Los acehucheños están de enhorabuena porque los días 20 y 21 de enero las Carantoñas volverán a pulular por las calles del pueblo; dos años después de su último desfile: en enero de 2020, cuando la pandemia de covid apenas se intuía en el horizonte. Ahora, esta sorprendente Fiesta de Interés Turístico Nacional ya tiene cartel anunciador.

Apenas ha podido lucir esa vitola una edición (en la última, la de 2020), por lo que Acehúche desempolva ahora sus trajes de bestias para honrar a San Sebastián y celebrar con orgullo una de las fiestas más singulares de la provincia, que por su identidad y el trabajo de los acehucheños ha sido reconocida de Interés Turístico Nacional. Mucho antes, en 1987 fue declarada de Interés Turístico Regional. 

Generalmente, el motivo que lleva a un acehucheño a vestirse de Carantoña es una promesa y un agradecimiento al citado santo.

Siglo II

El cronista oficial de Acehúche, Salvador Calvo, situó el origen de esta fiesta en el siglo II después de Cristo, «lo que le da un valor incalculable». Y enlaza con una tradición mediterránea en la que se tendía a disfrazarse de bestias.

Desfilarán por las calles del pueblo más de 50 bestias. Hombres ataviados con pieles de animales y la cabeza cubierta con una máscara, también hecha de pieles y frutos.

Asimismo, portarán en sus manos un ramo seco de acehúche con el que espantan a quien quiera acercarse a San Sebastián. 

Todo esto debido a que, según la leyenda, el santo fue asaetado y atado a un árbol en el Monte Palatino por no querer renunciar al Cristianismo.

Allí, se esperaba que fuera devorado por las bestias, pero los animales percibieron su santidad y lo adoraron, danzando a sus pies; haciéndole caricias y carantoñas. Otro festejo recuperado pese a la pandemia. 

Centro de interpretación

Además, el consistorio acaba de inaugurar el Centro de Interpretación del Queso de Cabra y Las Carantoñas para dar a conocer al visitante dos de los iconos más reconocibles del territorio y que ponen la provincia en el mapa nacional del turismo rural.

El centro de interpretación, que quiere ser un espacio de referencia de la historia y la cultura del municipio, ha contado con la inversión por parte de la Junta de Extremadura de 107.457,40 euros para la realización de las obras de ejecución.