Entrevista al líder del PSOE | Luis Salaya Alcalde en funciones de Cáceres

Luis Salaya: "Si me quedase, dentro de seis meses empezaría a ser un elemento incómodo"

El alcalde en funciones de Cáceres dice que su partido tiene que reconstruirse y buscar un nuevo líder. Volverá a su trabajo, se centrará en su familia, en su pareja y en tener un hijo. El dirigente socialista advierte: "No habrá sorpresas. No apareceré en ninguna lista"

El alcalde de Cáceres, Luis Salaya, esta mañana, durante su entrevista con este diario.

El alcalde de Cáceres, Luis Salaya, esta mañana, durante su entrevista con este diario. / Sergio Vela

Miguel Ángel Muñoz Rubio

Miguel Ángel Muñoz Rubio

Tranquilo, sereno y satisfecho de su paso por la alcaldía, Luis Salaya (Zaragoza, 1988) cumplirá 35 años el mes que viene. Sus padres siempre le han pedido "que no les avergonzase" y que supiera irse, de manera que tras perder las elecciones, el dirigente socialista que mejor lideró la crisis del coronavirus reitera que abandona la política, pero no la militancia. En esta entrevista con El Periódico Extremaduradice que se centrará en su pareja y en formar una familia porque quiere tener un hijo. Asegura que no habrá sorpresas, que no aparecerá en una lista y que se va porque su partido tiene que reconstruirse y buscar un nuevo líder para Cáceres.

¿Cómo se encuentra?

Bien. Tranquilo y trabajando mucho. La noche de las elecciones le dije a Rafa Mateos que le iba a dar un traspaso de poderes ejemplar. Eso no es cuestión de buena voluntad; ahora estamos recabando informes, redactando asuntos pendientes, intentando contactar con los proyectos privados interesados en la ciudad para animar a los inversores a mantener las expectativas y a comprometernos a que en ese traspaso de poderes se le informará de ellos al futuro alcalde.

¿Y desde el punto de vista personal?

Bien. Me hubiera gustado ganar las elecciones, está claro. Quería ser alcalde otra legislatura y me queda un poco la sensación de trabajo a medio hacer, pero por el resto, bien. Tengo la suerte de que por mi vida y mis cuestiones personales no tengo incertidumbres sobre de qué voy a vivir o en qué voy a trabajar, porque no soy un político profesional, estoy aquí por vocación y por interés de servir a la ciudad. Tengo una empresa que creé en su día con un compañero de la universidad, que funciona muy bien y en la que están deseando que me incorpore. Estoy en un momento de mi vida en que tengo que pensar en cómo me voy a organizar personal y familiarmente, así que estoy muy tranquilo.

¿Qué es lo que ha pasado?

En el análisis electoral tenemos más votos y un concejal más. Eso es bueno. En términos generales el resultado no es dramático, no es malo, pero nosotros teníamos expectativas de ganar las elecciones y de gobernar. Era lo que queríamos. Y no hemos alcanzado ese objetivo. Han pasado muchas cosas. Creo que la tensión de la política nacional no nos ha beneficiado; entre otras cosas porque aquí hemos estado contando el relato de una política dialogante y de consenso que ha funcionado bien en la ciudad y que ha traído muy buenos resultados en términos generales. Pero ese relato ha sido discordante con la tensión que se ha vivido políticamente a nivel nacional. La nacionalización de la campaña no ha ayudado tampoco, obviamente. Ha habido demasiada política nacional en las elecciones autonómicas y municipales y una presencia tremenda del escenario nacional que creo que no nos ha ayudado en nada, la verdad. Más allá de eso no hemos sido capaces de seducir a una parte de la ciudad que no nos ha apoyado históricamente y que teníamos la obligación de hacerlo. Cuando vemos los colegios electorales, se desprende que nos ha ido muy bien en los barrios tradicionalmente socialistas, en los nuevos desarrollos, en La Mejostilla, en Maltravieso... pero la diferencia en el centro, en muy pocos metros de ciudad, es enorme: insalvable. Está claro que no hemos sido eficaces a la hora de seducir a esa parte del electorado.

