En las Carnicerías Miguel Ángel siempre han mostrado un interés y una preocupación por el origen y el modo de vida de cada animal que ofrecen a sus clientes. Se trata de una forma de respetar la pieza, el producto, pero también de saber que proponen la mejor calidad a su clientela.

Y con este espíritu abrirán en Torreorgaz este viernes su tienda número 13 en toda la región. En la provincia de Cáceres tienen establecimientos en Cañamero, Logrosán, Zorita, Navas del Madroño, Brozas, Alcántara… Es un negocio familiar y en él actualmente trabajan cuatro personas. Miguel Ángel Moya es el responsable del local y está seguro de tener auténticas joyas en su vitrina. Ellos se dedican a abrir varios días a la semana en cada tienda. Por ejemplo, en esta nueva aventura que comienza, en la que recibe una gran demanda de carnes en el pueblo, solo van abrir viernes y sábado. Es algo parecido a una venta ambulante pero dentro de un local.

En su mostrador podemos encontrar el mejor alimento extremeño: pollo, ternera, cordero, cerdo, un gran surtido de ibéricos, despojo de todas las clases… Un auténtico manjar.

La mercancía sale de los mataderos de Extremadura. Sus profesionales se preocupan porque la clientela no se lleve a casa solo una pieza de calidad, «sino que éste sea de la más alta posible».

Moya atiende a El Periódico a las puertas de su nuevo establecimiento. «Disponemos de precios muy competitivos y asequibles. Al tener tantas carnicerías solemos comprar bastante más barato, lo que nos permite ofrecer un artículo riquísimo a un buen coste y esto al final nos hace triunfar», cuenta con ilusión.

Facilidades

El éxito de su negocio radica en el boca a boca. A él no le gusta llegar y besar el santo, como suele decirse, sino más bien ir poco a poco y ganárselo. «Con la pandemia del coronavirus cumplimos todas las medidas a rajatabla. Movemos el género fresco al día y se vende genial», asegura.

Nacido en Cáceres, dice que hoy en día la capital no le motiva. «No veo que incentiven a la empresa, ni las ayuden ni las apoyen, al contrario. Solo ponen trabas. Los pueblos me ofrecen ser libre. Hay menos obstáculos administrativos aquí que en Cáceres. Mi ciudad es Cáceres pero me da mucha pena ver tantos negocios cerrados».

Miguel Ángel da los últimos retoques a su tienda de la plaza de España, 21, dispuesta a recibir a sus primeros clientes. Y es que siempre es un placer recordar lo importante que es encontrar un producto virtuoso del entorno y ser atendido con un trato amable y cercano.