La Consejería para la Transición Ecológica y Sostenibilidad de la Junta de Extremadura aclaró a este periódico que no ha ordenado el cierre de dos caminos públicos del Parque Nacional de Monfragüe (la Ruta Marrón y Negra, que unen Serradilla con la pedanía de Villarreal de San Carlos), sino que “atendiendo a la normativa vigente” se ha recordado que el control del acceso a los mismos requiere de una autorización, por lo que “en ningún caso, esta comunicación supone el cierre de las rutas”. 

La consejería subraya que “no se ha tomado ninguna nueva decisión específica con respecto a estos caminos por parte de la dirección de parque”, sino que el acceso a los itinerarios Negro y Marrón está sometido a autorización previa, “dados los valores ambientales existentes”.

El Ayuntamiento de Serradilla había comunicado el pasado 12 de enero, vía bando municipal, que la dirección del parque había ordenado (verbalmente) el cierre de esos caminos hasta el mes de septiembre. Si bien, al no recibir comunicación oficial, emitió un bando donde se desdecía de esta decisión.

La falta de comunicación oficial la explica la Junta en el sentido de que se había procedido “como en años anteriores”, en aras de la coordinación entre la Administración regional y la local.

Por lo que, a principios de enero se recordó al Centro de interpretación de la Huella del Hombre de Serradilla, dependiente del ayuntamiento que, según establece el Plan Rector de Uso y Gestión (PRUG) de Monfragüe, el acceso a los itinerarios Negro y Marrón está sometido a autorización previa.

Además, el PRUG establece que dado el uso tradicional de la pista forestal (Ruta Negra) como vía de comunicación previa entre ambos núcleos de población, la circulación por esta pista con vehículos motorizados será autorizable únicamente para los vecinos del municipio serradillano.

Así que “se precisa autorización en todo caso, y con vehículos motorizados solo puede darse a los vecinos de Serradilla”.

Por lo tanto, insisten desde el Gobierno regional, “no se ha tomado ninguna nueva decisión específica con respecto a estos caminos por parte de la dirección de Parque, solo se ha recordado la normativa vigente”.

Además, la consejería manifiesta que las autorizaciones que se han otorgado, “y que se van a seguir estudiando, tienen como objetivo velar porque no se produzcan afecciones a especies protegidas”. 

Buitre negro y águila perdicera

Además, la consejería se remite al Plan de Conservación del Hábitat del águila perdicera (2015) y el buitre negro (2016) que exige limitar el acceso de visitantes a la rutas negra durante el periodo de reproducción de ambas especies (desde enero hasta septiembre).

Según la consejería, “se constata la presencia de plataformas de águila perdicera y de buitre negro muy cercanas a estos caminos”.

Dichos planes establecen un hábitat crítico que abarca un área circular de un diámetro de 500 metros en torno a los nidos