La depuradora de Talayuela se construyó hace una década por parte de la Confederación Hidrográfica del Tajo (CHT), pero nunca ha entrado en funcionamiento en todo este tiempo, con todo lo que eso supone para los problemas de tratamiento del agua en el municipio y la comarca.

Ahora, la Diputación de Cáceres se ha comprometido a asumir los costes para acondicionar esa depuradora de la CHT, pero rechaza que el ente reclame el pago de la amortización de la infraestructura que se hizo hace diez años para la zona de Campo Arañuelo.

El presidente de la Diputación de Cáceres, Carlos Carlos, junto con el alcalde de Talayuela, Ismael Bravo, han visitado la planta de depuración de agua potable. Una visita que han tenido que realizar desde el exterior del recinto, ya que la planta, que contó con inversión de aproximadamente 1,5 millones de euros, nunca ha llegado a estar en funcionamiento y mantiene sus puertas cerradas.

Una situación «incomprensible y sorprendente» para el alcalde de Talayuela, sobre todo por los problemas de agua que tiene la localidad con un alto nivel de manganeso especialmente en la época estival.

«Desde el ayuntamiento hemos pedido a la diputación su colaboración para intentar solucionar el problema tan complejo del agua en Talayuela que llevamos sufriendo desde hace años», ha señalado Bravo que se muestra esperanzado ante el apoyo ofrecido por la institución provincial. Carlos Carlos ha explicado que han trasladado el problema al Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico y se ha puesto en contacto con la CHT para plantear la puesta en funcionamiento de la depuradora. 

También en un encuentro que ha mantenido con el presidente de la Junta, Guillermo Fernández Vara, ha expuesto la situación para buscar apoyos a un problema que “merece una solución inmediata”. Pero aún no hay respuesta favorable por parte de la CHT.

«Seguiremos insistiendo y pensando en otras vías alternativas. Pero no nos parece lógico poner otras alternativas que no son solución definitiva, cuando hay instalaciones que pueden garantizar la potabilización del agua».

Carlos Carlos ha remarcado la postura de la diputación y su «compromiso», y ha explicado que la institución provincial está dispuesta a asumir «los costes de acondicionamiento por el deterioro que tiene la planta después de tantos años construida y sin poner en funcionamiento».

También, la parte correspondiente al canon por la inversión en la depuradora, ha asegurado. «Sin embargo, no podemos asumir las exigencias de la CHT que reclama el pago de la amortización de lo que es la infraestructura que se hizo hace una década en toda la zona de Campo Arañuelo», ha concluido.