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María Líneo, entre lágrimas, cuenta lo que pasó en La Paloma el 21 de septiembre de 1936: "Tenía siete días cuando se llevaron a mi padre, no tengo ningún recuerdo de él. Ahora veo la luz"

Los falangistas entraron en su casa y se llevaron a su padre, Zacarías Lineo. Su familia jamás volvió a verlo. 89 años después, tras los hallazgos en la mina de Zarza la Mayor, su hija siente que "se ha hecho justicia"

Vídeo | Primeros hallazgos de represaliados por Franco en la mina La Paloma, en Zarza la Mayor

Toni Gudiel / Antonio J. Sánchez

Ángel García Collado

Ángel García Collado

14 de septiembre de 1936. En el seno de una familia humilde de Zarza la Mayor nace la pequeña María Lineo, la cuarta hija. 21 de septiembre, apenas siete días después, entran a su casa un grupo de falangistas y se llevan a su padre, Zacarías Lineo, de apenas 33 años. Su madre salió corriendo tras ellos, pero le dijeron que si les perseguía acabaría con él para toda la vida y dejaría solos a sus hijos. No le dijeron dónde, ni por qué. Apenas fue una semana de felicidad con su pequeña hija. Desde entonces, se instauró el silencio. Los hijos solo podían decir que su padre estaba desaparecido. Nadie se refería a la muerte. Y mucho menos a un fusilamiento.

Exterior de la mina La Paloma, en Zarza la Mayor.

Exterior de la mina La Paloma, en Zarza la Mayor. / Toni Gudiel

Pasaron los años

Pasaron los años, las décadas. La dictadura franquista había terminado, pero el miedo a hablar permanecía en su mente. Hasta que llegó el año 2005 y todo comenzó a moverse. María, entonces, tenía 69 años. Había pasado todo ese tiempo sin un recuerdo de su padre, sin algo a lo que aferrarse en los peores días, sin un lugar al que llevar flores porque "seguía desaparecido".

Las investigaciones fueron sucediéndose. Todo el mundo apuntaba a que una veintena de personas de las zonas de Rivera de Fresnedosa y Sierra de Gata habían sido asesinados en la mina La Paloma porque los agricultores que trabajaban allí aseguraban haber oído disparos. En este antiguo yacimiento de fosforita, que en 1936 ya llevaba años cerrado, se habían lanzado sus cuerpos. La intención es que nunca fuesen hallados, y así se ha logrado durante casi nueve décadas.

8 de octubre de 2025

Sin embargo, la historia ha cambiado este 8 de octubre de 2025. Los técnicos de la Sociedad de Ciencias Aranzadi, en la tercera fase de excavaciones en una boca de la galería norte de esta mina ubicada entre Zarza la Mayor y Piedras Albas, comunicaron los hallazgos de restos óseos humanos, así como de varias monedas, una billetera o la suela de un zapato. La actuación, gestionada por la Universidad de Extremadura y el Servicio de Memoria Histórica y Democrática de la Diputación de Cáceres, ha tenido sus frutos.

El equipo Aranzadi trabaja en la mina.

El equipo Aranzadi trabaja en la mina. / Toni Gudiel

Y por fin, esa pequeña María Líneo, la que no pudo disfrutar de su padre Zacarías, así como sus hijos y familiares más cercanos, celebran efusivamente y emocionados esos hallazgos. Aún falta mucho trabajo, todavía se tienen que hallar todos los restos (que están a 36 metros bajo el suelo y que fueron encontrados tras sacar hasta 300 toneladas de piedra, neumáticos y huesos de animales). Al menos sienten que se ha hecho justicia, que tendrán un lugar al que llevar flores en su memoria, y que dormirán tranquilos después de darles un digno descanso eterno.

María, ya con 89 años y entre lágrimas, confiesa a este diario: "He sentido una alegría muy grande. Por fin he podido ver la luz al final del túnel. Es -concluye con un sollozo que llega al alma- una felicidad amarga".

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