Han comenzado a salir de su refugio en las alcantarillas y vuelven a aflorar las quejas ciudadanas en Cáceres por la aparición de las tan temidas cucarachas, insectos que pueden vivir sin cabeza durante una semana o resistir largo tiempo bajo el agua, entre otras curiosidades. Lo explica con detalle y de modo pedagógico Juan Pedro Olayo, que es responsable de Calidad y Medio Ambiente de la empresa Conyser, concesionaria del servicio municipal de limpieza. "El problema es que es una plaga imposible de erradicar, lo más que podemos hacer es controlarlas", indica al tiempo que confirma que los episodios climatológicos de lluvias y calor repentino que estamos sufriendo hacen que se produzca "una eclosión", como sucede en los últimos días en la ciudad.
Para atajar la problemática, Conyser realiza un tratamiento antiplagas en el alcantarillado público, "la cuestión -avisa Olayo- es que también debe realizarse en el privado" por parte de los propietarios de viviendas. Se trata de la aplicación del sistema de desinsectación en los pozos de inspección, rejillas o imbornales. "Con ello conseguimos que el número descienda, pero no podemos evitar que existan". La aplicación de estos productos provoca el llamado 'efecto desalojo' porque tras la aplicación del veneno, buscan el aire, la salvación, comienzan su huida y salen fuera a morir. Y ello causa, además, "mucha alarma social", reconoce el responsable de la concesionaria.
Olaya explica que si aparecen muchas cucarachas muertas "es porque el tratamiento está siendo efectivo" y subraya que en estos momentos "las ratios no son escandalosas", a diferencia de otras campañas. Relata que la mayor proliferación se da en barrios con unifamiliares que disponen de jardín o en zonas con saneamientos deficientes, que son utilizados por los insectos "como reservorio".
Las 300, Cáceres El Viejo, Residencial Gredos y la parte alta de Montesol son esta ocasión las zonas más castigadas. Añade que en áreas como La Madrila, Colón y Camino Llano "están muy controladas. Hemos tratado esos barrios hace tres o cuatro días y los resultados están siendo satisfactorios".
¿La lejía funciona?
Juan Pedro Olaya cita el insecticida como el único remedio que mata a las cucarachas. Ni la lejía ni el aguafuerte surtirán efecto: "A ellas les da igual. De hecho la cucaracha es el único animal que desde la época de los dinosaurios no ha evolucionado, dada su perfección y enorme resistencia". Una resistencia tal que podría fácilmente "sobrevivir a un apocalipsis nuclear". Se reproducen como setas: una hembra puede producir entre 5 y 10 ootecas a lo largo de su vida, con una media de 18 huevos por ooteca, que eclosionan tras unos 60 días de incubación. El tiempo necesario para completar su ciclo oscila entre los 200 y los 800 días, según las condiciones ambientales.
Salen del fregadero, por los arquetas de los garajes, del lavabo, del bote sifónico; y las hay voladoras, que son las que más se ven en Cáceres y que van planeando: la cucaracha roja periplaneta americana. Todas mueren boca arriba. Si aparecen en pequeña escala no son peligrosas, si lo hicieran en gran número pueden propagar enfermedades. Sea como fuere, la "psicosis", como concluye Olaya, está servida.