ECONOMÍA SUMERGIDA EN LOS EVENTOS: LOS EFECTOS SOBRE EL SECTOR

El aluvión de enlaces en Cáceres dispara los servicios ilegales

Esta competencia desleal registra «un aumento muy preocupante», que pone «en peligro» a los negocios. Maquillajes, fotos, música, ‘videomatón’, ‘hora loca’, decoración... Hay intrusismo en todas las actividades

Enlaces que parecen congresos con sus ambientaciones, la ‘hora loca’, música en directo, una interminable cobertura fotográfica, ‘vídeoinvitaciones’, regalos por doquier… «Las bodas de ahora no son eventos, muchas son eventazos», afirma la presidenta de la Asociación de Empresarios del Comercio de Cáceres (AECA), Paqui Campos. Y así parece, porque han crecido tanto en gasto como en cantidad. Antes de la pandemia, la provincia registraba unas 1.100 anuales. Tras el parón del confinamiento ya hubo 552 enlaces en 2020 pese a las fuertes restricciones, cifra que se duplicó hasta 951 en 2021, en medio de las olas de coronavirus. Los datos de 2022 no están publicados pero la realidad indica que los matrimonios van al alza. En Cáceres, hay peluquerías con reservas para 2025 y negocios de decoración contratados para 2026.

Más bodas, y también más ostentosas. Vuelven los ciento y pico de invitados, incluso en algunas comuniones. Y si los menús se han disparado con los puestos de quesos, vinos, sushi, mariscos o embutidos en el lunch de bienvenida, y los vestidos de novia cuestan más del doble del salario mínimo, a ello se añade una auténtica batería de complementos que disparan el presupuesto que barajan los novios. Por eso también aumentan las actividades ilegales en torno a los eventos: servicios a domicilio de flores, maquillaje, peluquería o decoración contratados con personas que no están dadas de alta para abaratar el gasto.

Una «economía sumergida» en el sector que está experimentando «un crecimiento exponencial muy preocupante», y que pone en peligro la supervivencia de pymes y autónomos «legales». Así lo denuncia AECA, colectivo que muestra su preocupación por la «gran competencia desleal» que sufren «muchos negocios» en la época de bodas y comuniones. A ellos mismos les llegan ofertas de servicios a través de redes sociales, que se desarrollan «como prácticas ilegales, sin ningún tipo de control, sin garantías de formación ni profesionalidad, sin seguro obligatorio para el desarrollo de la actividad».

Esta competencia ilícita siempre ha existido, «pero a raíz de la pandemia se ha incrementado porque personas que se quedaron sin trabajo optaron por estas actividades y con el tiempo algunas se dieron de baja como autónomos porque no podían asumir los gastos, de modo que se han quedado en la economía sumergida. Hablamos de un perjuicio muy serio a los negocios que cumplen con todos los requisitos», subraya Paqui Campos. De hecho, la competencia desleal «es sangrante» porque ya afecta a las numerosas actividades que rodean los eventos: desde el típico maquillaje de la novia y sus allegadas, hasta la peluquería, generalmente por parte de personas que acuden directamente a las casas. Pero también la música y los disc jockeys, servicios que se contratan verbalmente sin dar cuenta de ello.

Ni qué decir tiene el ‘photocall’ o el ‘photomatón’ (temáticos, personalizados...), por los que pasan todos los invitados con poses más disparatadas a medida que avanza la fiesta. O el pack ‘hora loca’, una tradición popular que llega de América Latina en la que todo se revoluciona: la música, las luces, la brillantina, los disfraces... Últimamente también se solicita mucho el ‘videomatón 360º’, una plataforma circular con una cámara giratoria que graba a los invitados bailando o como deseen. Todo ello lo ofrecen las empresas de eventos con los seguros y las garantías obligatorias, pero es objeto de actividades ilícitas.

Las decoraciones de distintos rincones con globos, flores o elementos naturales y rústicos llevan tiempo en muchas bodas cacereñas: el set de bienvenida, el set de distribución de las mesas… «También está muy solicitado el rincón del ‘glitter’ o brillantina, donde los invitados de todas las edades se maquillan con brillos, tatuajes, piedras…», detalla la presidenta de AECA, que además gestiona una empresa del sector.

En cuanto a las fotos, empiezan en la preboda y ya no paran hasta el final del evento. Además se preparan las ‘vídeoinvitaciones’ con momentos importantes para los novios, «incluso se hacen con ilustraciones tipo cómic pero siempre en vídeo para enviar por WhatsApp o por correo», puntualiza Paqui Campos. Algunas parejas también contratan previamente un servicio que les enseña un baile nupcial especial, incluso a sus amigos.

En las bodas actuales hay regalos para todos los invitados, por supuesto algunos muy especiales para padres, abuelos, primos y amigos íntimos. Las mesas de dulces ya están en cualquier evento, otra práctica donde la competencia desleal hace mella. Es cierto que algunos hoteles comienzan a exigir el alta en la Seguridad Social y el registro sanitario a todo el personal externo que acude a maquillar, peinar o llevar tartas en caso de repostería.

La animación y atención a los niños con talleres, hinchables (castillos, acuáticos...), personajes, cuentos, magia o DJ está especialmente cuidada por las empresas de eventos, que establecen ratios adecuadas por monitor, e incluso servicios de Técnicos en Educación Infantil para niños de 0 a 3 años con seguros de responsabilidad civil.

Denuncias ya interpuestas

En un mundo donde caben tantas posibilidades, la competencia desleal ha encontrado un filón. «Todas estas actividades también las ofrecen personas al margen de la legalidad sin ninguna garantía», insiste Paqui Campos. Prácticas que son denunciadas ante la Inspección de Trabajo pero que siguen desarrollándose, de ahí que los negocios pidan una actuación más taxativa, con el mismo rigor que les exigen a ellos las tasas e impuestos preceptivos.

Porque las empresas del sector tienen una batería considerable de gastos, además del sueldo de los trabajadores y la Seguridad Social: «Pagos extras en horarios especiales de fin de semana, cuota de autónomo, seguros de responsabilidad civil, seguros específicos de accidentes según la actividad, protección de datos, previsión de riesgos laborales, seguridad e higiene en el trabajo, protocolo de acoso, alquiler o hipoteca del local en muchos casos, teléfono, luz, agua, IBI, IVA, IRPF…», detalla Paqui Campos. «Dime si es posible competir con esos gastos frente a una persona que no paga absolutamente nada. Se está poniendo en riesgo la continuidad de algunos negocios», advierte.

Ante ello, los empresarios del comercio piden «un cambio de mentalidad» en los ciudadanos que «deben ser conscientes» de que contratar este tipo de servicios «constituye un enorme perjuicio tanto a la economía nacional como a los autónomos y emprendedores legalmente constituidos».

Como solución, AECA cree necesario un mayor control del dinero no declarado, así como rebajar la presión fiscal e incentivar a los que mantienen «una correcta relación» con Hacienda y la Seguridad Social. La presidenta plantea que una menor carga en impuestos ayudaría a las personas que están en la economía sumergida a salir a la legalidad, especialmente una rebaja en el pago a la Seguridad Social, que supone una “losa” para los autónomos y que deriva muchas veces en estas situaciones. 

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