Si primero fueron las flechas amarillas que aparecieron la semana pasada en monumentos del casco histórico de Cáceres, la madrugada del miércoles le tocó a la calle Sánchez Varona, la que une Moret con Parras, que amaneció ayer llena de pintadas. El ayuntamiento ha reaccionado asegurando que "el equipo de gobierno no va a tolerar agresiones al patrimonio ni actos vandálicos de ningún tipo".
En ese sentido se compromete a atajar esta problemática de la ciudad (tan seria que lleva legislaturas enquistada) "de manera integral; incluyendo limpieza y vigilancia". El control no sólo se realizará en el centro de la ciudad sino que se extenderá a su conjunto. Para ello, añadió el consistorio, "se evaluará la situación" en el conjunto de la capital cacereña. Igualmente, el ejecutivo municipal insistió en la concienciación y sensibilización ciudadana, "algo que consideramos clave -dijo- para mitigar estas acciones".
En el caso de las flechas amarillas, el ayuntamiento ha tenido que invertir 900 euros (entre material y horas de trabajo) para su eliminación. En estos momentos, según indicó la policía local a este diario, hay varias líneas de investigación abiertas para tratar de esclarecer los hechos y dar con los presuntos autores. Estos actos pueden ser constitutivos de un delito contra el patrimonio histórico, atendiendo a la Ley 2/1999, de 29 de marzo, de Patrimonio Histórico y Cultural de Extremadura.
En concreto, según informó el consistorio cacereño, aparecieron flechas amarillas en varias fachadas de edificios pertenecientes a un casco histórico declarado Bien de Interés Cultural (BIC) y en una ciudad declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, concretamente en la Cuesta del Marqués, Calle Gallegos, Calle Nidos, Calle de Moreras, Calle Camberos, Palacio de Godoy, Calle Zapatería, Calle Francisco de Godoy, Plaza del Socorro y Calle Tiendas.
El alcalde, Rafa Mateos, dio orden a la Policía Local para que investigara los hechos e insistió en que su gobierno será implacable con estos actos vandálicos.