En el número 49 (antes 43) de la Avenida del Doctor Don Casto Prieto Carrasco sorprende al visitante la presencia de una lápida, un elemento poco corriente en la fachada de una vivienda, pero que en Valverde del Fresno forma parte del paisaje urbano del pueblo. Se trata de un homenaje que rindieron sus padres al niño Juanito Asensio Simón, que falleció a la edad de 7 años un 3 de abril de 1944, tal como hace constar el mármol de la esquina de la morada.

Cuentan que el padre de la criatura, también llamado Juan, era minero y tenía un camión pequeño. «Como antes los camiones venían cargados y andaban despacio, el muchacho, al ver a su padre se agarró a la camioneta, quedó enganchado de una rueda y murió en un accidente», dice un vecino de la zona que en su origen fue un olivar.

«Aquello fue una desgracia muy grande, pero era lo que había», explica tras un suspiro. «La lápida está ahí porque ellos vivían enfrente y fue justo en esa esquina donde se mató el pequeño». Cuando Ambrosio, un jubilado de guerra, construyó la casa, mantuvo la lápida, que nunca se ha quitado del lugar donde se encuentra. «El niño está enterrado en el cementerio, aunque sus progenitores quisieron recordarlo justo en el sitio donde perdió la vida. Nadie la ha quitado y ahí se ha quedado», narra el vecino.

Imagen de la lápida. ALBERTO MANZANO

El padre se marchó luego a la zona de Huelva. En el pueblo compró más adelante una casa que hay cerca del puente, donde está el Hotel La Palmera.

La vivienda de la lápida fue reformada en los años 70. Levantaron una segunda planta, porque en su origen era de planta baja, pero la lápida no se movió. 

Los turistas que pasan por la avenida, donde igualmente está el cuartel de la Guardia Civil, en el número 48, que antiguamente era un valle, quedan sorprendidos y se detienen. Algunos se persignan a su paso y otros se preguntan qué fatalidad de la vida se topó con Juanito, el niño que todavía hoy, 78 años después, Valverde del Fresno sigue manteniendo en su memoria.