Jaraicejo tenía hace diez años 590 vecinos, eran los habitantes de derecho, los empadronados. El 1 de enero de 2018, que es el último dato oficial del Instituto Nacional de Estadística, había 489 ciudadanos. En una década ha perdido casi la quinta parte de la población. No es una excepción, es la tónica en los municipios de Extremadura. Pero lo que sí es una salvedad es la iniciativa de la Asociación de Amas de Casa de Jaraicejo, que con la colaboración de la Concejalía de Cultura ha recopilado en un libro recetas, costumbres, dichos, refranes, juegos infantiles (de cuando se jugaba en la calle), canciones, vocabulario propio de la población... Con este documento se ha pretendido «que podamos conocer todos qué se hacía antes, que Jaraicejo se difunda», explica Ana Torres, que preside la asociación de amas de casa de la localidad, colectivo que cuenta con medio centenar de asociadas.

El libro, que ya está preparado para su encuadernación e impresión por la diputación provincial, surge de las recetas que han ido recopilando las asociadas y de las conversaciones «con los mayores» de la población, recuerda Torres. Es una tarea para que esa parte de la historia de la localidad no se pierda, que no caiga en el olvido. «En el pueblo cada vez somos menos, solo quedamos los mayores», comenta la presidenta del colectivo local de amas de casa, que quiere que esa memoria colectiva no se pierda. Del libro se hará una edición limitada, para las asociadas, además de los que vayan a las instituciones públicas. Por ahora no serán muchos libros, pero dejarán recogido en su papel el pasado reciente del municipio.

Parte de esas costumbres las llevaba la asociación para su representación en las escalinatas del Ayuntamiento de Cáceres, en el encuentro de asociaciones de amas de casa que se celebró el sábado en Cáceres. Aunque el repertorio era más amplio, solo dio tiempo para mostrar la práctica de las lavanderas.

«Somos pocas, pero muy luchadoras», resalta la secretaria de la asociación sobre el sentir de las asociadas por trabajar por su pueblo. «A todo nos apuntamos», detalla Torres, que recuerda que una de las actividades en las que ahora están trabajando es en colaborar con la asociación de lucha contra el cáncer. «Que siempre haya actividad, que no se muera el pueblo», resalta Rubio al detallar la labor que hace este grupo de mujeres que desde la unión intentan dar vida y contenido a su población.