Que en tu calle siempre huela a aguas fecales, más si no corre el aire, que pases de una acera a otra con precaución por si se te cruza una rata, que debas taponar todos los orificios de fregadero, bidel, baño y ducha para que no salgan cucarachas, que tengas que dormir con el insecticida al pie de la cama… Así viven vecinos de la calle Santa Lucía, en Aldea Moret, que ya no aguantan más. Esta semana han presentado sendos escritos en la Jefatura de Policía Local y en el ayuntamiento advirtiendo de lo que está pasando.
Pero no solo ocurre a vecinos de bloques de la calle Santa Lucía, los que están enfrente de las traseras de los edificios con acceso por la calle Jesús Nazareno, los números 43, 45 y 47. También en el centro de salud de Aldea Moret, en dependencias de su planta baja, tienen que cerrar las ventanas por los malos olores y la presencia de mosquitos, en esta planta hay consultas. Uno de los laterales del centro de salud tiene fachada y una entrada que está enfrente de los edificios de la calle Jesús Nazareno.
En la planta baja del centro de salud tienen que cerrar las ventanas a causa de los mosquitos y los malos olores
Los residentes de Santa Lucía achacan lo que está pasando a una avería en los bloques de Jesús Nazareno, un desperfecto que hace que se viertan aguas fecales al garaje de estos bloques, que están cerrados, y que esto sea un foco para insectos y roedores, además de los malos olores. Desde la calle, por las rendijas del aparcamiento que dan a la vía, no solo se siente el mal olor que sale de dentro, sino que se escucha la caída, cada poco tiempo, de agua. La construcción de estos edificios de la calle Jesús Nazareno los promovió la Junta para viviendas sociales. Los vecinos de la calle Santa Lucía también trasladarán su queja a la administración autonómica para que se dé una solución.
Por parte de la dirección general de Vivienda de la Junta de Extremadura se detalló este miércoles que se solicitará a la comunidad de propietarios de los bloques de viviendas de los números 43, 45 y 47, de la que también es parte la administración autonómica como titular de pisos en estos portales, «el desatasco y limpieza de los elementos de saneamiento general, así como la limpieza y retirada de las aguas filtradas al garaje», según se detallo desde la Consejería de Movilidad, Transporte y Vivienda a preguntas de este diario.
En la calle Santa Lucía, Fernando Martín, uno de los vecinos, cuenta lo que está pasando: «tiene que ser una obstrucción en la bajante de las aguas fecales, la consecuencia es que hay malos olores, ratas, mosquitos y cucarachas». Es por la tarde y en la calle están reunidos varios vecinos de uno de los bloques de Santa Lucía. Una vecina de un edificio colindante pasa en ese momento por delante de ellos y participa en la conversación, «el otro día vi una rata como un gato, te entran ganas de vomitar», narra. «Así no se puede vivir», sentencia.
Los testimonios de los vecinos se repiten, todos sufren por los malos olores y por la presencia de ‘bichos’. «Hemos tenido que colocar trampas para las cucarachas dentro de casa, poner mosquiteras en la ventana y taponar el fregadero, el bidel y la ducha», cuenta Raúl Martínez. Pablo Liberal, que está a su lado, asiente y alude «al gran tamaño de los mosquitos». «Eso –en alusión al interior del garaje de los bloques de Jesús Nazareno- tiene que ser como un zoológico», agrega otro de los participantes en el corro de vecinos.
«No podemos ni abrir nuestras ventanas», se quejó Carmen Iglesias. «Olores, cucarachas, mosquitos…, no vemos que nadie se preocupe», agregó Emilia Peral. Y Jacinto González, que reside en el mismo bloque que ellas, repite lo mismo: “ratas, olores y de todo, y nadie nos hace caso», lamenta.
En la denuncia que otra de las vecinas, Petra Aparicio, puso esta semana en el Jefatura de la Policía Local se detalla como residentes de la calle Santa Lucía «venimos sufriendo desde hace tiempo olores fecales» procedentes de los garajes de la calle Jesús Nazareno, además de «una plaga de mosquitos tigres que han invadido nuestras casas y que están afectando a nuestra salud», insectos que «perturban el sueño, no pudiendo ventilar nuestras casas», dado que, pese a las mosquiteras, «se cuelan en las viviendas». Los insecticidas que usan son «ineficaces para matar a este tipo de insectos».
