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la mirada

Antonio Pariente, sacerdote: ¿Qué es la visita pastoral?

Fue el Concilio de Trento (1545-1563) el que puso un poco o un mucho de orden en la residencia de los obispos diocesanos

El obispo oficia una eucaristía.

El obispo oficia una eucaristía. / CarlaGraw

Antonio Pariente

Antonio Pariente

Las visitas pastorales episcopales son unas acciones que llevan consigo la presencia del obispo correspondiente en los distintos arciprestazgos (zonas pastorales) de la diócesis o en las instituciones mas significativas de la misma (seminario, colegios, residencias…) Creo que el Derecho Canónico regula la temporalidad y algunas cuestiones de las mismas.

Don Jesús ha dejado pasar un poco mas de tres años para el comienzo de la primera, el fin de semana pasado (4 y 5 de octubre) los pueblos hurdanos de Nuñomoral, Acetunilla y Rubiaco (arciprestazgo de Hurdes) recibieron al obispo 119 de Coria-Cáceres.

Fue el Concilio de Trento (1545-1563) el que puso un poco o un mucho de orden en la residencia de los obispos diocesanos en los territorios que les eran encomendados. Esto no era así al principio, sino que fue degenerando con el paso del tiempo hasta la reforma de los padres conciliares tridentinos. Poco a poco la cosa se fue solucionado y hoy es algo incuestionable, ¿como vas a ser pastor de un rebaño si no sabes ni donde están las ovejas?, ¡es que en la iglesia pasan unas cosas! (perdonad que a veces ridiculice el tema, pero no se me ocurre otra formula).

Pero, me diréis, «estamos en el siglo XXI, cualquier obispo puede estar en hora y media, en el pueblo mas lejano de su diócesis, si quiere, puede conocer sin problemas las realidad de su rebaño». Es verdad que esto es así y esto hace que el significado de esta acción pastoral, pueda ser llevado a la práctica en su pleno sentido. Don Jesús no va a visitar a desconocidos, conoce al párroco de lugar, conoce la realidad religiosa y social del la comunidad que visita, y esto hace que su presencia sea verdaderamente evangelizadora.

No se donde lo leí hace poco, pero me gustó esta reflexión: El obispo diocesano debe ir delante de su rebaño, como modelo de seguimiento de los que tiene detrás, ell@s ven lo que hace y dice y lo siguen. Debe ir en medio del rebaño, porque así está mas cerca de ell@s, los conoce mas de cerca, conoce cosas que de otro manera seria incapaz de saber. Y debe ir detrás de su rebaño, porque así animará a los que van mas lentos, intentará recuperar a los que busquen otros caminos... La dificultad está que esto lo tiene que hacer a las vez.

Solo nos queda rezar y desear que este recorrido sea fructífero para toda su acción episcopal. ¡Mucho ánimo Don Jesús!

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