Entrevista | Marcelo Muriel Ingeniero industrial
"Si queremos industria en Cáceres, el corredor Ruta de la Plata debe ser una prioridad"
El ingeniero cacereño Marcelo Muriel concede una entrevista en la que reflexiona sobre el progreso de la ciudad, analiza los retos y oportunidades para el crecimiento industrial y ofrece su visión sobre proyectos y temas de actualidad

Entrevista con el ingeniero industrial cacereño Marcelo Muriel / Carlos Gil

Tras más de 40 años ligado a la empresa Catelsa, el ingeniero industrial Marcelo Muriel (Cáceres, 1949) sigue involucrado en varios proyectos en su ciudad natal y mantiene su compromiso con el desarrollo industrial. Aunque lamenta las oportunidades desaprovechadas, considera que el progreso de Cáceres pasa por mejorar los ejes de comunicación, aprovechar los excedentes energéticos y fomentar la formación y retención del talento joven local para atraer nuevas empresas.
Vida actual
Pregunta: ¿Cómo es su vida actualmente y qué es lo que más añora de su etapa profesional?
Respuesta: Lo cierto es que mantengo una relativa actividad. Sigo vinculado a asociaciones, como el Club Senior de Extremadura, en las que intento dar un poco de lo que he recibido a lo largo de mi trayectoria. Hay días que echo de menos ciertas cosas porque, al trabajar en una multinacional, estaba en una dinámica más abierta, lo que inevitablemente te daba un plus. De todas formas, sigo en contacto con la empresa Hutchinson, que para mí sigue siendo Catelsa, y periódicamente me dejo caer por allí para saludar.
Evolución de Cáceres
P: ¿Qué evolución ha tenido la ciudad con el paso de los años?
R: Para mí, Cáceres ha tenido dos periodos. El primero, de 1950 a 1970, fue una etapa más propia de un pueblo grande que va creciendo lentamente, pero que se dotó de servicios que ya le daban un carácter más propio de una ciudad. Pero el cambio radical, o más bien el paréntesis, se produce en 1973, cuando se termina el polígono Las Capellanías y empieza la universidad, lo que supuso un empujón tremendo durante los años 80 y provocó que la gente de los pueblos invirtiera en Cáceres para que estudiaran sus hijos. A partir de los 90, no sé realmente qué ha pasado. Hemos entrado en lo que yo llamo ‘la ciudad feliz’, con un porcentaje de funcionariado muy elevado que le da a la ciudad un carácter un poco pasota o conformista, lo que nos ha llevado a perder población, ya que ahora son los jóvenes formados los que se marchan. Eso es lo que más me duele, que no se reaccione ante esa situación.
P: En la época de los Reyes Católicos se vivió una etapa de cierto esplendor. ¿Qué ocurrió para que se desvaneciera?
R: Ese periodo fue muy importante para Extremadura porque en esa época estábamos en el centro del oeste. Los Reyes Católicos venían con frecuencia y estábamos en una zona de tránsito y con un nivel medio. Después entramos en una etapa de declive que se recuperó con la decisión de situar en Cáceres la Audiencia Regional, ahora Provincial, lo que le dio un empujón a la ciudad que continuó con el tema minero. Hasta que llegó un periodo de ‘stand by’ debido, en parte, al carácter un tanto conformista de los cacereños. No hubo una clase media alta cacereña que apostara por arriesgar su patrimonio e invertir en cosas nuevas y el periodo industrial pasó completamente al margen, pese a que vinieron algunos catalanes con la intención, al menos en principio, de desarrollar la región.
P: Cáceres sigue creciendo a nivel cultural y turístico. Sin embargo, a nivel industrial sigue algo estancada. ¿Se están desaprovechando oportunidades en términos de industrialización?
R: No solo estancada, ha ido claramente hacia atrás. Y claro que se están desaprovechando oportunidades, a nivel de ciudadanía y también a nivel político. Nos hemos creído que se puede vivir muy bien del turismo y de la cultura cuando en realidad eso significa conformarnos con un nivel de rentas medio bajo, porque lógicamente el valor añadido que generan los sectores de servicios es muy inferior a la industria y no se puede permitir pagar sueldos muy elevados. De ahí que los jóvenes con formación no se conformen y opten por salir.
Lo que más me duele es que los jóvenes con formación tengan que salir por la escasez de industria
P: Si pudiera tomar una sola decisión clave para impulsar el desarrollo industrial de la provincia, ¿cuál sería?
