El portavoz de Vox Cáceres, Eduardo Gutiérrez, se ha sumado este lunes (por primera en la presente legislatura) al minuto de silencio en repulsa por los asesinatos de las mujeres víctimas de la violencia machista, que se ha celebrado en las escalinatas del Ayuntamiento de Cáceres, convocado por el Consejo Sectorial de la Mujer.
Asistencia condicionada
Hasta la fecha, ninguno de los dos ediles que integran el Grupo Municipal Vox (Gutiérrez y Raquel Mirat) se habían sumado a este minuto de silencio, ya que condicionaban su asistencia a la necesidad de abanderar el apoyo a “todas las víctimas de violencia intrafamiliar”.
Cambios
De hecho, la formación verde llegó a solicitar al Gobierno local cambios en la tipología de estos actos, para que para que el manifiesto del minuto de silencio que se celebra el día 25 de cada mes “no genere malestar” y se condene “todo tipo de violencia”, no solo la violencia machista, según adujeron en su momento.
La razón que esgrimen desde Vox a nivel nacional es que le preocupan “todas las víctimas”, y abogan por que se realice ese minuto de silencio mensual por “toda víctima de violencia intrafamiliar; sea mujer, hombre, mayor o niño”. Una premisa que hizo suya la formación verde en Cáceres.
Sin embargo, desde el ejecutivo del popular Rafael Mateos aseveraron que no se introducirían cambios al respecto y respaldaron plenamente los actos de repulsa por los asesinatos de mujeres víctimas de la violencia machista.
Pero este lunes, en el minuto de silencio han participado el alcalde de Cáceres y concejales de todos los grupos políticos que conforman la corporación municipal (PP, PSOE, Unidas y Vox). Y se ha rendido homenaje a las mujeres víctimas de los asesinatos machistas cometidos, desde el pasado 25 de agosto, en Salamanca, Valencia, Sevilla, Jaén, Gerona, Granada, Alicante, Castellón, Murcia y Tarragona.
Andrés Talavero, profesor del taller de dibujo de los Talleres Abiertos de la Universidad Popular (UP), ha leído el manifiesto donde se señala que “la violencia machista es el último eslabón de una cadena, la de la discriminación y la desigualdad por razón de sexo, a la que estamos sometidas las mujeres en una sociedad en la que aún impera el patriarcado. Una sociedad y un patriarcado que tradicional, cultural e históricamente, nos ha asignado a las mujeres un papel de sumisión e inferioridad”.