La calle Argentina en Cáceres: hervidero de negocios prestando servicios de barrio

Debe haber pocas calles en Cáceres que aglutinen una variedad de establecimientos como la calle Argentina. Desde panadería a taller mecánico pasando por farmacia, papelería, multitienda, centro de fisioterapia, peluquería o clínica de podología, esta arteria de conexión entre las avenidas de Alemania y Virgen de Guadalupe es un foco de actividad comercial en el centro de la ciudad, con un componente muy de barrio.

Sus 500 metros, desde el número 1, más próximo a la avenida de Alemania, hasta los bajos del edificio Europa, en la esquina de Virgen de Guadalupe, contabilizan 34 locales abiertos de los 44 que hay en total en la calle. La mayoría de los que están operativos se localizan en los bajos de los números impares, que arrancan con una hamburguesería y terminan con una autoescuela.

Uno de estos espacios lo gestiona Rosa Bote desde marzo del año pasado, cuando se instaló en la vía. La joven se quedó en paro y regenta una de las dos multitiendas que hay en la calle. La abre en horario comercial de lunes a domingo y asegura que no le va mal.

«No me quejo. La calle tiene bastante ajetreo y hay mucho movimiento, pero la gente comenta que no hay bares. Lo dicen sobre todo personas mayores, más acostumbradas a bajar al bar de barrio», señala la propietaria de La Mangurrina.

Hostelería

Lo cierto es que en cuanto a hostelería, hay un par de bares cerrados, uno de ellos, la cafetería del mítico hostal Argentina, y otros dos abiertos. A estos se suman un negocio de kebabs y otro de comida casera preparada para llevar.

Además, hace dos semanas se ha inaugurado en la esquina con Juan XXIII una nueva sala de conciertos, Matilda. Está en los bajos del hotel Ara, que sigue manteniendo su actividad.

En la céntrica calle se percibe un ritmo frenético, tanto por el tráfico que soporta como por sus negocios, pese a que en las últimas semanas alguno se ha visto en cierto modo afectado por los inconvenientes que siempre implican las obras, en este caso, de renovación del saneamiento, que han concluido y continúan en la perpendicular García Plata de Osma.

Precisamente, en el entorno de los trabajos que se estaban acometiendo se desencadenaba el pasado día 19 un episodio violento, cuando una madre y su hijo fueron detenidos por la Policía Nacional tras amenazar con un bate y un cuchillo a un operario.