El Ayuntamiento de Malpartida de Cáceres ha lanzado un SOS a las administraciones para que ayuden a controlar el descenso sostenido en la población de cigüeñas, que se viene registrando desde hace años en el término municipal. Una reducción que corrobora el colectivo SEO-Birdlife, que lamenta, a su vez, que instituciones como el Ayuntamiento de Cáceres, cuyo municipio cuenta con una Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) urbana con más de 200 parejas de cernícalo primilla, no desarrolle un censo para observar las posibles fluctuaciones. 

Así, la población total de cigüeñas sigue bajando en Malpartida de Cáceres, única localidad española considerada Pueblo Europeo de la Cigüeña, por lo que el ayuntamiento ha llamado a «actuar a todas las administraciones antes de que sea tarde», debido a la eliminación progresiva de los bancos de alimentos por el cierre de vertederos, cambios de cultivos, falta de humedales, etcétera. 

Según datos aportados por el consistorio malpartideño, en 2009 el número de nidos ocupados fue de 212, frente a los 113 de este año. Por contra, la población de cigüeña blanca ha aumentado el número de reproducciones, con un total de 133 pollos nacidos en 68 de los 113 nidos ocupados en 2021. De ellos, 114 habían sobrevivido en el mes de julio, frente a los 104 pollos que sobrevivieron en el mismo mes del año pasado, en el que la población se reprodujo en solo 52 nidos.

Estos son algunos de los datos desprendidos del censo anual realizado por el agente del Medio Forestal de la Junta de Extremadura Manuel Giraldo, así como por los técnicos municipales y del Centro de Interpretación del Monumento Natural Los Barruecos.

Estos censos se conciben como el mejor termómetro para valorar la conservación y mantenimiento de la especie en Malpartida de Cáceres, Pueblo Europeo de la Cigüeña desde 1997, reconocimiento otorgado por parte del Fondo para la Protección del Patrimonio Natural Euronatur.

Este reconocimiento se basó «no solo en el importante censo de cigüeñas blancas que poseía el municipio, tanto en el núcleo urbano como el espacio natural, sino también por todas las actividades que venía desarrollando en pro de la cigüeña blanca y del medio ambiente», subrayan desde el consistorio.

Censos cada 10 años

El delegado en Extremadura de SEO-Birdlife, Marcelino Cardalliaguet, explica que el colectivo realiza censos cada 10 años «porque no tenemos financiación y es complicado». En Cáceres la población de cigüeñas comenzó a descender con la apertura del centro de tratamiento de residuos Ecoparque, que se inauguró en 2009.  

«No era natural la población que había antes, con la densidad de cigüeñas más grande de Europa porque comían basura orgánica. Pero ya ha pasado mucho tiempo de esa apertura del Ecoparque y la población se sigue reduciendo; cada vez hay menos insectos y cada vez se cultiva menos. La biodiversidad merma y las aves lo notan», lamenta Cardalliaguet, que observa que cigüeñas y cernícalos «son especies en la cuerda floja, que hay que esforzarse en proteger». 

Asimismo, Cardalliaguet ha lamentado las prácticas para evitar que las cigüeñas vuelvan a anidar en lugares emblemáticos como la concatedral de Santa María o las torres de la Preciosa Sangre,  «donde han colocado pinchos para expulsar a estas aves».