¿Le hubiera gustado hacer una campaña con más fuerza?

No creo que las campañas importen tanto. Realmente hemos hecho mucha calle. Es cierto que hemos hecho pocas convocatorias a los medios de información, pero hemos pisado todos los barrios, con mesas informativas. Creo que ha sido una campaña intensa. Había una buena valoración de la gestión, así lo decían todas las encuestas, incluida la de El Periódico Extremadura, que ha sido la que más se ha acercado al resultado. Había una valoración buena sobre mí como candidato y hemos personificado la campaña, pero no creo que esa campaña haya supuesto un impacto en el resultado en las urnas.

¿No cree que se precipitó la noche electoral al decir: 'Me voy' cuando su resultado ha sido bueno?

No me precipité porque la decisión estaba tomada mucho antes. Ayer respondía a muchos compañeros de partido que me planteaban esto. Desde hace tiempo tenía decidido que si se daba el escenario que se dio el de la noche electoral no me iba a quedar liderando la oposición cuatro años más. Es la tercera vez que me presento a las elecciones. Lideré la oposición perdiendo y mejorando el resultado hace ocho años, gané la elecciones con un resultado mejor hace cuatro años y he sido alcalde, y ahora he vuelto a perder las elecciones pero con el mejor de los tres resultados, por cierto. No sería positivo. Entiendo que hay mucha gente que ahora quiere que me quede, pero dentro de seis meses ya no querrán. Ahora quieren que me quede porque a mucha gente, la idea de que haya dimitido la noche electoral le puede parecer que genera la idea de que soy un líder que no necesita esto, que no se queda agarrado al sillón a cualquier costa. Pero si me quedase, dentro de seis meses empezaría a ser un elemento incómodo. Mi partido tiene que reconstruir un proyecto, tiene que volver a prepararse para gobernar. Y aparte, yo he prestado aquí un servicio durante mucho tiempo. Cumplo 35 años el mes que viene y tengo que tener una vida personal. Tengo una pareja, queremos tener hijos. Tengo un negocio, un socio con el que me había comprometido a volver a mi trabajo si perdía las elecciones. Mi compromiso era con la política local, es decir, aquí no va a haber sorpresas. No voy a aparecer en listas dentro de unas semanas ni voy a postularme para nada dentro de unos meses. Tengo la obligación de volver a una empresa que monté en su día y de la que ya me he ausentado mucho tiempo.

O sea, que deja la política

Dejo la primera línea, pero no la militancia. Milito desde los 14 años y es muy importante para mí. Voy a seguir estando cuando me necesiten mis compañeros (que eso se dice siempre, pero es la verdad) y, además, me gustaría seguir opinando muchas veces. No voy a ser una presencia molesta, y precisamente una de las razones de que me vaya es no ser una presencia incómoda. Me aterraría la idea de que dentro de un tiempo alguien me tuviera que pedir que me marchase. Me he educado en una cultura política en la que cuando no cumples los objetivos, y es lo que ha pasado ahora, tienes que marcharte y dejar que otro continúe. Pero me gustaría seguir opinando, y a quien me pregunte dará mi opinión, como he hecho hasta ahora. Una de las cosas que más valoro y que me ha hecho estar con Guillermo Fernández Vara es que ha contado con mi opinión durante mucho tiempo y en muchos momentos. Me gustaría seguir opinando, pero en abstracto, no metiéndome en líos. Creo mucho en el futuro de esta tierra y voy a seguir aportando en todo lo que pueda a que siga creciendo.

Lo que queda claro es que deja a su grupo municipal huérfano.

Tengo un buen grupo, con experiencia, al que he pedido que aguante y que se queden a hacer oposición. Por suerte hemos ido dando los relevos muy bien, con renovaciones periódicas, razonables. Entra gente nueva, pero también perfiles que han estado en el gobierno. Hay gente capaz y muy preparada en el grupo municipal y creo que con la experiencia que traen no me necesitan para hacer una buena oposición.

