Una parte de la muralla situada entre el Arco del Triunfo y la zona conocida como el Espolón se derrumbó la tarde del martes, alrededor de las siete.

Se trata de un lienzo de importantes dimensiones, de seis metros de ancho por ocho de alto, construido con sillarejo, que corresponde a la muralla musulmana del siglo X.

Todo parece a puntar a que las causas del derrumbe de dicho tramo, que fue rehabilitado y abierto al turismo en febrero del 2018, han sido las filtraciones de agua. Así lo creen el alcalde de Trujillo e historiador, José Antonio Redondo, y el cronista oficial de Trujillo, José Antonio Ramos.

«Desde 2015, los operarios de la escuela taller han estado llevando a cabo labores de limpieza y rehabilitación, concretamente, habían practicado un paseo de ronda en la zona superior. El excesivo peso del puente de obra construido en dicho paseo y la inexistencia de drenaje en la base de la muralla ha conllevado a filtraciones y finalmente, al derrumbe», explicó ayer Ramos.

La cuestión más preocupante que baraja ahora el área de Patrimonio del ayuntamiento es que el resto de la muralla corra la misma suerte y que se derrumben otros 30 o 40 metros, algo que podría pasar tanto en zonas contiguas al tramo derruido como en la cara contraria, donde se habría detectado el mismo problema.

Por esto, los responsables de Patrimonio redactarán de manera inmediata un informe exhaustivo para presentarlo a la Dirección General de Patrimonio. «El objetivo es hacer constar la situación y el problema que existe y, sobre todo, solicitar ayudas económicas para proceder a su rehabilitación y consolidación, ya que el ayuntamiento no podría afrontar una intervención de esta envergadura», señala Enrique Borrega, concejal de Turismo.

cierre del paseo / Mientras se busca una solución, el alcalde ha declarado que la primera medida que se ha tomado es el cierre del paseo de ronda al público y se pondrá un vallado fijo que proteja la zona y evite riesgos tanto personales como materiales, algo que dado este incidente no se descarta que pueda suceder.

Ramos aclara que la muralla de Trujillo constituye uno de los conjuntos defensivos medievales mejor conservados de la región y se erige como elemento diferenciador entre la vieja villa medieval y la nueva ciudad residencial y comercial. Además, recuerda que data originalmente de la misma fecha que el castillo, la segunda mitad del siglo IX, aunque es después de la reconquista cristiana de 1233 cuando adquiere su aspecto y fisionomía definitiva.

«Tanto los lienzos como las diecisiete torres dispuestas a intervalos irregulares están construidos a partir de mampostería y sillería y se coronan con almenas de remate piramidal», señala el cronista oficial.