La tapa es patrimonio de Guadalupe y uno de sus principales atractivos turísticos, junto a sus encantos culturales y naturales. Perderse en los rincones de La Puebla, todos ellos magníficos, es también perderse entre sus veladores, saboreando lo mejor de su gastronomía. Un ejemplo es el Mesón Cerezo 2, que se encuentra situado a dos pasos del monasterio; disponen de una amplia carta de variedades para elegir y todas ellas destacan por su tamaño y cantidad.

«La morcilla es uno de nuestros productos estrella, las migas extremeñas, carnes asadas, el pulpo, bacalao, criadillas de la tierra, entre otros numerosos platos. Tenemos brasa de carbón de encina y la comida queda riquísima. Además estamos en primera línea de playa, si es que tenemos que levantar las piernas porque viene el agua», asegura entre carcajadas Stelian Clementina, uno de los camareros de este negocio. Es un buen sitio para tapear y con buen trato. «Eso sí, los fines de semana ve con tiempo para poder coger mesa, algunos días la gente acaba haciendo cola para sentarse», advierte el hostelero.

«Es un estupendo bar de tapas, con sabrosos aperitivos, servicio excelente y gran ambiente. Tiene una estupenda terraza con vistas magníficas», opinan unos clientes que han venido de Cáceres a disfrutar de un fin de semana.

Stelian Clementina ALBERTO MANZANO

«Hay productos de la tierra. Estamos en primera línea de playa, si es que tenemos que levantar las piernas que viene el agua»

Entre las variadas barras que nos encontramos por esta bonita plaza de la Puebla, paramos -y repetimos- en La Posada del Rincón. Uno de sus empleados, José Ángel Rodríguez, genio y figura de esta taberna-restaurante, destila amabilidad a raudales y dispone de una inmensa diversidad de maravillosos alimentos.

José Rodrìguez. ALBERTO MANZANO

«En nuestro local trabajamos con producto del día y de temporada. Las tapas son para llorar de lo buenas que están»

Para empezar, con cada consumición ponen una generoso pincho, pero lo realmente interesante, es pedir tapas y raciones de su carta, desde alcachofas rellenas con torta de la Serena, hasta su deliciosa ternera madurada. Asimismo, trabajan con producto del día y de temporada, así que no tendrás excusas para volver muchas veces y probar cosas nuevas. Presta especial atención igualmente a sus vinos. «Para llorar de lo buenas que están las tapas», confiesa lleno de razones el camarero José Rodríguez.