Durante los años 80 y 90 se concentraron en Aldea Moret centenares de viviendas sociales para unos realojos masivos que supusieron un claro fracaso político y social. Sin control y sin servicios adecuados, no sólo se falló en la integración, también se agudizaron los problemas de marginalidad que se querían evitar, y sobre todo se frenó el desarrollo de una barriada obrera que había prosperado en los años 70 y 80, estigmatizándola. El símbolo de aquel despropósito es sin duda el Bloque C, levantado en 1987. Fue desalojado en 2009 por la entonces alcaldesa Carmen Heras ya convertido en un mercado de la droga y en un foco de delincuencia y crimen, con el hallazgo de una mujer emparedada en 2006. Un año antes había fallecido otro inquilino tras una reyerta. En 2008 fue encontrado un hombre muerto por sobredosis.
Por si este bagaje fuera poco, los vecinos han tenido que vivir 14 años más ante un coloso vandalizado, decrépito, tapiado, sucio y ruinoso, en el que se ha expoliado todo lo vendible (chatarra, cableado, tuberías…). En las 48 viviendas sólo habitan ya basuras, insectos y ratas. Finalmente, el exalcalde, Luis Salaya lo asumió como compromiso de legislatura y sacó el derribo a licitación días antes de las elecciones. Concurrieron 13 empresas. Fue adjudicado el pasado 1 de septiembre por 558.548 euros a la empresa Arribas Gozalo SA, que tiene 5 meses para ejecutarlo. Ahora solo falta que comience la demolición de sus 1.500 m2. No se hará por colapso, sino elemento a elemento en zonas con materiales reciclables, y el resto con maquinaria pesada.
¿Y luego qué? La decisión sobre el uso que se dará al solar se tomará a través de un proceso participativo, donde los vecinos tendrán sobre todo voz y voto. Así lo había planificado el anterior equipo de Gobierno y así lo hará el nuevo, según acaba de confirmar a este diario. A modo de avance, a continuación se pulsa la opinión de personas especialmente relacionadas con la barriada y el urbanismo, que ofrecen distintas propuestas:
«El barrio envejece a pasos agigantados: de 11.000 personas censadas en 1996, quedamos apenas 6.000. No hay servicios adecuados. Cerraron la única sucursal y el cajero lleva días estropeado. Lógico que la gente joven se marche. Cada vez hay menos niños y más pisos vacíos». Son palabras de Arístides García, presidente de la Asociación Vecinal Primero de Mayo y de la Asociación Socio Cultural Aldea Moret.
«El barrio envejece: de 11.000 personas en 1996, ahora quedamos 6.000. Una residencia es una buena opción»
A su juicio, en el solar debería levantarse una residencia pública para personas mayores, «visto que en Cáceres no dan abasto, y además habría más afluencia al barrio. Yo mismo tengo un familiar esperando plaza en la Asistida», apunta. También sugiere trasladar a Aldea Moret oficinas administrativas al servicio de toda la ciudad. «Así se ayudaría a integrar la barriada porque aquí quedan cuatro talleres, se marcha Proa...».
La lacra de las vías
«Intentar cambiar la dinámica de una barriada a través de un único solar es imposible», señala Manuel Herrero, secretario del Colegio de Arquitectos de Extremadura y presidente de los Arquitectos Urbanistas de España. De hecho, la solución para el conjunto de Aldea Moret «está clarísima en el Plan General: el traslado de la estación de ferrocarril a una zona anexa a la A-66, próxima a Macondo, sustituyendo las vías actuales por un bulevar. Hace años lo apoyaban todos los partidos, luego se ha hablado muy poco». Sin los raíles en torno al barrio, «la ciudad lo iría absorbiendo». Porque lo que está al otro lado de una vía «se aísla y se margina, hagas lo que hagas».
«Convendría un proyecto con más espacio exterior que edificado. Lo importante es dar voz a los propios vecinos»
En cuanto al solar del Bloque C, opina que «puede completar la necesidad de equipamiento del barrio, por ejemplo con un centro de reunión y convivencia, pero siempre con más espacio exterior (parque, zona verde…) que construido». El arquitecto destaca que convocar un concurso de ideas con participación ciudadana «sería tan importante como el propio proyecto, porque obligas a pensar sobre el barrio en positivo y permites a los vecinos decidir».
Una opinión que comparte al cien por cien Javier Moreno, presidente de la Asociación de Vecinos Santa Lucía. «Hay que dar voz y voto a todos los colectivos que trabajamos por Aldea Moret mediante un concurso de ideas, al igual que se ha hecho en la plaza de Santiago», recuerda. En este caso, son «muchas» las familias vinculadas al barrio a las que se puede enviar un cuestionario, «pero sobre todo debe contarse con los vecinos más próximos al Bloque C, los que mejor conocen sus necesidades, porque en Aldea Moret nunca hemos podido decidir».
