Óscar Pérez, coordinador de Una Extremadura Digna (UED), ha reaccionado a la denuncia de insalubridad que denunciaron en este periódico vecinos de la calle Santa Lucía de Aldea Moret a causa del mal olor, mosquitos, ratas y cucarachas que padecían y que también afectaba al centro de salud. Los afectados lo achacaban al deficiente estado de algunas infraestructuras de saneamiento y a consecuencia de ello la consiguiente acumulación de aguas fecales que se filtran a los garajes. A juicio de Pérez, "lo triste de estas situaciones es que después de las promesas electorales tras las elecciones del 28 de mayo acaban en el cajón del olvido y los vecinos seguirán tal cómo están".
Una Extremadura Digna en Cáceres viene denunciando desde hace tiempo el estado de abandono en el que se encuentran algunos barrios periféricos de la ciudad y su negativa repercusión en las condiciones de vida de buen número de vecinos, como ahora ponen de manifiesto quienes viven en Aldea Moret.
UED, que concurrió a las últimas municipales y ahora está constituida como plataforma, ha puesto de manifiesto "la falta de atención a los barrios de los representantes de los partidos políticos que gobiernan las administraciones públicas. Estos han estado y están más preocupados en la recolección de votos, antes en las elecciones municipales y autonómicas y ahora, en las generales; dejando de lado lo que ocurre en algunas de las zonas periféricas de la ciudad".
En todo caso, "las preocupaciones de los representantes del equipo de gobierno como hemos visto en la legislatura pasada se han centrado más en difundir, realzar y vender los resultados económicos que pudieran proporcionar algunas inversiones relacionadas con asuntos lúdicos y proyectos industriales".
Opina UED que las fuerzas que gobiernan "se han dedicado a generar ilusiones de empleo y progreso económico sin tener en cuenta que sus proyectos, de seguir adelante, tienen una inutilidad social o contribuirán al empeoramiento del bienestar de la población. Tal es el caso de lo que viene ocurriendo y se quiere hacer en relación con el Buda y los intentos para dar vía libre a proyectos extractivos como la mina de litio. En definitiva, el poder político toma posiciones para resolver las preocupaciones, aún las lúdicas de las élites económicas, despreciando los problemas que aquellas pueden acarrear a las clases populares".
En definitiva, UED reclama una vez más, que "el dinero que se pudiera destinar a todo lo relacionado con la proyección de las actividades de carácter religioso, sea budista o de cualquier otra religión, o a la preparación de actividades que van contra la degradación de la vida se destine a solucionar problemas vecinales que eliminen la degradación de las infraestructuras materiales que como se indica el vecindario en los medios de comunicación llegan a unos límites que son insoportables para la vida humana".