Entrevista |

«La cadena del litio podría cambiar el modelo económico de Cáceres»

El presidente de la Cámara de Comercio afirma que "nunca" en la historia de la provincia ha habido tantos proyectos encima de la mesa. Algunos son "verdaderamente transformadores" porque pueden generar a su alrededor un buen número de "industrias auxiliares"

Gabriel Álvarez, presidente de la Camara de Comercio e Industria de Cáceres.

Gabriel Álvarez, presidente de la Camara de Comercio e Industria de Cáceres. / TONI GUDIEL

No se puede esperar más. Cáceres debe reaccionar si quiere invertir su tendencia poblacional en descenso y borrar su marca de ‘tierra de emigración’. Otros territorios han retomado el crecimiento tras la pandemia y no esperan. La provincia cuenta esta vez con una «oportunidad histórica» de la que no había disfrutado jamás: varios proyectos de envergadura llaman a sus puertas con empleo bajo el brazo. Empleo, la auténtica clave para impulsar esta provincia. Así lo afirma Gabriel Álvarez, presidente de la Cámara de Comercio e Industria de Cáceres, órgano que ha sabido reunir desde enero a todas las asociaciones sectoriales y multisectoriales de la provincia. Habla de un momento único que hay que saber aprovechar.

Estos días arranca una legislatura decisiva. O Cáceres aprovecha todos los proyectos que por fin confluyen en la provincia, o la despoblación y la marcha de los jóvenes harán aún más daño…

Nunca en la historia de nuestra provincia ha habido tantos posibles proyectos encima de la mesa al mismo tiempo: la gigafactoría y la fábrica de cartones en Navalmoral, la fábrica de semiconductores en Trujillo, los proyectos industriales ligados a las minas de litio de Cañaveral y Cáceres (Valdeflores), el polígono CCGreen también en la capital, ampliaciones de industrias ya existentes, etc. Si llegan a materializarse, como así deseamos, podrían dar lugar al inicio de un cambio de modelo en nuestra economía, pasando a uno mucho más industrial. Algunos de ellos son verdaderamente transformadores porque pueden generar a la vez un buen número de industrias auxiliares alrededor, o en el caso del litio, la creación de un polo industrial de desarrollo en torno a la cadena de valor del litio y del vehículo eléctrico. Efectivamente esta debe ser la legislatura de la industrialización. Existen oportunidades que no hemos tenido nunca en el pasado.

¿Hacia dónde debe ir esa industrialización de la provincia?

Extremadura, y nuestra provincia en particular, debe aprovechar sus recursos naturales, un sector ganadero y agrícola avanzado y moderno que ha propiciado una industria agroalimentaria fuerte, innovadora e internacionalizada. Sigamos potenciándola para que se transformen aquí todos los productos que generamos. Tenemos además muchas horas de sol, agua, capacidad para producir energía renovable, la energía que ahora buscan las industrias: limpia, barata y con un precio estable en el tiempo. Por eso llegan esos proyectos a Navalmoral y a Trujillo, por eso quiere implantarse en Cáceres el polígono Eco Industrial CCGreen, todos vienen a aprovechar las ventajas del sol. Y todavía está por desarrollar el hidrógeno verde a partir de las renovables, fundamental para muchas industrias. Hay que aprovechar el camino que se nos abre. Trabajemos por tanto para que se instalen más empresas de esas características. Eso sí, claramente hay que construir más polígonos industriales grandes y modernos de Cáceres y Plasencia, que carecen de estas infraestructuras, porque sin ellos no podrán ubicarse.

