Los vecinos de la Urbanización Cáceres el Viejo han vuelto a alarmarse ante la proximidad de un incendio a sus viviendas, un susto que se viene repitiendo cada verano. Esta vez ha ocurrido en las proximidades del Campamento Romano, entre la carretera que conduce al Polígono Ganadero y las unifamiliares del residencial. Los inquilinos comenzaron a ver las llamas hacia las doce de la noche y avisaron a los bomberos del Parque del Sepei, cuya intervención fue rápida.
“Todos los veranos tenemos algún episodio parecido, y los vecinos se muestran muy preocupados”, explica Raúl Pérez, presidente de la Asociación Urbanización Residencial Cáceres el Viejo. Las circunstancias de la barriada, rodeada de campo por sus cuatro costados, genera estos sustos. “Algunas zonas se ven especialmente llenas de pastos, muy sucias, como en este último incendio. Las hierbas proliferan. Cuando la gente comenzó a ver el fuego avanzando en dirección a las casas, lógicamente se asustaron”, relata el responsable vecinal. Los residentes comenzaron a avisarse entre ellos y a subir incluso el aviso a redes sociales.
Además, en este lateral de la urbanización existen viviendas a medio construir, en cuyo entorno también crece la maleza “y son focos de riesgo”. El presidente considera necesario que comiencen a desbrozarse los alrededores de la barriada para poner coto a situaciones que ponen muy nerviosos a los inquilinos. Por cierto que el descampado situado al otro lado del barrio también ardió hace unas semanas. En realidad lo hace todos los años. “En cambio, desde que los vecinos venimos cuidando el Parque de los Olmos no se ha producido ninguna incidencia, por eso vemos necesario que se limpien otras zonas”.
Los residentes agradecen la labor de los bomberos, que se presentaron con tres vehículos y actuaron con rapidez para sofocar las llamas. Se desconoce la causa del incendio, aunque la proximidad de la carretera hace sospechar a los vecinos de un descuido o una acción temeraria.