La Asociación Memorial en el Cementerio de Cáceres (Amececa) no desfallece, pero reconoce su frustración porque «en cuatro años del anterior ejecutivo del PSOE apenas se han cambiado los nombres de algunas calles, pero no se han efectuado cambios significativos a la hora de eliminar los vestigios franquistas en la ciudad», en cumplimiento de la ley de Memoria Histórica. «Además, hay calles en las que se aprobaron el cambio nominativo pero todavía luce la placa franquista», explica José Hinojosa de Amececa. Tal es el caso de la calle Sánchez Herrero, dedicada a un comandante franquista de origen cacereño, que pasó a denominarse María Telo (jurista y feminista nacida en Cáceres en 1915), pero la vía (donde se ubica Hacienda) aun la placa antigua. El callejero aprobó su renovación en junio de 2022, «para equilibrar la presencia de nombres femeninos», destacó el entonces ex edil de Urbanismo José Ramón Bello. Pero María Telo, «la abogada de la igualdad», aún no tiene su calle.
Yugo y flechas
Otros ejemplos son aún más sangrantes, por la demora de años que acumulan. Tal es el caso del escudo franquista del edificio sindical, construido en 1960 y que tiene su fachada principal en la antigua avenida Primo de Rivera (ahora Clara Campoamor) de Cáceres, así como el grabado del sindicato de vivienda. El emblema se encuentra en la parte superior del edificio, coronando la octava planta. Se trata de dos losas de granito con el yugo y las flechas, símbolo de la Falange. Además de un grabado en una fachada lateral (en la calle Obispo Ciriaco Benavente) con el símbolo de la antigua Organización Sindical (que ahora luce tapado por la lona desplegada por el Periódico Extremadura debido a su centenario).
Ya en 2015, el abogado madrileño Eduardo Ranz registró en el Ayuntamiento de Cáceres un escrito en el que solicitaba la eliminación de este símbolo, en virtud del cumplimiento del artículo 15 de la Ley de Memoria Histórica. Y en noviembre de 2019, con el ejecutivo de Luis Salaya recién estrenado, el ex edil Bello aseguró que «en breve» se otorgaría la licencia de obra para dar luz verde a la eliminación del escudo franquista y del símbolo. Bello especificaba entonces que la Delegación del Gobierno había contratado a una empresa para su retirada, pero que un escollo técnico había retrasado la licencia de obra, que se volvía a retomar. Cuatro años después, los vestigios se mantienen en su sitio. El inmueble se encuentra catalogado como bien protegido en el Plan General Municipal (PGM), por lo que rige un nivel de protección estructural. Actualmente, está cedido a los sindicatos Comisiones Obreras, UGT y a la Federación Empresarial Cacereña.
En diciembre de 2022, Amececa se congratulaba de que el Ministerio de Trabajo anunciase la eliminación de los símbolos franquistas de los edificios que dependan de dicho organismo, «incluido el edificio del antiguo sindicato vertical de Cáceres». Casi un año después de aquello, desde la Subdelegación del Gobierno en Cáceres guardan silencio respecto a la retirada de la simbología.
«Queremos hechos, no palabras», aseguran desde Amececa tras reunirse con el responsable del nuevo servicio de Memoria Histórica y Democrática creado por la Diputación de Cáceres
«Queremos hechos, no palabras». Esto es lo que Amececa ha trasladado al doctor en Historia Fernando Ayala, tras reunirse con él como responsable del nuevo servicio de Memoria Histórica y Democrática creado por la Diputación de Cáceres.
José Antonio
Otro cuento sin fin hace referencia a la inscripción ‘José Antonio’ de una de las fachadas de la concatedral de Santa María, en alusión al ideólogo de la Falange Española, José Antonio Primo de Rivera. En marzo de 2021, el consistorio anunció su eliminación con cargo al presupuesto de Patrimonio y en virtud del cumplimiento de la ley de Memoria Histórica. Se llevaría a cabo una actuación similar a la que realizó Mérida sobre la fachada de su concatedral de Santa María, en 2016 y que supuso un coste de 3.000 euros, que corrió a cargo del Consorcio Ciudad Histórica. Más de dos años después nada se ha hecho al respecto. La situación está pendiente de un informe municipal, dado que el Obispado de Coria-Cáceres ha requerido la resolución de unas cuestiones técnicas. Esto lo ha señalado recientemente el obispo de Coria-Cáceres, Jesús Pulido. Pero es lo mismo que manifestó en mayo de 2023. Y el informe sigue sin materializarse.
Amececa ha instado en numerosas ocasiones a la retirada de la inscripción. La primera, fechada en febrero de 2017 y dirigida a la Diócesis de Coria-Cáceres. Entonces, el obispado respondió que la citada ley «se refiere a edificios públicos, pero la titularidad del templo es privada de la Iglesia Católica».
Posteriormente, Amececa se dirigió por escrito al ex presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, en marzo de 2017, recordando que ley incluye que las «administraciones públicas podrán retirar subvenciones o ayudas a los propietarios privados que no actúen del modo previsto en la legislación».
La Junta de Extremadura respondió entonces, asegurando que se había acordado con la Diócesis de Coria-Cáceres «un tratamiento similar al realizado en la concatedral de Mérida», que se «estudiaría la mejor manera de llevarlo a cabo, ya que es voluntad de la Diócesis eliminar la inscripción».
En octubre de 2018, Amececa volvió a dirigir un escrito a la Junta, en esta ocasión a la ex consejera de Cultura e Igualdad, Leire Iglesias, instándole que se adoptaran «a la mayor brevedad las medidas oportunas», sin obtener respuesta, según la información aportada por el colectivo.
Un año después, Amececa se reunió con la entonces nueva consejera de Cultura, Turismo y Deporte, Nuria Flores, para trasladarle el asunto. Y en julio de 2020 remitió a Flores otro escrito recriminando que desde la respuesta inicial del Gobierno regional ya habían transcurrido más de tres años y la inscripción no había sido eliminada.
En virtud del cumplimiento de la ley de Memoria Histórica, Cáceres tiene pendiente realizar actuaciones en la Cruz de los Caídos de Plaza de América y en el citado edificio de los sindicatos. Para ello, Amececa instó el pasado mes de enero al consistorio a realizar un inventario para cumplir con la ley.
Así se lo trasladó el Grupo Unidas Podemos (UP) al ex alcalde Salaya en sesión plenaria, instando a eliminar «todos y cada uno de los cargos de la dictadura franquista que conserven cualquier tipo de honor y reconocimiento» en la ciudad de Cáceres.