«Hace falta un parque o zona verde, pero con la opinión de los vecinos y con la seguridad que tienen otros espacios»
En esa zona, por ejemplo, hace falta a gritos un parque o un área verde que rompa la continuidad del ladrillo y el asfalto. «Se haga lo que se haga, debe mantenerse una vez construido con un vallado perimetral como tienen otras dotaciones de Cáceres», señala Javier. No puede ocurrir lo del campo de fútbol anexo: «era un potencial para el barrio y ahora está ruinoso y descatalogado como área deportiva».
También Carlos Ongallo, profesor de la Uex y voluntario del Movimiento Scout, tiene estrechos vínculos con la barriada. «La única forma de regenerar Aldea Moret pasa por llevar allí servicios esenciales, no cualquier equipamiento», declara. Por ejemplo, «un aulario de usos múltiples para que algunos estudios universitarios, como educación social, se impartan a modo de extensión universitaria; o un servicio municipal de recaudación, una residencia, un centro de día…». Se trata, además, de un entorno adecuado para las fundaciones con perfil social orientadas a la comunidad.
«Regenerar Aldea Moret pasa por llevar servicios esenciales: estudios universitarios, oficina municipal, centro de día...»
En definitiva, usos que insten a la sociedad cacereña a desplazarse a esta zona como lo hace a otras dotaciones más alejadas: la ITV, las Capellanías o el Hospital Universitario. Así, la ciudad reconocería a Aldea Moret «su categoría de una barriada más». Existe un buen precedente con el Embarcadero: "todo el mundo sabe ya que para emprender hay que acudir allí", recuerda Ongallo.
Centro para pacientes
Francisco López Naharro es presidente vecinal del Poblado Minero y uno de los fundadores de la Asociación Minas de Aldea Moret (AMAM). En su opinión, el espacio del Bloque C podría ser ocupado por un centro de rehabilitación (con alojamiento), destinado a quienes necesitan tratamientos sucesivos de fisioterapia y similares, y viven fuera de la ciudad. También para enfermos que precisan acudir continuamente al hospital desde otros municipios, por ejemplo los oncológicos, ahorrándoles las distancias de la provincia. Se trata de un servicio necesario al que las instituciones han aludido en algunas ocasiones pero no lo han proyectado.
«La ciudad precisa un centro de rehabilitación con alojamiento para tratamientos de fisioterapia, oncología...»
«También puede convertirse en una residencia de mayores, una infraestructura muy necesaria por el envejecimiento de la población», sostiene López Naharro. En ambos casos «traería nueva afluencia al barrio y ayudaría a corregir ciertas situaciones».
Pocos conocen Aldea Moret como Miguel Ángel González, su párroco, que lleva 30 años atendiendo muchos frentes. No duda cuando le preguntan su opción para el Bloque C: «un centro de formación profesional que aporte salidas a los jóvenes, con estudios muy enfocados al empleo, y facilitarles un futuro laboral. Ahora la FP tiene bastante demanda». El solar está además junto al colegio Gabriel y Galán, y podría acoger los estudios de ESO que faltan en el barrio.
«Propondría un centro de FP para dar un futuro a los jóvenes, con estudios muy enfocados al empleo»
«En cualquier caso debería ser un edificio de corte educativo, con formación reglada, pero también con cursos enfocados al empleo para personas desempleadas o para trabajadores que necesitan un reciclaje», agrega el sacerdote. Serviría a la vez como espacio de encuentro que aglutinara «el espíritu de la gente joven del barrio».
Polideportivo ¡y baile!
Desde la Asociación de la Tercera Edad de Aldea Moret, su presidente, Lorenzo Cordero, apuesta por la construcción de un polideportivo que además permita usos múltiples, ya que no existe un edificio con esta capacidad en la parte alta del barrio, donde se ubica el Bloque C. «Todos sabemos que a los chavales les gusta el deporte y lo beneficioso que es. Debería organizarse con un control y una regulación, mediante entrenadores y monitores.
«Hace falta un espacio amplio: un pabellón para deportes y otros usos, como el baile que ya no podemos celebrar»
A la vez se utilizaría para gimnasia de adultos y otras actividades, incluso para los bailes de los mayores, porque nos hemos quedado sin posibilidad de hacerlos en Aldea Moret». Y es que el hogar, situado en la Plaza 1ª de Mayo, ya no puede organizar estos bailes por problemas de ruido y sinceramente los mayores del barrio los echan de menos.