se podría trasladar el mercado franco.

La Charca Musia tiene 36 hectáreas. Parte está ocupado y otra parte se encuentra libre y sin urbanizar. El polígono ha quedado encajonado con Casa Plata y Maltravieso, al oeste, y con Vistahermosa, al este, además al sur tendrá en unos años la ronda sur. El plan de urbanismo en vigor mantiene la trama construida, pero solo en las parcelas preexistentes con una acreditación notarial anterior a enero de 2004, y proyecta la ampliación del suelo industrial y terciario (comercial) ajustándose a las normas que el plan fija para la zona, con un retranqueo de tres metros con la alineación principal y con una altura máxima de dos plantas. El plan en vigor da a este suelo una clasificación de urbano no consolidado.

Charca Musia ha quedado entre dos polígonos residenciales y con su extremo sur, donde parte del espacio se quiere destinar a un pabellón de ferias, sin desarrollar. En unos años quedará dentro del cinturón viario de la ronda sur.

Charca Musia ha quedado entre dos polígonos residenciales y con su extremo sur, donde parte del espacio se quiere destinar a un pabellón de ferias, sin desarrollar. En unos años quedará dentro del cinturón viario de la ronda sur.

Pero han transcurrido trece años desde la entrada en vigor del plan de urbanismo y no se ha hecho nada de lo proyectado en el mismo, por eso se propone ahora una modificación para encontrar una solución factible para ordenar el polígono industrial. El equipo redactor de la modificación tendrá que proponer una ordenación detallada y estructural que complete el plan en las siguientes cuestiones:las conexiones con la Ex-206, con la ronda sur y con las nuevas áreas urbanas de su entorno, compatibilizar su desarrollo con las condiciones ambientales de la zona (la charca y el subsuelo) y patrimoniales (vías pecuarias, de la Plata y el camino de Santiago) y una ordenación de los proyectos que el ayuntamiento, con suelo en este espacio, tiene para la zona, que son la ejecución de un pabellón para ferias y una playa de aparcamientos.

Otras dos cuestiones que tendrá que analizar el equipo redactor son las más complicadas: el estudio de los usos existentes y el régimen de legalidad y una memoria de viabilidad económica que analizará «las posibles implicaciones de la ordenación y de la gestión propuesta en función de las inversiones previstas, los agentes involucrados, los usos preexistentes y la lógica secuencial de su gestión», según se detalla en el pliego. Es el coste económico de la ordenación lo que siempre ha paralizado su desarrollo.

La Charca Musia surgió al contrario que otros polígonos, donde primero se urbaniza con viales y después se edifica, aquí se empezó a construir hace más de cuarenta años en un suelo rústico. A este desorden se quiso poner fin con el plan general de urbanismo de 1999, pero no se pudo. Los proyectos de reparcelación de las primeras zonas en las que este plan dividió el polígono recibieron numerosas alegaciones, y eso que eran las que afectaban a menos propietarios. Además se dejaba como espacio libre una de las zonas donde se habían levantado edificios que se tendrían que derribar.

La Charca Musia es un polígono industrial que hay que dotarlo de los servicios que tienen otros, ya que en la mayoría de esta zona industrial y terciaria (comercial) se hizo primero la nave sin esperar a la calle, y en el precio de las parcelas no se repercutió, como ocurre en otros polígonos industriales, el coste de una urbanización que no se ejecutó. Cómo se ordena y cómo deberá participar cada de unos de los propietarios, incluido el ayuntamiento que tiene suelo en la zona, de parcelas y naves se tendrá que especificar en la memoria de viabilidad económica. Pero la decisión no será solo de los técnicos que redacten la modificación, el pliego establece que «dadas las características concretas del ámbito de la modificación» se deberá contar «con un programa específico de participación ciudadana», que deberá contener «actuaciones de consulta previa, con un análisis y diagnóstico, y actuaciones de información y debate de alternativas».

El plan de ejecución de la modificación del plan general municipal es de nueve meses. En una primera fase se tendrá que presentar la memoria de participación y el documento con las alternativas de ordenación y gestión. En una segunda fase se deberá aportar la documentación necesaria para la tramitación de la aprobación inicial de la modificación con la alternativa que se haya elegido por parte del ayuntamiento. Por último quedan las fases para que el equipo redactor remita toda la documentación que permita la aprobación provisional, tras resolverse las alegaciones que se presenten, y la definitiva. El presupuesto del concurso, con el IVA incluido, es de 51.909 euros.