Voluntarios de las asociaciones Aspace, Acuna y el grupo Haciendo Callejas, entre otros colectivos, han llevado a cabo una nueva campaña de limpieza en Trujillo, centrada esta vez en el lavadero de la población y el fondo del viejo depósito.

A la iniciativa se han sumado buzos de la Federación Extremeña de Actividades Subacuáticas, dando como resultado la recogida de una abundante cantidad de vidrio, así como terminales telefónicos, viejos electrodomésticos y algún inodoro, además del hallazgo de un coche.

La Asociación de Empresarios de Trujillo se ofreció a colaborar dando la comida a los voluntarios.

El Lavadero municipal está ubicado a poco más de un kilómetro de la plaza de toros de Trujillo, andando no se tarda más de 10 minutos y se puede apreciar una bonita industria del siglo XIX en donde se acudía a realizar la colada, según el cronista oficial José Antonio Ramos. «Corresponde al último tercio del siglo XIX y se caracteriza por su singularidad arquitectónica a base de ladrillo y piedra, mediante el juego de arcos de medio punto de ladrillo sobre pilares y pretiles de cantería. El lavadero, de titularidad pública, era utilizado antiguamente por los vecinos de Trujillo y de las pedanías de Huertas de Ánimas y Belén. Tiene una superficie de más de 700 metros cuadrados. En el año 2007 el consistorio llevó a cabo obras de recuperación del enclave, añade José Antonio Ramos.