Cuando Jesús María Simón y María Fernández (31 y 27 años) comenzaron a tallar madera por puro entretenimiento en un pequeño taller ubicado en su casa de Zarza la Mayor, ni se imaginaban el éxito que les esperaba. No se dedican profesionalmente a ello, pero son muchas las personas que les aseguran que sus llaveros con cara de perro, percheros de jabalíes, relojes de madera personalizados con imágenes (retratos, catedral de Coria, Puente Romano de Alcántara…), navajas o figuritas de perdices esculpidas en pino y haya son objetos que encandilan. Algunos de sus llamativos trabajos se pueden ver en su cuenta de Instagram (Imaginación y Madera) que han puesto en marcha para dar visibilidad a sus pequeños tesoros y tienen unos precios de 10 a 40 euros según el tipo de encargo.

¿Cómo se les ocurrió trabajar la madera? «Somos novios, nos queremos y nos llevamos genial, por eso decidimos iniciar este camino de la mano. Hace unos cuatro años empezamos como un pasatiempo para desconectar, porque trabajar la madera nos relaja. Realizábamos cosas para amigos y conocidos, pero como gustaban tanto, la gente comenzaba a solicitar encargos e incluso nos acaba de pedir el Ayuntamiento de Ceclavín llaveros con forma de bujíos», cuentan emocionados.

Una imagen de las piezas. EL PERIÓDICO

¿Por qué eligieron este material? «Me encanta trabajar en la madera, lo hago todo con cariño, mi chica me ayuda bastante. Usamos madera de pino y haya para todas las piezas. Esta afición la compaginamos con las labores del campo y las placas solares. En nuestros ratos libres nos apasiona pensar ideas distintas que se puedan construir en madera», destaca Simón con gran orgullo.

Ambos están comprometidos con las causas del mundo rural, cada objeto que realizan siempre lleva un mensaje. Cada obra tiene algo que la hace especial... «¡Qué ilusión nos hace salir en El Periódico!», exclaman mientras muestran sus miniaturas en las que logran dar vida a la madera.