El Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, dentro de una de las tres líneas de ayudas incluidas en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, ha concedido 510.782 euros a la Diputación Provincial para poner en marcha el proyecto piloto «Miajadas, mercado digital abierto».

En total se propone el desarrollo de diversas actuaciones divididas en cinco grandes apartados.

Por un lado, el de la sostenibilidad y economía circular, con la instalación fotovoltaica para autoconsumo del edificio y reducción de insumos con el reparto de bolsas reutilizables y biodegradables.

Por otro, se trabajará en la transformación digital, con una campaña de publicidad y visibilidad de la marca «Miajadas, centro comercial de la comarca», el impulso de la profesionalización de los canales de venta digital, la implementación de la red wifi en la plaza de abastos y en la zona comercial de Miajadas; así como la instalación de sensores wifi para el análisis de comportamientos de clientes.

También se desarrollará una aplicación de ‘marketplace’ y ‘delivery KLink’ para «facilitar la compra digital y sostenible», según apuntan desde el consistorio. Y, por último, se procederá a la colocación de señalética individual sobre la identidad de los puestos.

Transformación

Otro de los objetivos pasa por la reforma de las instalaciones del mercado de abastos, la transformación digital para mejorar la experiencia del cliente y la aplicación de un sistema de logros y recompensas para el comercio.

También se trabajará en la cadena de suministro y trazabilidad con la creación de un nodo de logística comarcal en el mercado, «entendiendo nodo logístico como punto de referencia en el que almacenar y distribuir mercancías». Así como en la formación.

Esto último incluye la asistencia técnica para la gestión de las acciones de transformación y asesoramiento digital y las denominadas «catas digitales» y un espacio de ‘networking’ para la transformación social y sostenibilidad del comercio local.

«Este proyecto nace con la vocación de crear una red de seguridad para el sector del comercio tradicional en el ámbito rural; entendiendo esta red como el conjunto de tecnologías, conocimientos y nuevos hábitos de consumo que les permita afrontar con mejores garantías las diferentes crisis por las que pasa el sector del comercio», señalan desde el consistorio miajadeño.

Una de esas crisis es la pandemia de la covid-19, que «ha hecho más que evidente la necesidad de utilizar todas las tecnologías que el comercio tiene en su mano para mantener en marcha sus negocios», obligando al comercio tradicional, que ya luchaba contra el auge de la venta online. a renovarse o morir.