R: Para mí, hay tres cosas fundamentales. Primero, los ejes de comunicación y el desarrollo del transporte por carretera hacia el ferrocarril. Una clara reivindicación es la apertura del corredor Ruta de la Plata, que comunica el norte y el sur de la península. Es un proyecto importantísimo que nos situaría en la comunicación África-Europa y en la conexión del Atlántico con todos los puertos del oeste, pero parece que la gente no le da importancia. Lo segundo sería aprovechar los excedentes de energía. No hay derecho que produzcamos 30.000 gigavatios por hora de electricidad y solo se usen 5.000. Además nos quieren cerrar la central de Almaraz, que supone casi el 60% de esa generación. Lo tercero es la formación de personal cualificado para que vengan industrias a Cáceres. Tenemos energía, mano de obra y podemos tener comunicaciones que nos conecten con el norte, sur, este y oeste, el problema es la falta de suelo industrial.
P: En este sentido, el Ayuntamiento de Cáceres y Pronorba acaban de firmar una permuta de terrenos para ampliar el suelo industrial en el polígono de Capellanías.
R: Bueno, se abre una pequeña ventana, pero espero que se den prisa, porque es ahora cuando realmente hay inversiones importantes y están los fondos europeos.
P: Ha pasado más de cuatro años en Catelsa, la mayor empresa de la ciudad dedicada a la fabricación de piezas moldeadas de caucho para automóviles. Con el aumento en la fabricación de coches eléctricos, ¿considera que debe, de alguna forma, reinventarse?
R: En una multinacional que tiene más de 100 empresas por el mundo, tienes que ganarte el hueco y, para ello, tienes que demostrar que eres capaz de especializarte en temas en los que lo hagas mejor que los demás. Actualmente, hay una gama de productos en los que la entidad cacereña es líder dentro del grupo Hutchinson, como el termoplástico, la frontera entre el caucho y el plástico. Además, se ha empezado a abrir un nicho de mercado, que no tiene nada que ver con el sector del automóvil, colaborando junto a Alfa Laval. el fabricante más importante de Europa sobre centrales de ordeño de ganado. Por tanto, junto a los departamentos de investigación, que se encuentran en Suecia, se han conseguido desarrollar en Cáceres todas las piezas fundamentales de los nuevos sistemas de ordeño, lo que supone un buen pellizco. En todos los años que he trabajado en la empresa nunca ha dejado de reinventarse, y es eso lo que le da una garantía de futuro.
Agravios históricos
P: El pasado martes impartió una conferencia de la asociación Torres de Cáceres titulada ‘Agravios a Cáceres y su provincia’. ¿Qué agravios históricos destacaría a nivel provincial?
R: Para mí, lo más importante es generar expectativas de cambio. Es un agravio que Cáceres y Badajoz sean las dos únicas capitales de provincia que no están comunicadas por autovía. Y no solo eso, sino que Cáceres debería haber reivindicado esa infraestructura, ya que la conexión de personas y de mercancías entre Madrid y Lisboa, que actualmente pasa por Mérida y Badajoz, tendría 16 kilómetros menos si atravesara Cáceres, al igual que habría menos problemas orográficos y de cruces de ciudades. Estoy seguro de que al menos el 50% del tráfico se desviaría por aquí, lo que habría dado un plus importante desde el punto de vista logístico. Luego está el asunto del aeródromo. No es de recibo que, en el mayor término municipal de Europa, el 97% del territorio esté protegido. Nosotros encargamos un estudio para determinar la ubicación más lógica para el nudo logístico intermodal, ya que es importante que coincidan el ferrocarril y la carretera y, si añadimos el avión, todavía mejor. Se localizó el espacio en la zona de los Arenales, al lado del polígono Capellanías, que forma parte de ese 3% que no está protegido, pero, después de que la Administración adquiriera los terrenos y se adjudicara el proyecto, se paralizó por estar muy cerca de una zona protegida. Evidentemente, ¿cómo no lo va a estar?
P: ¿Descarta la idea de un aeropuerto en Cáceres?
R: Yo creo más en las cosas que crecen porque el mercado lo pide. De entrada, un aeropuerto internacional me parece una gran pretensión, no hay población para ello. Otra cosa es un aeródromo con una pista lo suficientemente larga para que puedan aterrizar aviones de transporte y que se convierta en una zona de dinamización. Así que lo importante es contar con la infraestructura, pero yo no hablaría de aeropuerto.