¿Y cómo va a ser el traspaso de poderes, va a tomar posesión y luego va a presentar su renuncia al acta?

Ahora mismo tenemos que tomar decisiones con el PSOE, porque hay una parte de las decisiones que debe adoptar mi partido, pero en principio pienso tomar posesión del acta para cumplir con la cortesía institucional lógica, otra cosa no sería planteable, en el pleno de investidura. Hacer el traspaso de poderes, incluso iniciándolo antes del pleno si así lo quiere el futuro alcalde, porque es obvio que va a ser alcalde, y cuando pase el pleno de investidura me gustaría renunciar al acta inmediatamente o casi inmediatamente.

¿Quién ocupará su puesto?

Eso lo decidirá el PSOE. Cualquiera está preparado.

Bueno, unos más que otros. Para ser un líder se requiere un perfil

Sí. Pero hay varios concejales con cualidades suficientes para asumir ese papel. El PSOE tiene que hablarlo tranquilamente y decidir quién quiere que lidere este tránsito, que no será fácil, porque el paso a la oposición nunca es fácil, hay que ser inteligente y tomar buenas decisiones. Lo bueno es que conocen muy bien esta casa y que tienen ganas de cumplir con su labor de fiscalización del gobierno. A partir de ahí lo que espero que planteen una oposición constructiva y una fiscalización dura, como yo lo planteé en su día, pero tendrán que decidir cuál es su estilo.

Usted gestionó una pandemia, además lo hizo bien. Pero eso en las urnas no se ha visto

No me genera una sensación de decepción. Cuando gestionamos la pandemia, la sensación que teníamos era consciencia de que habíamos terminado nuestra etapa política. Tomamos decisiones muy difíciles y las tomamos pensando en que no íbamos a repetir. Podríamos haber enarbolado la bandera de la libertad y de las cervezas, de decirle a la gente lo que quería oír, pero decidimos dar la cara, no nos guardábamos nada. Daba ruedas de prensa de todos los días y la daba porque entendía que estábamos en un momento en el que no podíamos hacer ni el más mínimo cálculo electoral, y realmente porque pensábamos que después de eso no había nada. Pensábamos que cuando terminara la pandemia, si llegábamos al final de la legislatura, en el caso de que no tuviéramos que dimitir antes, la gente habría interpretado muy mal nuestras decisiones, aunque entendiéramos que eran las correctas. Después de eso la gente nos ha tratado muy bien. Y eso ha sido realmente sorprendente. Dábamos por hecho que ahí se terminaba todo, hicimos muchos sacrificios, y la ciudad nos ha tratado muy bien, con mucho cariño. Nos ha ayudado a gobernar, se ha implicado en todo lo que hemos hecho. Es decir, que más allá de lo difícil que ha sido la legislatura, estos años han sido un regalo. No estoy decepcionado sino agradecido por el cariño, que antes y ahora, después de la noche electoral, está siendo abrumador.

Y además a Cáceres han venido más turistas que nunca y más rodajes que nunca.

Sí. Con muy buenos datos de empleo, además. Con un incremento del 30% del PIB... La ciudad está objetivamente muy bien. Creo que hemos hecho un buen trabajo, y esa es la misión. Creo que con la ciudad hemos cumplido. Más allá de eso, la gente elige. No hay más. Es cierto que no esperábamos perder, pero las semanas antes de las elecciones fuimos conscientes de que las cosas no iban bien en ningún sitio. No esperábamos que se perdieran tantas comunidades autónomas, pero en nuestro caso sí barajábamos este escenario.

Hay otros proyectos, como el centro budista o la mina. ¿Han marcado el voto?

Mucha gente me dice que la mina, la mina, la mina, pero yo me pregunto dónde están los votos de la mina. Porque en el ayuntamiento solo ha entrado un partido que se opone frontalmente a la mina, que es Unidas Podemos, y ha entrado con un concejal menos y con muchos menos que en las anteriores elecciones. El otro partido que mantenía esa postura es Cáceres Viva, que ha sacado un resultado que ni se acerca de lejos a la obtención de un concejal. Pienso que el debate en los medios y en la política local va por un sitio y las preocupaciones de la gente en la calle van por otro. Y estas han sido unas elecciones muy emocionales, más allá de los proyectos específicos, de los datos, de la situación de la ciudad. Mucha gente en España ha votado con las tripas y en una ciudad como Cáceres si la gente vota con las tripas puede olvidarse de que le caemos muy bien.

