Los espacios públicos de Logrosán se llenan estos días de música improvisada tocada por los propios vecinos. Se trata de la iniciativa puesta en marcha por un grupo de personas aficionadas al mundo musical y que les gusta tocar algún instrumento.

Bajo el nombre de ‘Rincones musicales’, y con la colaboración del ayuntamiento, la idea es la de motivar a la gente a tocar en espacios al aire libre de manera altruista «pero de una forma ociosa, simplemente por el gusto de tocar y para que los demás puedan disfrutarlo».

Así lo explica Guadalupe Fernández, una de las impulsoras, que el pasado jueves tocó el violín en la zona del alcornocal, en la terraza de la piscina, junto a Álvaro Gil a la guitarra y voz, y Miguel Ángel Peña al bajo.

Durante la velada, que se alargó hasta la madrugada, se tocaron canciones de composición propia y de otros grupos.

Después, se sumaron algunos miembros de los grupos locales Remo y Floiestof, con buena aceptación por parte del público. La próxima cita será el martes en la zona de la plaza de España y el jueves junto a la piscina, desde las diez de la noche. La intención del colectivo es que la iniciativa se prolongue a lo largo de todo el curso «aunque en invierno la frecuencia sea menor, pero que siempre haya gente dispuesta a tocar distintos estilos y en distintos espacios», asegura. Otro de los objetivos es el de fomentar el acercamiento de la población a la música «y que se puedan crear sinergias entre artistas de todas las edades y nivel musical». Si el proyecto tiene buena acogida, la intención es extenderla a otros pueblos cercanos.