Desde la Rivera de Gata a la Ribera de Acebo pasando por Perales del Puerto discurre la ruta paisajística que culmina en Valverde del Fresno y que ahora destaca por el manto amarillo que cubre parte de su recorrido. Se trata de la mimosa o Acacia Dealbata, un árbol originario de Australia, muy apreciado para usos ornamentales por su atractiva floración, que le lleva a finales de cada invierno a cubrirse de pequeñas flores amarillas.
Sin embargo, está catalogada como una especie exótica invasora. La planta impide el crecimiento de otras especies vegetales nativas, altera la fertilidad del suelo y genera alergias en la población.
En Extremadura se puede encontrar en muchos parques y jardines, y crece de forma espontánea principalmente en bordes de caminos, carreteras y en algunas riberas. Entre otras zonas de la región, es fácil encontrarla en la cuenca del Tajo, en La Vera o entre Valencia de Alcántara y la frontera con Portugal. Ahora también se puede ver en la Sierra de Gata.
La planta se introdujo en nuestro país para fines ornamentales, por su rápido crecimiento y espectacular floración (su aroma al atardecer). No obstante, en algunos casos se han empleado además para estabilizar taludes de carreteras, la producción de miel o, incluso, la obtención de compuestos destinados a la perfumería.
En el recorrido por Gata, hay mimosas en las cercanías de Hoyos, Villamiel y Trevejo y a los pies del río Eljas. La ruta puede recorrerse en automóvil y a pie. Es frecuente ver ciclistas por este entorno, que se ha convertido, indiscutiblemente, en un lugar referencia del turismo, con la implantación de numerosas casas rurales, alojamientos turísticos, hoteles y restaurantes que la convierten en un espacio que el visitante no se puede perder en su viaje a tierras extremeñas.