Hemos hablado de la tendencia nacional y de las cosas que ustedes han hecho bien, pero ¿qué fallos han cometido para perder la alcaldía?

Lo veo bastante claro. No hemos sido capaces de seducir a los mayores. Hemos trabajado muy bien la asistencia, la dependencia, los cátering a domicilio, se ha hecho muy buena política para la tercera edad, pero seguramente en nuestro discurso, en nuestro relato de la ciudad, en la recuperación del esplendor cultural de Cáceres hay una parte de los mayores con la que no hemos sido capaces de conectar.

Ahora llega un nuevo alcalde, Rafa Mateos, el candidato del Partido Popular, un hombre con talante y dialogante, pero lo cierto es que debe gobernar en minoría y con Vox en el arco municipal. ¿Le preocupa que en algún momento necesite a este partido para situaciones trascendentales como el presupuesto, la bajada de impuestos o sus macroproyectos de recuperación del Camino Llano, la Ribera, Virgen de la Montaña y una piscina climatizada en Nuevo Cáceres?

Es complicado esto. Lo que le deseo a Rafa y lo que espero de él es que tenga la cintura suficiente y la inteligencia política para separarse de Vox y para ser capaz de no necesitarles, porque creo que puede hacerlo. Porque no me interesa, porque no soy de los que crean que cuanto más dura sea la derecha mejor nos va a ir. Quiero un gobierno que no le haga daño a los vecinos. Quiero una ciudad en la que las personas LGTBI estén bien, en la que los migrantes no tengan miedo, en la que se trate bien a nuestra gente y en la que la expresión cultural sea rica. Y en ese sentido pienso que va a hacer falta mucha inteligencia y mucha capacidad de maniobra para evitar que Vox condicione la acción de gobierno. Pero también creo que pueden conseguirlo si son inteligentes. Se puede conseguir casi cualquier cosa. Yo he gobernado con peores mimbres y hemos sido capaces de gobernar con esa geometría variable que decía Zapatero.

Y en esa geometría variable está la Junta de Extremadura

Veo la situación complicada. Ayer estuve en la Ejecutiva Regional del PSOE y dije que hemos ganado las elecciones en Extremadura. La obligación del presidente Vara es intentar formar gobierno; es muy difícil, muy difícil, pero las formas importan y en ese sentido el partido que más votos ha obtenido en la Asamblea de Extremadura tiene que intentar formar gobierno, y a partir de ahí, si no lo consigue, el Partido Popular tendrá que ver de qué es capaz con lo que tiene. Pero espero no tener un gobierno en el que esté Vox en Extremadura.

Un Fernández Vara que, por cierto, vino a verle el día después de no ganar los comicios

Fue una conversación rica. Desayunamos y compartimos reflexiones.

¿Qué mensaje quiere lanzar a la ciudadanía?

De agradecimiento. Hemos recibido mucho cariño. No he estado mal en ningún sitio, solo, con mi pareja, sin malas palabras, y estoy agradecido. Estoy recibiendo cientos de mensajes de jóvenes, así, literal. Jóvenes que no entienden qué ha pasado, que piensan que la ciudad ha cambiado, que la están disfrutando. Les quiero decir a los jóvenes que eso lo hacen ellos, que nosotros hemos ayudado y hemos puesto los mimbres. Si ellos no sueltan la calle, la ciudad no se apaga. Así que les animo a que mantengan la vida y el color que le hemos dado a la ciudad.

¿Sus padres están contentos?

Siempre me han dicho, desde que me presenté por primera vez a las elecciones, que no les avergonzase. Están contentos de que haya gobernado con honradez y con solvencia. Y que haya sabido irme, que hoy en día es algo importante.

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