En la denuncia se cuenta como esta situación, de aguas fecales estancadas, «se viene repitiendo desde hace varios años y se agrava con las altas temperaturas» sin que se esté dando una solución «por parte de los responsables del mantenimiento» de los bloques de la calle Jesús Nazareno. La denuncia ante la Policía Local acaba con un ruego: «que a la mayor brevedad posible se adopten las medidas oportunas para que se dé una solución definitiva a este problema» de salud y limpieza.
El administrador del número 23 de la calle Santa Lucía también ha registrado esta semana un escrito en el ayuntamiento en el que denuncia la situación de insalubridad que se está dando en Santa Lucía a causa de la avería en las canalizaciones de las aguas residuales de los bloques de la calle Jesús Nazareno, que «produce malos olores en la calle y en los alrededores del residencial, así como una plaga de mosquitos tigres que impide que en las viviendas de la comunidad que represento se puedan abrir las ventanas». Lo que se demanda en el escrito es «que se elimine esa plaga, como ha ocurrido en ocasiones anteriores», además se exige «el arreglo de las instalaciones» por parte del titular de la misma «lo antes posible y de forma urgente».
Lo que está pasando no es nuevo, ya en 2019 se denunció que el centro de salud se había llenado de moscas por una avería de las bajantes de aguas residuales en los edificios de la calle Jesús Nazareno. Entonces la situación se agravó porque se rompió una arqueta situada en el exterior de la calle y la suciedad salía a la vía pública.
Por parte de la dirección general de Vivienda de la Junta se explicó este miércoles que en la calle Jesús Nazareno, en los números 43, 45 y 47, se distribuyen garajes y viviendas de promoción pública que forman parte de un mismo edificio. Algunas de las viviendas de estos portales siguen en régimen de alquiler, con lo que la titular de los pisos continúa siendo la administración autonómica, que es la que promovió su ejecución, mientras que en otros casos «los inquilinos han procedido a la compra de las viviendas, por lo que son de titularidad privada».
La misma situación se dio hace unos años cuando se tuvo que hacer un bombeo de las aguas fecales de los garajes
Todos los pisos comparten un mismo espacio en las plantas sótano y semisótano, albergando un garaje que es comunitario, mientras que la red de saneamiento de las viviendas, tanto de los espacios interiores como de los exteriores, «se recoge en la planta sótano -que es donde se está dando el problema de insalubridad-, donde se sitúan los colectores de pvc colgados con salida a la acometida general».
Por la dirección general de la Junta se detalló que, «como en cualquier bloque comunitario de viviendas», son los propietarios los que «han de llevar a cabo un mantenimiento preventivo y de reparación de las instalaciones existentes». En el caso concreto de estos tres bloques, «las viviendas se encuentran en régimen de copropiedad», por lo que la comunidad de propietarios de vecinos «es la que ha de impulsar y llevar a cabo las actuaciones necesarias», según se indicó por parte de la Junta. Por esta razón por parte de la dirección general se va a solicitar a la comunidad de propietarios que se procede al desatasco y limpieza de los elementos del saneamiento.
La dirección general recordó en su respuesta que en 2018 se produjo una situación como la actual, con una acumulación de aguas fecales en el garaje debido al atasco de los colectores de saneamiento, lo que producía malos olores y existencia de insectos y roedores, Ese mismo año, según precisó la consejería, se llevó a cabo una actuación valorada en 14.000 euros al considerar que era una situación de insalubridad y tras la comprobación «de que la comunidad de propietarios no actuaba como parte de sus obligaciones». Con esta intervención se realizó el bombeo de las aguas fecales del garaje, una limpieza del interior del mismo, el desatasco de todo el trazado de saneamiento, «donde se encontraron gran cantidad de toallitas», la reparación y reposición de colectores de pvc en mal estado, la desratización y la desinsectación.
Según la administración autonómica, y ante la nueva queja vecinal, «con el transcurso del tiempo, y con la continuidad del mal uso de los desagües donde se evacuan toallitas y otros materiales no desechables, se habrá producido de nuevo una situación de filtración de aguas fecales al garaje, de la cual la Junta de Extremadura no ha tenido constancia hasta la fecha».