El Ayuntamiento de Trujillo celebró el pasado lunes una sesión plenaria ordinaria en la que se debatieron diversos puntos, entre los que destacó principalmente, el de la aprobación inicial de los presupuestos generales para 2020.

Un presupuesto dotado con 7.598.624,94 euros, aprobado con el beneplácito del equipo de gobierno y rechazado, por otra parte, con los votos en contra de los concejales del Partido Popular.

Según José Antonio Redondo, alcalde de la ciudad, «se trata de unos presupuestos que buscan la eficiencia y la eficacia y que el ayuntamiento sea una administración bien gestionada y solvente».

Dichas cuentas, cuentan con un aumento de 288.331,31 euros con respecto al presupuesto anterior y en ellas destaca la partida destinada a inversiones por valor de 448.372 euros.

Al respecto, Inés Rubio, portavoz del Partido Popular, reprochó al equipo de gobierno no haber tenido en cuenta la situación sanitaria y social actual, alegando que, «estando vigente el estado de alarma los plazos administrativos están suspensos y no se va a avanzar nada en cuanto a la entrada en vigor de dichos presupuestos en la ciudad».

Igualmente, destacó la falta de transparencia del Partido Socialista y afeó que se hayan presentado «tan apresuradamente», teniendo en cuenta que «hasta el momento», se ha estado funcionando con un presupuesto prorrogado, «no ficticio», desde el 8 de enero.

Del mismo modo, Rubio hizo referencia a la falta de sensibilidad con las familias, los autónomos o las empresas de la ciudad que se están viendo afectados a causa de la crisis sanitaria actual y reclamó «menos inversiones y más solidaridad».

En respuesta, el alcalde hizo especial hincapié en que el presupuesto se ha presentado en el momento en que ha sido posible, con el objetivo de ganar el máximo tiempo para poder pagar a las empresas a las que a día de hoy se les debe dinero, considerando que «no hay mejor manera de protegerlas y paliar la crisis que puede sobrevenirlas».