Con la llegada del verano regresa la polémica de la ‘zona azul’ por la masificación en el entorno de la popular Garganta de Alardos en Madrigal de la Vera, que este año reciben los bañistas con las mejoras realizadas por la Diputación de Cáceres (con 20.000 euros de fondos propios) para mejorar los accesos, los aparcamientos, miradores y demás recursos turísticos que presenta la zona. 

La ordenanza que regula los aparcamientos en la garganta incluye que los propietarios de segundas residencias tengan que abonar la cuota diaria si quieren estacionar en los alrededores del paraje, en las horas fijadas por el ayuntamiento, siempre y cuando estos propietarios no abonen en en el municipio verato el impuesto de circulación. 

Esto ha provocado críticas entre los que consideran injusto que se haya eliminado la exención de pago a estos propietarios, aunque el alcalde, Urbano Plaza, se muestra tranquilo ate la nueva polémica porque «los madrigaleños están a favor de regular un espacio natural que estaba masificado».

De hecho, el regidor señala a municipios colindantes como Candeleda «donde han instalado parquímetros en la piscina natural». Además, aclara que el pago por aparcar varía según la franja horaria: son 4 euros por vehículo a partir de cinco horas de estacionamiento y 7 euros si se aparca durante toda la jornada. A partir de las 19.00 horas solo se debe abonar 1 euro y el estacionamiento es gratuito desde las 20.00 horas. 

La iniciativa de cobrar por el aparcamiento se inició en 2017, y ya fue bien recibida por los residentes acostumbrados a ver la zona inundada de vehículos ante el auge y popularidad de disfrutar de una de las piscinas naturales con más encanto de la provincia.

Por eso, se optó por delimitar el área que desde el puente de la EX-203 hasta el conocido como Charco Negro.

MEJORAS DE LA DIPUTACIÓN/ La Diputación Provincial anunció ayer las mejoras efectuadas en la Garganta de Alardos con 20.000 euros de fondos propios. Las actuaciones se han efectuado sobre los aparcamientos y el acerado que da acceso a la ermita de San Cristóbal, junto a las piscinas naturales de la Garganta de Alardos. Concretamente, se ha llevado a cabo la reordenación de los aparcamientos existentes, mediante la sustitución parcial de la isleta central que separaba los dos sentidos de circulación, «con lo que se ha incrementado el espacio respecto de la situación anterior». 

Así, además de las 39 plazas para vehículos, se han incluido aparcamientos para motocicletas, «que antes no existían», y las tres plazas de aparcamiento para personas con movilidad reducida se han adaptado a la normativa actual vigente. 

En cuanto a las obras ejecutadas en el acerado que da acceso a la ermita, éste ha sido reformado con pavimento de adoquín de granito natural y «se han introducido itinerarios peatonales con su debida señalización», apuntan desde la diputación. La obra la ha ejecutado una empresa de la comarca.