Ser profesor rural es una vocación, también un modelo que sirve de ejemplo para evitar la despoblación. José María Alegre Jiménez es un buen ejemplo de ello. Él es profesor en el instituto Maestro Gonzalo Korreas de Jaraíz de la Vera y pertenece al departamento de Economía. Da clases desde tercero de la ESO hasta segundo de Bachilleraro. Cuenta su experiencia: «Jaraíz posee un grupo de población urbana importante y dispone de más alumnos que algunos institutos de municipios con más habitantes porque recibe a un montón de muchachos de otros pueblos de alrededor. Es un centro grande. Esto beneficia la heterogeneidad de los grupos y los alumnos acaban haciendo más amigos».

Desde la tarima defiende el modelo de colegio rural. «Cuando una escuela cierra, la población disminuye, las familias se van a ir rápidamente. Quizás aguanten unos años con el autobús, pero llegará un momento en el que se marcharán. Cuando una escuela se cierra, el pueblo se muere».

Por eso apela a este tipo de centros porque «se necesita -dice- «fijar población en el mundo rural, generar empleo, que tengan acceso a la sanidad, a la educación».

Durante la charla con José María Alegre vuelve a salir a colación la vocación, en este caso, al hablar de la disciplina en la que está especializado. «Necesitamos muy buenos profesores de Economía; sin ellos es imposible que los estudiantes puedan enamorarse de la asignatura». Por eso es fundamental transmitir ilusión y pasión además de conocimientos. «Este es el secreto: asumir que lo importante no es enseñar sino aprender y hacer de esto una aventura interesante, que los escolares desarrollen sentido crítico y que se cuestionen y pregunten las cosas».

La economía «está con nosotros día tras día en nuestras vidas, continuamente leemos en los periódicos o escuchamos en las noticias términos como el PIB, el IRPF, la inflación, la deuda pública, el IPC... Es primordial que los alumnos salgan del instituto con una buena formación sobre este tema o sobre el emprendimiento», una de las bazas para luchar contra la Extremadura Vaciada. Los chicos deben aprender qué trámites tienen que seguir para crear una empresa, por ejemplo. Comienza la clase, y José María se despide de este diario mientras sus escolares aprenden cómo enfrentarse a la vida.