¿Saben los niños de ciudad de dónde vienen los huevos que se compran en el supermercado? ¿Tienen claro que los tetrabriks de leche no crecen en los árboles? ¿Habrán tocado alguna vez a un burro o visto correr a un gorrino?

El burro posa así de bien. ALBERTO MANZANO

La ruta de la piedra del dedo meñique, en Arroyomolinos, sería sin duda una buena escuela de naturaleza. Este viaje que hoy realiza El Periódico Extremadura tiene mucho que ver con aquellas enseñanzas que nos daba por televisión Félix Rodríguez de la Fuente, el célebre naturalista burgalés.

Dos gorrinos compañeros de ruta. ALBERTO MANZANO

El sendero se inicia al final de la calle Altozano, donde comienza un camino cementado, una fuente de dos caños con un pilón y un cartel informativo. Arroyomolinos es lugar de fuentes, fachadas bonitas, pilas, flores y vecinos que te reciben con gran amabilidad.

El campo ofrece esa tonalidad. ALBERTO MANZANO

La ruta de la piedra del dedo meñique se inicia al final de la calle Altozano y es un paraíso natural

Imágenes para fotografiar. ALBERTO MANZANO

Es fácil enamorarse de este lugar y es más que recomendable para el turista realizar esta ruta en la que recorrerá la falda de la sierra de Montánchez hasta llegar a la Fuente Alba, donde llegará a una intersección que le conducirá al paraje del Carrasco.

El ganado, una de las sorpresas de la ruta. ALBERTO MANZANO

A partir de ahí encontraremos la piedra que da nombre a este trayecto, de 40 toneladas de peso. Se le llama así por la facilidad con la que podía moverse antiguamente aunque en la actualidad es difícil desplazarla debido a la erosión y a la acumulación de materiales bajo ella.

Las rocas, un espectáculo de la naturaleza. ALBERTO MANZANO

Por el paraje de La Gargantilla, a través de callejas entre muros de piedra, regresaremos al casco urbano recordando las lecciones de Rodríguez de la Fuente, el hombre que nos enseñó por la tele a amar la naturaleza y los grandes y pequeños paraísos: Arroyomolinos es, sin duda, un buen ejemplo de paraíso. 

Las flores, otra foto de postal. ALBERTO MANZANO