Los alumnos de 3º de ESO del IES Turgalium han puesto en marcha un proyecto de aprendizaje-servicio que lleva por nombre ‘Tapones solidarios’, una iniciativa que se enmarca dentro del programa experimental ‘Actívate’, que tiene como fin estimular y favorecer la continuidad en el sistema educativo del alumnado en riesgo de abandono escolar temprano.

Carolina Gilete, orientadora y responsable de la propuesta, indica que «la idea es llevar a cabo una recogida de tapones de plástico, con el objetivo de contribuir a la mejora del medio ambiente a través de su reciclaje, así como ayudar económicamente a varias causas solidarias que tienen en esta acción una vía de financiación».

Así, como en cursos anteriores, parte de los tapones recogidos se destinarán a la asociación San Francisco de Asís, que persigue mejorar la calidad de vida de las personas con discapacidad intelectual e informar y sensibilizar a la sociedad sobre estas cuestiones a través de diversas actividades. «Esta asociación también gestiona una residencia, que ha encontrado en la recogida de tapones un apoyo para su financiación», comenta Gilete.

Del mismo modo, se colaborará con la causa de Mario, un niño de Santa Marta de Magasca que padece leucomalacia periventricular, para lo que se necesitan 200.000 kilos de tapones de plástico anuales con los que costear los tratamientos que necesita y que se basan en fisioterapia, logopedia, nutrición, medicación, hidroterapia, estimulación sensorial y terapia ocupacional, además de un bipedestador y cambios de asientos especiales cada seis meses.

Luismi, es otro de los beneficiados del proyecto del instituto. Un niño de Logrosán con síndrome Aicardi-Goutières, una encefalopatía subaguda hereditaria. «Una vez iniciado el proyecto sumamos la causa de Luismi, cuya familia también ha encontrado en este proyecto una nueva forma de financiar sus terapias y tratamientos», comenta la orientadora.

El día 20 y a colación de esta actividad, el centro celebrará el Día Internacional por los Derechos de la Infancia, centrado, en este caso en el Derecho a la Salud. Así, se instalará en el propio instituto un contenedor de tapones financiado con la ayuda de toda la comunidad educativa con el fin de conseguir que esta sea una causa participativa y colaborativa, a lo que se añadirá la venta de unas pulseras solidarias.