Temas de actualidad
P: Torres de Cáceres, entre otras cosas, apuesta por alcanzar la capitalidad europea de la Cultura en 2031. ¿Cree que hay posibilidades reales de lograrlo?
R: Si se consiguiera y, además, se pusieran en marcha todas estas inversiones que son fundamentales, sería muy positivo y Cáceres podría dar un vuelco. El tema es que, especialmente en esta ciudad, parece que la cultura y la industria están reñidas. Tanto la ciudad como la provincia tienen condiciones objetivas para vender la cultura de la paz, la cultura del encuentro y el turismo del relax, es decir, tenemos elementos y debemos aprovechar esa candidatura. Sin embargo, lo más importante es el camino, lo que se haga en la ciudad en estos años.
P: ¿Qué opina sobre el cierre de la Central Nuclear de Almaraz?
R: Creo que es un error. Ya lo era en 2019, cuando finalmente llegaron a un acuerdo para prorrogarlo, pero lo que se esperaba es que ahora las decisiones ya no sean por motivos económicos ni técnicos, sino que son puramente ideológicos. Y todo ello en una época en la que vemos que Europa está cambiando y va en la misma dirección. Incluso Alemania, que acabó cerrando las centrales y ahora está estudiando si reabrirlas. Por lo tanto, hay que hacer la transición energética, aunque no será posible si no hay unas fuentes que den una energía de base constante, y ahora mismo lo que te da garantías reales para poder prescindir del petróleo y del gas es la energía nuclear.

Imagen del ingeniero industrial cacereño durante su visita a la redacción de El Periódico Extremadura. / Carlos Gil
El cierre de la Central Nuclear de Almaraz es un error motivado por razones ideológicas
P: ¿Cuál es su postura sobre el proyecto de la mina en Cáceres?
R: Me gustaría que fuera un proyecto modélico porque tiene aspectos positivos. Al menos teóricamente, ya que todavía no he visto el proyecto final. El problema es que solo se habla de la mina, pero el proceso industrial de transformación de ese polvo o mica en hidróxido o carbonato de litio es completamente innovador y, si consigue reducir los costos de transformación, es posible que la empresa sea capaz de competir, incluso aunque los precios estén por las nubes. Ojalá sea posible, y no solo para que la transformación del mineral en hidróxido de litio se haga aquí, sino para que también se hagan los cátodos o la recuperación del litio de las baterías. En definitiva, existen condiciones para que la ciudad se convierta en un núcleo de innovación en la acumulación de la energía, algo que deberíamos aprovechar, aunque contando siempre con todas las garantías medioambientales del mundo. Pero siempre sin enfrentarnos, porque he oído afirmaciones que no son verdad y muchos bulos con estos temas, que pueden suponer el futuro de un montón de jóvenes de una zona deprimida.
Infraestructuras
P: Después de un sinfín de promesas, ¿llegará por fin el AVE a Extremadura?
R: Depende de los portugueses, aunque la oportunidad se perdió en la Cumbre Ibérica de Figueira da Foz. En aquella cumbre, Portugal dijo que quería un AVE que le comunicara con Oporto, a la vez que con Madrid, y que pasara por el norte de la provincia de Cáceres, enlazando con un ramal hacia Oporto y otro hacia Lisboa, lo que le hubiera dado del orden de 10 o 12 millones de potenciales usuarios. Pero aquello, por la imposición desde Extremadura de que tenía que pasar por Badajoz, no salió adelante, y después vinieron las crisis, los portugueses dijeron que no tenían dinero y ahora ya no es su prioridad.
P: La Junta y el gobierno portugués avanzan en el proyecto del puente internacional sobre el río Erjas, que unirá ambos países.
R: Todo lo que sea hacer permeable la frontera es imprescindible. El otro proyecto que también deberían mover es el de Navalmoral-Castelo Branco. Esto sería muy importante porque tenemos una autovía que llega hasta donde llega, a 14 kilómetros de la frontera, y parece que Portugal también está por la labor.
P: Otros proyectos en marcha son la plataforma logística del suroeste europeo y el Puente de Cedillo. ¿Qué importancia tienen estos proyectos para mejorar las conexiones a nivel internacional?
R: Más que la importancia de una línea o de un centro logístico inmenso, lo importante es crear una red permeable, que es lo que podemos vender después para atraer inversiones. Después el inversor se situará donde quiera, pero el oeste lo podemos vender. El problema es que no nos movemos y nos conformamos con el chocolate del loro.
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