Sostiene que el litio no solo abre una mina o una fábrica. El litio genera una cadena, de ahí que ustedes no se opongan… 

Tenemos la suerte de que en nuestro subsuelo estén algunos de los más importantes yacimientos de litio de Europa, un mineral escaso pero esencial para el futuro del coche eléctrico. Facilitemos la apertura de las dos explotaciones mineras y proyectos industriales ligados a ellos tanto en Cañaveral como en Cáceres. Por supuesto exijamos los mayores requisitos y garantías medioambientales a ambos proyectos, pero si los cumplen y se demuestra de forma transparente, no pongamos más pegas. La mina de Cañaveral y su fábrica asociada de cátodos supone una inversión cercana a los 600 millones y 800 empleos directos. Está en trámites administrativos y generará bastante dinamismo, esa riqueza que tanto necesitamos. La mina prevista en Valdeflores, en Cáceres, junto a la fábrica de tratamiento del litio ligada a ésta, también creará más de 700 puestos directos y casi 1.500 indirectos. Lo más importante es que entre ambos proyectos se puede formar un importante polo de atracción de industrias auxiliares y otras relacionadas con la cadena de valor del litio y del vehículo eléctrico, con capacidad para generar un cambio significativo en nuestro sistema productivo, en el modelo económico de nuestra provincia.

Todo ello en un contexto hasta ahora nada favorecido… Falta dinamismo, sobra despoblación.

Sin duda, la despoblación es el problema más grave que amenaza el futuro de Extremadura, especialmente en la provincia de Cáceres. Hay que actuar ya y de forma contundente para revertirlo antes de que sea demasiado tarde. El origen está en la bajísima natalidad y en el envejecimiento, pero sobre todo está en la falta de oportunidades y en la falta de suficiente dinamismo económico que pueda crearlas, lo que afecta muy especialmente a nuestros jóvenes, en particular a muchos de los más preparados, que ante la escasez de oportunidades de futuro dejan nuestra tierra.

¿Por dónde empezamos? ¿Cómo comenzamos a combatirlo?

 En primer lugar con más y mejores infraestructuras, y un régimen fiscal favorable y diferenciado para nuestra provincia, pero sobre con más emprendimiento, con un tejido empresarial más numeroso, con empresas de mayor tamaño y más industrializadas. Por ello es tan importante que todos estos proyectos que hemos mencionado salgan adelante y que otros que deben llegar se materialicen. En la capital cacereña, por ejemplo, el campo de las nuevas tecnologías ya está generando empleo, sigue creciendo. Ése es el camino que debemos seguir con los nuevos proyectos.

De hecho, ya hay puestos que piden personal en ese ámbito.

Existe efectivamente un problema de mano de obra especializada en algunos sectores. Tanto es así que para poder alcanzar la industrialización de la que hablamos en esta provincia, tenemos que trabajar seriamente la formación, sobre todo la dual, tanto en el aula como directamente en las empresas.

Las comunicaciones siguen siendo un hándicap… 

El déficit crónico en infraestructuras que han tenido y tienen Cáceres y Extremadura, nos ha hecho pagar durante décadas un importante precio en términos de pérdida de competitividad de nuestro tejido productivo. Sin una mejora sustancial de la conectividad con el resto de España y Europa, no se materializará ningún proceso de transformación industrial duradero y a largo plazo. Es urgente la EX – A1 hasta la frontera portuguesa; la construcción de los 90 kilómetros de vía ferroviaria de la Ruta de la Plata entre Plasencia y Salamanca, que permita conectar por el oeste las dos redes ferroviarias del eje atlántico, para trenes fundamentalmente de mercancías; la autovía Cáceres-Badajoz cuyos plazos de ejecución son escandalosos; o la alta velocidad hasta Madrid.

Hablamos de futuro… ¿Pero cómo está ahora el tejido cacereño?

No podemos olvidar que los 25.000 negocios de la provincia son la principal fuente de riqueza y empleo. Por ello, hay que cuidarles lo mejor posible, facilitándoles al máximo el ejercicio de su actividad, con una fiscalidad mucho más beneficiosa, con unas normativas menos restrictivas, más amables y simplificadas que impulsen la puesta en marcha de nuevos negocios y empresas, así como la aligeración de trámites y cargar burocráticas.

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