Saltar al contenido principalSaltar al pie de página

Infraestructuras

El Gobierno de España autoriza la construcción del segundo tramo de la autovía Cáceres-Badajoz

Tendrá una longitud de unos 14 kilómetros, costará 112 millones de euros y llegará de la capital pacense a Bótoa

Obras de la autovía Cáceres-Badajoz

Obras de la autovía Cáceres-Badajoz / Carlos Gil

Ángel García Collado

Ángel García Collado

Cáceres

El Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible del Gobierno de España autoriza de forma definitiva el segundo tramo de la autovía A-58, que unirá a Cáceres con Badajoz, así como el expediente de información pública.

De Bótoa a Badajoz

Esta segunda fase de las obras se va a desarrollar entre Bótoa y Badajoz entre los puntos kilómetros 66,5 y 80,3, en paralelo a la N-523. Es decir, las obras se prolongarán a lo largo de 14 kilómetros en el término municipal de la capital pacense. El proyecto, que fue redactado en noviembre de 2024 por las empresas Trn Trayet y Txt Ingeniería, cuenta con un presupuesto base de licitación de 112.461.120,99 euros (IVA incluido).

BOE

El anuncio ha sido publicado este martes en el BOE (Boletín Oficial del Estado) por la Demarcación de Carreteras del Estado en Extremadura y plantea la revisión y subsanación del anexo de expropiaciones para componer una relación de afectados veraz y completa. Además, se estima garantizar la continuidad del camino de servicio del canal de Montijo, especialmente durante la campaña de riego, que comienza el 15 de marzo.

Visita de Sánchez

La noticia se ha conocido apenas seis días después de que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, visitase las obras de la autovía en su primer tramo (Cáceres-río Ayuela) acompañado del ministro de Transportes, Óscar Puente, y de otros representantes gubernamentales de la región como el delegado del Gobierno, José Luis Quintana, o el subdelegado en Cáceres, José Antonio García.

Así ha sido la visita de Pedro Sánchez y Óscar Puente a las obras de la autovía Cáceres-Badajoz

Carlos Gil

Necesidad

Cabe destacar que la carretera N-523, que une a las dos capitales de provincia, ha sido siempre considerado la conexión principal entre ambas ciudades, incluso después de la construcción de la autovía Ruta de la Plata. Actualmente, para ir de Cáceres a Badajoz por este tipo de infraestructuras es necesario llegar hasta Mérida por la A-66 y utilizar la A-5 hasta Badajoz. Sin embargo, esta alternativa supone la realización de un amayor distancia de recorrido y un mayor tiempo de desplazamiento siendo, por lo tanto, la construcción de la A-58 la mejor opción para la conexión entre las dos capitales de provincia.

Alta capacidad

Esta nueva vía de alta capacidad, integrada en el Plan de Infraestructuras, Transporte y Vivienda (Pitvi 2012-2024), supondrá una mejora desde el punto de vista funcional de las condiciones existentes en las comunicaciones en cuanto a distancia de recorrido, tiempos de desplazamiento, condiciones de comodidad y seguridad para los usuarios de la vía y su entorno.

Historia

El trazado de la futura autovía paralela a la N-523 (antigua Ex-100) fue incluido hace varias décadas en los planes de modernización viaria de la Junta de Extremadura, incluso se llegó a redactar el estudio informativo de la autovía autonómica Ex-A4 de Cáceres a Badajoz. El proyecto fue aprobado provisionalmente el 28 de diciembre de 2007 y sometido a evaluación ambiental en 2008. La Declaración de Impacto Ambiental se publicó en marzo de 2009 y, en junio de ese mismo año, se aprobó definitivamente el estudio informativo. Días después, el 26 de junio de 2009, la Junta y el Ministerio de Fomento firmaron un protocolo por el que la Junta se encargaba de redactar y licitar los proyectos, mientras que el Ministerio asumiría su financiación y posterior gestión.

Aprobación

En octubre de 2013 se aprobaron provisionalmente los distintos tramos del trazado (A-66–Sierra del Horno, Sierra del Horno–BA-157, Villar del Rey–Bótoa y Bótoa–A-5). Posteriormente, en abril de 2019, se acordó el cambio de titularidad de la carretera EX-100 a favor del Ministerio de Fomento, pasando a denominarse N-523. El Consejo de Ministros aprobó dicho traspaso mediante el Real Decreto 334/2019, publicado el 15 de mayo de ese año, con el fin de integrarla en la Red de Carreteras del Estado y en la futura A-58 (Trujillo–Cáceres–Badajoz). Tras este cambio, el proyecto del tramo 'Bótoa–A5', redactado por la Junta, pasó a ser actualizado por la Dirección General de Carreteras, que adjudicó su redacción a la UTE compuesta por las empresas Trn Taryét y Txt Ingeniería el 5 de mayo de 2023, formalizando el contrato el 9 de junio de ese mismo año.

Tracking Pixel Contents