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Tendencias del mercado inmobiliario internacional

Domingo Barbolla, sociólogo de Cáceres: "Las élites del país están apostando por invertir en grandes fincas como segunda residencia"

Pese a que la capital cacereña no forma parte de los destinos preferidos por los extranjeros para disfrutar de una ‘jubilación dorada’, registra casos puntuales de grandes fincas adquiridas por ciudadanos con alto poder adquisitivo

El sociólogo cacereño Domingo Barbolla.

El sociólogo cacereño Domingo Barbolla. / Jorge Valiente

Gonzalo Lillo

Gonzalo Lillo

Cáceres

El informe publicado recientemente por el portal inmobiliario Idealista sobre las ciudades de España donde los extranjeros muestran mayor interés por adquirir viviendas confirma una corriente que se ha consolidado a lo largo de los años: las personas con grandes recursos, principalmente de las clases medias-altas de los países centrales de Europa, buscan lugares específicos para asentarse durante los últimos años de vida.

El sociólogo cacereño Domingo Barbolla ofrece una visión detallada sobre este fenómeno creciente y afirma que «hay espacios a lo largo del mundo donde personas con alto nivel adquisitivo (no tanto las élites, sino las clases medias-altas europeas) eligen residir». Se trata de países desarrollados, con economías diferenciadas de las de su país de origen y generalmente vinculados al mar. El objetivo, según el experto, es pasar la etapa final de su vida, «lo que podríamos llamar una ‘jubilación dorada’», subraya. «No hablamos de turismo, sino de asentamientos asociados generalmente a la tercera edad, y también de residencias temporales».

Muchos de estos destinos privilegiados se encuentran en el norte de Europa y en países como Costa Rica o Tailandia. También en España, donde el fenómeno se concentra especialmente en viviendas de lujo ubicadas en ciudades costeras que presentan características similares: temperaturas medias cercanas a los veinte grados durante todo el año, seguridad, buena gastronomía, servicios sanitarios, movilidad y buenas comunicaciones.

Barbolla asegura que esta dinámica tiene un efecto directo sobre el mercado local: «La clase media española o media-alta enfrenta dificultades para comprar estas viviendas porque la puja económica está a favor de los extranjeros», mientras que para las clases bajas no supone un problema, «ya que no compiten en este segmento».

Chalet situado a las afueras de Cáceres.

Chalet situado a las afueras de Cáceres. / Carlos Gil

Cáceres, fuera del radar

El sociólogo destaca que la demanda en España se centra a día de hoy en la zona de Valencia, mientras que antes predominaba la Costa del Sol. No obstante, esta dinámica se limita al litoral mediterráneo y apenas alcanza a las ciudades del interior de la península, tal y como refleja el estudio de Idealista. De esta forma, «Cáceres no está dentro de los lugares específicamente asociados a ese nivel de población», explica.

Por el contrario, Badajoz, debido a su situación en la frontera con Portugal, ha mantenido tradicionalmente una relación más abierta con el país luso, lo que ha favorecido un intercambio transfronterizo que incluye la compra de viviendas, en este caso con fines de segunda residencia o estancias temporales.

Interés en terrenos amplios

El experto también pone de manifiesto que en Extremadura y algunas zonas de Cáceres, así como en otras regiones españolas, se están produciendo compras de grandes fincas por parte de las élites del país, que adquieren terrenos para residir en cortijos o casas amplias con todas las comodidades para tener otro lugar de residencia. «No se trata de viviendas aisladas, como sucede en la zona el Levante español, sino de extensiones que abarcan cientos o incluso miles de hectáreas», concreta.

Así, mientras que el litoral mediterráneo sigue siendo el principal imán para una ‘jubilación dorada’, Cáceres puede ofrecer una alternativa diferente: grandes terrenos y espacios rurales que atraen a quienes buscan tranquilidad y calidad de vida. No obstante, Barbolla aclara se trata de «casos contados» que no llegan a influir de forma significativa en el mercado inmobiliario local, aunque sí reflejan un interés creciente por las propiedades rurales de gran tamaño.

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