Martes de Carnaval
"Parece que Dios es de Malpartida de Cáceres y que le encanta la Patatera"
Más de 10.000 personas celebran el día grande de la localidad gracias a la tregua que dio la lluvia. El alcalde, Alfredo Aguilera, recuerda en el pregón inaugural a quienes hicieron posible recuperar la fiesta y que la esencia del pueblo es la hospitalidad. «Es la fiesta por la que vivimos todo el año», aseguran los malpartideños
Carlos Gil
Día grande, día de fiesta, día de celebración. Malpartida de Cáceres se despertaba mirando al cielo con preocupación. Amanecía encapotado de nubes. Pero fue pasando la mañana y, poco a poco, se iba despejando. Mientras miles de personas se iban agrupando en torno a la plaza de los paraguas, uno de los asistentes gritaba a los cuatro vientos: «Parece que Dios es de Malpartida y que le encanta la Pedida de la Patatera, por eso no llueve». Y asi fue. Va a llover toda la semana, excepto en su fiesta.
Hace semanas que las calles del pueblo se han impregnado del olor al embutido. Son unos 1.800 kilos los que se han preparado para la ocasión. Pero antes de dar paso al gran pasacalles, tocaba el tradicional pregón del alcalde del pueblo, Alfredo Aguilera.
La arenga
En su arenga, recordó a aquellos que hicieron posible la recuperación de esta festividad en el año 1986 (además, hace nueve años ostenta la vitola de Interés Turístico Regional). «Algunos ya no están con nosotros, otros no pueden acompañarnos. Un gran aplauso por ellos», indicó el regidor. Sin tiempo que perder, incidió en que «es una jornada para dejar las diferencias y problemas fuera de la localidad» y que «la esencia de los malpartideños es la hospitalidad». Acompañado de todo el pueblo, finalizó su discurso con el dicho de todos los años: «La vida son cuatro días, y uno de ellos es la Patatera».
Los trajes
Galería | Así fue la Pedida de la Patatera 2025 en Malpartida de Cáceres /
Las mujeres, unas ataviadas con trajes de percal y otras combinando trajes agitanados con alegres pañuelos de colores, simulaban tiempos de antaño. Los hombres, por su parte, llevaban pantalón, camisa blanca, chaleco negro y el pañuelo de labrador para hacer una mención especial al antiguo origen de la fiesta.
El gran desfile tuvo su comienzo y rápidamente se organizó un gran hilo de personas que se estiraba hasta llegar al kilómetro de longitud. Con la música de cuatro charangas y de los altavoces de las peñas, cantaron a viva voz algunos de los éxitos de las festividades populares como ‘Me voy pa’l pueblo’, de Los Panchos, ‘La amapola’ o ‘Potra salvaje’.
Carlos Gil
El carrito
Entre los asistentes estaban Nuria, Petri, Angélica y Elena eran un grupo de amigas dedicadas al sector sanitario que aprovecharon el puente para celebrar un cumpleaños en Malpartida a pesar de no ser de la localidad. Como la gente suele llevar carrozas pero ellas no habían tenido tiempo suficiente para prepararlo, decidieron improvisar un carrito de la compra y colocarle una cara de goma eva. «El objetivo es integrarse, y así lo estamos haciendo», señalaron.
¿Has ido a la Patatera de Malpartida? Búscate en las imágenes /
En el grupo de amigos ‘A la virulé’ eran, por lo menos, 20. Entre ellos, Óscar, Pilar, Cristóbal, Carmen, Fran, Maite, Nene, Jorge, María, José o Mané. Les encanta la música de charanga, pero tras haber conseguido buenos premios en los concursos de disfraces de la localidad decidieron comprarse unos altavoces. Y ahí iban, al ritmo de su propia música, cantando y bailando como si fuese el último día. «La patatera es un día súper especial para nosotros», señala Maite.
En Santa Ana
Llegaba el pasacalles a su primera parada en Santa Ana. Allí estaba el equipo Garrote, una joven peña que integra a chicos y chicas. Entendieron hace años el arraigo que tiene una fiesta única en el mundo, y se nota. Adrián, David, Diego, Sergio, Ángel Luis, José, Manuel, Paula, Claudia y otros más recordaron que «es el día para el que vive nuestro pueblo». Tenían muchas ganas de fiesta y así lo demostraron: «Esta noche, hasta que Dios diga, hasta que aguantemos, pero seguro que lo pasaremos genial».
Relevo generacional
El paso desde Santa Ana hasta la plaza de La Nora fue rápido, y allí fue donde se podía observar el relevo generacional. Es el ejemplo de Juani y Alicia, abuela y nieta. Llevan viviendo juntas la Patatera desde que la pequeña tiene uso de razón. Juani recuerda con cariño aquellos años tras la Transición en la que un pueblo entero se unió para recuperar aquella fiesta de los Quintos. «Se ha convertido en el día por el que vive nuestro pueblo», explicó. «A mí también me gusta mucho», resaltó Alicia.
En la Pedida de la Patatera se bebe cerveza, vino, licores o refrescos. Por ejemplo, Isabel, del grupo Las Yeyes, no duda en beber de la bota: «Tienes que saber tirar de ella si eres malpartideña». «Pasamos el año entero esperando este día, hay que saber vivirlo desde dentro. Hay personas de Madrid que se piden el día libre solo para venir hoy. Esto está hasta arriba», cuenta con una gran sonrisa.
Desde Salamanca
Rufi viene con sus amigos desde Alba de Tormes (Salamanca). «Otros años no me ha cuadrado para venir, pero hemos pedido el día libre y aquí estamos. Me he integrado divinamente, y dentro de media hora te lo contaré aún mejor», bromeaba. «Ellos llevaban un montón de años viniendo, me lo contaban y me daba envidia. Había que vivirlo sí o sí», explica, aunque tuvieron que coger el coche a última hora porque hoy si tenían que trabajar.
'Cállate La Boca'
Y los que no faltan nunca son el grupo CLB (Cállate La Boca). «Solo esperamos pasarlo genial porque es el día que llevamos muchísimo tiempo esperando», explica Mario, que estaba con sus amigos Jorge, Javier, Alejandro, Enrique y Raúl. «Es muchísima gente la que ha venido a vernos, a hacerse foto con los carros... Encima hemos tenido suerte porque no ha llovido. Parece que Dios es de Malpartida porque llueve toda la semana menos nuestro martes», coinciden.
Música, buen ambiente, miles de personas, tradición, arraigo y mucha pasión hacia la fiesta que consiguieron recuperar con mucho esfuerzo en el pueblo hace ya 39 años. Malpartida de Cáceres es el Museo Vostell, Los Barruecos, las cigüeñas sobre la Iglesia de la Asunción, pero también es, y a mucha honra, Pedida de la Patatera.
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