El secretario provincial del PSOE, Miguel Ángel Morales, ha calificado de “éticamente impresentable” que el alcalde de Malpartida de Cáceres, Alfredo Aguilera, se mantenga en su cargo “pese a una condena firme de maltrato, por pegar a su ex mujer; es vergonzoso”.

Morales ha asegurado que la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Extremadura (TSJEx) ratifica “punto por punto” la sentencia del Juzgado de lo Contencioso-Administrativo Número 2 de Cáceres. “El alcalde no tiene dignidad, y traslada a la ciudadanía una sensación subjetiva de impunidad jurídica”.

Morales subraya que “es vergonzoso que un alcalde condenado por maltrato, una condena que es gravísima, se enroque y siga en su cargo”. Y ha dejado en el aire posibles acciones judiciales del PSOE para cuando “se trate pormenorizadamente este caso en una rueda de prensa”.

Morales ha recordado que el pleno municipal del 23 de febrero de 2021, en el que se votó en contra de la incompatibilidad del alcalde, “gracias a su mayoría absoluta, el PSOE solicitó esa votación porque existía un informe del secretario que decía que el alcalde estaba inhabilitado” por su condena.

También ha criticado Morales el “connivente silencio del PP en este caso”, partido al que pertenecía Aguilera y del que se marchó cuando se inicio el proceso judicial por maltrato. El resto de ediles populares de la corporación también abandonaron las filas populares para engrosar las del grupo independiente.

Al respecto, el secretario provincial ha asegurado que “no me cabe ninguna duda de que Aguilera volverá a presentarse a las elecciones municipales bajo las siglas del PP” en 2023.

Y subraya que “me duele en el alma que un partido que ha gobernado esta tierra permanezca en silencio con esta situación”. Y ha puesto de ejemplo el caso del ex diputado de Podemos en el Congreso Alberto Rodríguez, inhabilitado tras ser condenado por el Tribunal Supremo (TS) por un delito de atentado a agente de la autoridad.

“Es una indecencia para la política en general, cuando se trata de un delito penal. Se acerca el 25-N y todo esto denigra la política en general, con comportamientos que son punibles. La ética debería apartar ipso facto de un cargo público a un condenado”.

Por último, ha añadido que  “ese señor sigue pegado como una lapa a un cargo que, por dignidad, tiene que abandonar. No vale todo en política; tienes que ser un ejemplo público. Que luego nos se rasguen las vestiduras con proclamas contra la violencia de género”.