¿Saben los niños de ciudad de dónde vienen los huevos que se compran en el supermercado? ¿Tienen claro que los tetrabriks de leche no crecen en los árboles? ¿Habrán tocado alguna vez a un burro o visto correr a un gorrino?
La ruta de la piedra del dedo meñique, en Arroyomolinos, sería sin duda una buena escuela de naturaleza. Este viaje que hoy realiza El Periódico Extremadura tiene mucho que ver con aquellas enseñanzas que nos daba por televisión Félix Rodríguez de la Fuente, el célebre naturalista burgalés.
El sendero se inicia al final de la calle Altozano, donde comienza un camino cementado, una fuente de dos caños con un pilón y un cartel informativo. Arroyomolinos es lugar de fuentes, fachadas bonitas, pilas, flores y vecinos que te reciben con gran amabilidad.
La ruta de la piedra del dedo meñique se inicia al final de la calle Altozano y es un paraíso natural
Es fácil enamorarse de este lugar y es más que recomendable para el turista realizar esta ruta en la que recorrerá la falda de la sierra de Montánchez hasta llegar a la Fuente Alba, donde llegará a una intersección que le conducirá al paraje del Carrasco.
A partir de ahí encontraremos la piedra que da nombre a este trayecto, de 40 toneladas de peso. Se le llama así por la facilidad con la que podía moverse antiguamente aunque en la actualidad es difícil desplazarla debido a la erosión y a la acumulación de materiales bajo ella.
Por el paraje de La Gargantilla, a través de callejas entre muros de piedra, regresaremos al casco urbano recordando las lecciones de Rodríguez de la Fuente, el hombre que nos enseñó por la tele a amar la naturaleza y los grandes y pequeños paraísos: Arroyomolinos es, sin duda, un buen ejemplo de paraíso.